Rosa Regi, apoderada de la Clínica Rotger, y Fernando Rotger, director médico y responsable de la Unidad de Litotricia.

Redacción. Madrid
Hace 25 años el equipo directivo de la Clínica Rotger de Palma apostaba decididamente por la recién nacida litotrocia e instalaba en su centro sanitario un aparato de última tecnología para prestar este tratamiento a los pacientes con piedras en el riñón: la Piezolith 2300, de la casa alemana Wolf.

Este sistema, que pese a ser de los primeros ya evitaba al paciente la necesidad de sumergirse en una bañera para que las ondas de choque (que no pueden trasmitirse por el aire) llegaran hasta el punto donde se había detectado la piedra, ha estado en servicio durante 18 años, hasta que en 2005 se instaló la nueva Lithostar Multiline de Siemens, uno de los últimos avances en la tecnología médica en esta materia.

“El nuevo equipo, con todos los aditamentos de tratamiento de imagen que complementan el servicio, permite una terapia casi perfecta de las piedras en el riñón, gracias a su localizador mediante un intensificador de imágenes de rayos X, el disparo de los impulsos de ondas de choque de intensidad y potencia determinados por el médico y el examen de los resultados”, señalan desde la clínica.

Durante 25 años el servicio de litotricia de la Clínica Rotger de Palma ha atendido a más de un millar de pacientes, que han mostrado unos niveles de satisfacción muy significativos.