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Viernes, 18 de marzo de 2016   |  Número 79
EL PULSO
es Psicooncóloga y Neuropsicóloga en la Unidad de Psicooncología de la Fundación IMOncology
Ana Sanz, Doctora Cum Laude por la Universidad Complutense 
Con una tesis sobre la calidad de vida en pacientes con tumores cerebrales

Redacción. Madrid
Ana Sanz ha presentado su tesis doctoral en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, que le ha concedido la máxima calificación. Este trabajo se incluye dentro del limitado número de investigaciones que analiza la calidad de vida y las variables psicológicas de más importantes de los pacientes con gliomas antes de la cirugía.

Ana Sanz, psicooncóloga y neuropsicóloga en la Unidad de Psicooncología de la Fundación IMOncology.

Actualmente, Sanz desarrolla su actividad profesional como psicooncóloga y neuropsicóloga en la Unidad de Psicooncología de la Fundación IMOncology.

El objetivo general de la tesis doctoral de Sanz fue determinar el efecto del tumor en los aspectos psicológicos más relevantes de pacientes con sospecha de glioma del Servicio de Neurocirugía del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, sin la influencia de otros factores. Posteriormente se pretendió conocer cómo evolucionan estas variables psicológicas una vez que la situación clínica de los pacientes cambia por la aplicación de resección quirúrgica del glioma unida a los tratamientos oncológicos adyuvantes.

“Primero, señala la doctora, se diseñó un procedimiento de evaluación de la calidad de vida específica de tumores cerebrales dentro del enfoque psicométrico”. La evaluación de los síntomas de ansiedad y depresión se realizó con la escala HADS para solventar la infravaloración de la prevalencia de estos síntomas en pacientes con cáncer. Y en la evaluación neurocognitiva se incluyeron los mismos procesos que el resto de estudios revisados, sin ceñirse exclusivamente a las funciones asociadas a las áreas del glioma. Los instrumentos seleccionados cumplen los criterios óptimos de validez y fiabilidad.

Entre los resultados más relevantes se observó que -desde el primer momento- las dimensiones de mayor afectación de la calidad de vida eran la familiar-social y la funcional: “La menor satisfacción con el apoyo social percibido y la disminución de la actividad funcional parecen determinar la calidad de vida global de estos pacientes”, indica la autora.

“Esta información es de gran relevancia clínica, añade Ana Sanz, ya que deberá ser considerada en la planificación de las intervenciones de carácter psicosocial. Además, el empeoramiento de la calidad de vida física y el mayor número de síntomas neurocognitivos y conductuales específicos coincidió con la aplicación de los tratamientos oncológicos, que podrían ser los responsables del descenso en la calidad de vida en estas dimensiones”.

En este trabajo se confirma el papel determinante de los síntomas de depresión desde los primeros momentos, con cifras de casos clínicos similares a estudios publicados en esta área y con una prevalencia superior a otras enfermedades oncológicas desde el principio de la enfermedad.

Respecto a las variables neurocognitivas, se puso de manifiesto que el propio tumor es la variable que más afecta a su rendimiento, ya que de forma previa a la cirugía todos los pacientes mostraban un funcionamiento menor a sus valores normativos. Y los porcentajes de déficits clínicos eran muy variables, siendo el proceso más afectado la atención alternante.

La relación entre la calidad de vida, los síntomas de ansiedad y depresión y el rendimiento neurocognitivo se demostró desde el momento inicial y adquirió una mayor fuerza seis meses post-cirugía. Además, los síntomas de depresión y el rendimiento en algunos dominios neurocognitivos iniciales predecían la calidad de vida global y la relativa a las dimensiones funcional y específica a los seis meses de la cirugía.

Futuras líneas de investigación deberán soslayar los problemas metodológicos del presente estudio, referidos al limitado tamaño de la muestra, la ausencia de grupo control y variabilidad de los tratamientos oncológicos de la muestra.

Los directores de este trabajo han sido María Eugenia Olivares, psicóloga clínica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, y Juan A. Barcia, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Clínico San Carlos.

El tribunal de tesis estuvo presidido por Francisco Javier Labrador (catedrático de Psicología Clínica UCM) y ejerció de secretario Juan A. Cruzado (profesor Titular de la Facultad de Psicología UCM). Los vocales fueron Juan Manuel Sepulveda (FEA del Hospital Doce de Octubre, especialista en Neurología y Oncología Médica), Mª Dolores Diaz (profesora titular de la Facultad Psicología UNED) y Mª Fe Rodríguez (profesora titular de la Facultad Psicología UNED).

 

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