Redacción. Madrid
Barcelona Parkinson en colaboración con Consorci Sanitari de Terrassa, ha implantado de forma exitosa un nuevo sistema de estimulación cerebral en tres pacientes con enfermedad de Parkinson de 57, 58 y 52 años que presentaban complicaciones severas asociadas a la medicación crónica, siendo los primeros pacientes que reciben este sistema en Cataluña.
Imagen del dispositivo 'Vercise', de Boston Scientific.
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La terapia de estimulación cerebral profunda consiste en la colocación de electrodos en la zona del cerebro responsable de la función deteriorada o alterada, y en la posterior utilización de éstos para estimular las neuronas mediante impulsos eléctricos, lo que permite que los circuitos del cerebro que controlan los movimientos funcionen mejor. Estos electrodos se conectan a un generador similar a un marcapasos que se implanta en el paciente (marcapasos neurológico).
El área cerebral elegida como diana fue el subtalámico, núcleo dentro de los ganglios basales que ha demostrado ofrecer importantes beneficios a los pacientes en el control de los movimientos y reducción de la medicación. El nuevo sistema que han implantado además de ser más selectivo en la área a estimular y adaptar la estimulación a las diferentes frecuencias del cerebro, evita las cirugías de recambio dada la longevidad de la batería y se adapta mejor a las necesidades del paciente al ser un dispositivo de menor tamaño que los dispositivos convencionales.
La terapia de estimulación cerebral profunda se utiliza en Cataluña desde hace más de 20 años pero con dispositivos de baterías no recargables que precisan una cirugía de recambio cada cuatro o seis años. Esta terapia se aplica en el campo de la neurología, en las enfermedades de trastorno del movimiento, fundamentalmente en el Parkinson, el temblor esencial y en la distonía, condiciones en las que se mejora sustancialmente los síntomas de los pacientes.
Tras la intervención, el generador se controla de forma ambulatoria por el neurólogo mediante un controlador externo, pudiendo de esta forma ajustar la corriente que emite el electrodo intracerebral con el fin de modificar y/o mejorar la actividad cerebral anómala en el lugar del implante.
El grupo de trabajo, que actualmente implanta de forma privada en el Consorci Sanitari de Terrassa, han tratado ya más de 70 pacientes con esta terapia de estimulación cerebral profunda con excelentes resultados.
En estos casos, la batería empleada es recargable, con una duración de 25 años o más, en lugar de cuatro o seis años como las anteriores. Además, este nuevo sistema es pionero en desarrollar electrodos de 8 polos (en vez de 4), lo que permite una mayor libertad para estimular áreas subtalámicas y adyacentes, lo cual, creen los médicos, resulta más eficaz en estos últimos pacientes al poder flexibilizar la zona a estimular a lo largo del tiempo. A parte del beneficio clínico que aportan las nuevas tecnologías, este tipo de sistemas recargables ofrecen una importante reducción de costes a medio-largo plazo para el sistema sanitario.
Según los médicos, los pacientes están respondiendo muy bien a la estimulación. "Lo más importante es que los pacientes están mucho mejor de ánimo, más contentos, y con ganas de hacer cosas", además, "pueden coger cosas con la mano y duermen mucho mejor", ha concluido el Dr. Salazar. |