Redacción. Madrid
La ponencia expuesta por Carmen Yélamos, psicooncóloga y directora de Imoncoloy Fundación se engloba bajo el lema 'Mitos y Realidades' que este año ha propuesto Gepac (Grupo Español de Pacientes con Cáncer) como hilo conductor del 11º Congreso de Pacientes con Cáncer, realizado en Madrid.
Carmen Yélamos, psicooncóloga y directora de Imoncoloy Fundación.
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En su charla, Carmen Yélamos ha abordado la sexualidad desde un punto de vista completo, homogéneo y, sobre todo, muy positivo, como parte esencial de una vida plena. Tras el impacto inicial del diagnóstico, la sexualidad no es la preocupación principal de las personas afectadas, pero ¿qué ocurre durante y después? Pese a la frecuencia de las dificultades que se plantean a nivel sexual durante el tratamiento “es uno de los problemas que menos se tratan en las consultas de oncología”, explica Yelámos. Suele ser un tema tabú que no se aborda y que no se suele consultar por iniciativa propia.
¿Cuáles son las dificultades más frecuentes?
Los tratamientos oncológicos pueden dañar la respuesta sexual al afectar a las emociones, al sistema nervioso o directamente a las zonas genitales. Hablando en términos generales, hasta el 50 por ciento de las mujeres sufren disfunciones sexuales como resultado de los tratamientos del cáncer ginecológico. En los hombres, la disfunción eréctil es frecuente tras una cirugía radical. Los problemas de erección son mucho menores cuando se aplica braquiterapia o radiación interna. Sin embargo, el problema más frecuente en ambos sexos es la falta de deseo sexual.
¿Qué se puede hacer?
Existen muchos modos de afrontar esta situación (psicológicos, farmacológicos, médicos...), pero hay un elemento común, imprescindible, para conseguir buenos resultados: informarse bien. No hay que tener miedo a preguntar y, desde luego, no hay que dejarse llevar por 'leyendas urbanas' sobre sexualidad, que sólo complican y entorpecen inútilmente la relaciones sexuales. Una actitud abierta, libre de mitos infundados y paciencia en el proceso son fundamentales para poder retomar una vida sexual satisfactoria.
“La sexualidad es una necesidad humana básica, como comer, respirar o beber -explica Carmen Yélamos- por eso aunque disminuya el interés temporal por el coito en sí, siempre se mantiene el deseo de proximidad y contacto físico”. De ahí que satisfacerlo mejore la calidad de vida de las personas. |