Martes, 24 de marzo de 2015 | Número 68 |
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por su rápida recuperación y ventajas estéticas |
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Crece la demanda de lipofilling para la reconstrucción mamaria tras un cáncer |
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Un 30% de estas pacientes buscan mejorar el resultado estético del tratamiento que, entre otras secuelas, puede producir asimetrías mamarias y cicatrices, entre otras |
Redacción. Santa Cruz de Tenerife
El lipofilling, una técnica novedosa que consiste en aumentar el volumen de determinadas zonas del cuerpo utilizando la grasa del paciente, se ha convertido en una de las técnicas más demandas por los pacientes que superan un cáncer de mama, en la medida en que supone una mejora considerable del tiempo de recuperación y de los resultados estéticos obtenidos.
Benjamín González, especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética de Hospiten Bellevue y Hospiten Sur.
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De hecho, un 30 por ciento de las mujeres son tratadas de un carcinoma de mama con conservación parcial de la mama buscan mejorar el resultado estético del tratamiento que, entre otras secuelas, puede producir asimetrías mamarias, desviación del complejo areola-pezón de su posición centrada en la mama y cicatrices hundidas adheridas a tejidos profundos en la zona de extirpación tumoral, tal y como explica Benjamín González, especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética de Hospiten Bellevue y Hospiten Sur.
Mejora de la vascularización de la mama
En este sentido, la aplicación del lipofilling no solo permite mejorar las secuelas provocadas por la extirpación de un carcinoma mamario sino que también mejora la vascularización de la mama revertiendo en parte los efectos de la radiación, no añade cicatrices y evita el efecto parche de los procedimientos que utilizan colgajos como el dorsal ancho.
“Es posible reconstruir una mama completa usando sólo la grasa que nos sobra en otras partes del cuerpo, sin necesidad de grandes cirugías sino a través de pequeñas incisiones, menores al centímetro que incide en que gracias a esta técnicas las pacientes pueden obtener mamas naturales, tanto en su aspecto como en su tacto y movilidad, incluso con una sensibilidad cercana a la normalidad, lo que sin duda contribuye a la mejora de la autoestima e imagen corporal de la mujer”, afirma González.
Los buenos resultados obtenidos con este método, con el que también se mejora la figura corporal del paciente, han hecho que aumente de forma considerable el número de mujeres que tras haber sufrido un cáncer de mama recurre a esta técnica. De hecho, según un informe realizado por la Sociedad Española de Cirugía Plástica en relación con los resultados de 2014, el lipofilling es una de las técnicas que ha experimentado mayor demanda, situándose entre las cuatro más practicadas en nuestro país durante el año pasado.
Benjamín González recuerda que “también hay pacientes que simplemente no están contentos con la distribución del tejido graso en su cuerpo y a los que en los últimos años se está aplicando esta técnica que reduce el riesgo a rechazo y facilita la rápida recuperación del paciente. De igual forma, otros procedimientos en los que se está avanzando en el uso de lipofilling son para reparar cicatrices hundidas, malformaciones de la mama, el pecho hundido o la atrofia facial”, añade. |
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