Redacción. Madrid
Las intervenciones quirúrgicas suponen un momento delicado para cualquier paciente pero, en el caso de los niños, es mucho más complejo, tanto para ellos como para sus familiares y para el personal médico que interviene en el tratamiento. El grado de ansiedad de los niños y sus familiares ante esta situación puede provocar la aparición de complicaciones postquirúrgicas.
Alberto Girones, del Servicio de Anestesiología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
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“Hay estudios científicos que relacionan esta ansiedad perioperatoria con la aparición de complicaciones clínicas en los niños que se han sometido a intervenciones quirúrgicas. Se estima que en el 20 por ciento de los casos pueden aparecer terrores nocturnos, depresión, insomnio o micción involuntaria”, explica Alberto Girones, del Servicio de Anestesiología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
Para atajar esta situación el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja ha desarrollado un programa especialmente orientado al paciente pediátrico que tiene como fin evitar los problemas fisiológicos que generan el estrés y la ansiedad a través de la labor que a diario realiza el personal del hospital.
El Programa de Normalización Perioperatoria Infantil se basa en el cuento Donde habitan los héroes para, en un entorno gamificado, conseguir que los niños entiendan por qué están fuera de su casa, en un entorno tan extraño para ellos como puede ser un hospital. De este modo el niño cuenta con herramientas para gestionar mejor la situación y la ansiedad que pudiera producirle su ingreso.
“El juego es el principal elemento educativo del que disponemos los seres humanos. Es una actividad que antepone reglas que deben ser aceptadas por todos los participantes, creando un ambiente amigable y distendido, incluso en situaciones que pueden parecer hostiles, como el entorno hospitalario”, explica Laura Alvargonzález, directora de Enfermería del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
Formación e imaginación para luchar contra la ansiedad de los niños
La formación y sensibilización del personal del hospital ha sido uno de los elementos clave en este proceso con el claro objetivo de mitigar la ansiedad que experimentan los pacientes. En muchos casos los profesionales no deben lidiar sólo con los miedos del niño sino también de sus padres, que pueden trasladar sus temores al pequeño aumentando su fobia a la prueba o a la intervención a la que deben someterse.
El hospital ha diseñado diferentes cuestionarios en los que han intervenido más de 100 pacientes que, mediante el análisis psicométrico y otras variables, se ha conseguido estimar el nivel de ansiedad de los pacientes y cómo las medidas que forman parte de este proyecto contribuyen a paliar sus síntomas.
Como explica Girones, “en este proceso ha participado todo el personal asistencial del hospital que trabaja con los niños, desde los profesionales médicos hasta los celadores. Estos últimos son un elemento indispensable del programa ya que suelen ser los primeros en tener contacto con el paciente en la zona preoperatoria, separándole de la familia que se queda esperando en la habitación”. La complicidad de médicos, enfermeras, celadores y el resto del personal permite la creación del ambiente propicio para la gamificación del proceso tomando como referencia el cuento Donde habitan los héroes.
La narrativa del cuento se ha desarrollado con la colaboración del equipo de psicólogos infantiles del centro, liderado por Margarita Herrero de Vega. “Este material utiliza el mundo mágico y la figura de los héroes para introducir al niño en el entorno hospitalario con otros ojos. Permite que entiendan conceptos como las ayunas u otras medidas preoperatorias que le pueden resultar hostiles” explica la psicóloga.
A través de este libro interactivo los niños se familiarizan con los personajes que van a intervenir en su tratamiento, ya que el cuento refleja los nombres reales de los profesionales que le van a tratar así como dibujos de los espacios en los que se va a mover por el hospital. De esta manera los niños pueden familiarizarse con el circuito del hospital, los uniformes asistenciales (mascarillas, pijamas, etc.) e incluso con el personal del centro. “Esta herramienta se refuerza además con capas y ropa quirúrgica especialmente diseñada para los niños, de manera que el trance preoperatorio queda suavizado por un entorno lúdico, divertido y agradable para el ellos”.
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