Lunes, 21 de marzo de 2022   |  Número 145
El abordaje multidisciplinar es clave en el tratamiento de los más de cien tipos de sarcomas que existen
Los sarcomas óseos, con una prevalencia de entre 1 y 2 casos por cada 100.000 habitantes, pueden originarse en el tejido óseo o en el cartilaginoso
Ricardo Cubedo y Eduardo José Ortiz Cruz.

Los sarcomas son un grupo amplio de tumores malignos que pueden aparecer casi en cualquier parte del organismo y afectan tanto a personas jóvenes como a los ancianos. Los sarcomas de tejidos blandos, con una prevalencia de entre 3 y 5 casos por cada 100.000 habitantes, pueden originarse en todo tipo de tejidos blandos del organismo, incluidos nervios, grasa, músculo y vasos sanguíneos, y se localizan principalmente en extremidades. Por su parte, los sarcomas óseos, con una prevalencia de entre 1 y 2 casos por cada 100.000 habitantes, pueden originarse en el tejido óseo o en el cartilaginoso.

Esta gran diversidad de tumores, alrededor de un centenar de subtipos histológicos y moleculares diferentes, es lo que hace necesaria la multidisciplinaridad y es que cada subtipo puede tener un tener un comportamiento clínico variable que requiere de la máxima especialización.

“El sarcoma es una enfermedad rara (menos de 6 nuevos casos al año por cada cien mil habitantes) y por eso mismo, debe ser tratada por grupos expertos entrenados en esta neoplasia. En la fase diagnóstica, la biopsia debe ser realizada por radiólogos expertos y el diagnóstico anatomo-patológico por patólogos con experiencia. El tratamiento no lo debe hacer cualquier traumatólogo ni cualquier oncólogo médico”, afirma el doctor Eduardo José Ortiz Cruz, jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología Oncológica de MD Anderson Cancer Center Madrid que cuenta con 25 años de experiencia en este campo. “Se puede decir que todas las especialidades médicas están involucradas en el tratamiento de los sarcomas”, añade el doctor Ortiz y cada una de ellas aporta una visión diferente pero complementaria, lo cual permite mejorar el pronóstico de los pacientes.

Entre las especialidades más comunes destaca Traumatología, Oncología Médica, Oncología Radioterápica, Anatomía Patológica y Molecular, Radiodiagnóstico, Rehabilitación, Cirugía Plástica. En ocasiones y según el tipo de sarcoma también podrían estar implicadas Medicina Nuclear, Otorrinolaringología, Neurocirugía, Cirugía General o Ginecología. Es fundamental recalcar que “todas las decisiones diagnósticas y terapéuticas que hacemos son tomadas en comités multidisciplinarios de sarcomas”, recalca Ortiz.

Más de la mitad de los sarcomas de tejidos blandos, alrededor del 60%, aparece en los brazos y las piernas, y otros focos habituales de sarcoma son el tronco (20% de los casos), el abdomen (15%) y la región de la cabeza y el cuello. Si bien este tipo de tumores blandos es más frecuente en adultos, por el contrario, una peculiaridad de los sarcomas óseos es que es de los cánceres más frecuentes en niños y en adolescentes, siendo considerado un tumor raro en los adultos.

Comunicación y organización para ofrecer una respuesta rápida

Uno de los aspectos más relevantes para abordar el sarcoma de forma eficaz es establecer un canal de comunicación idóneo. Según señala el doctor Ricardo Cubedo, responsable de la Unidad Multidisciplinar de Sarcomas de MD Anderson Madrid que también cuenta con una dilatada experiencia en este campo, “es fundamental la comunicación con el paciente y que este pueda comunicarse de manera rápida”. Una vez más, el equipo de Enfermería juega un papel clave en este sentido. “Los enfermeros también deben especializarse en este tipo de tumores y así saben priorizar lo urgente, puesto que el tiempo es un factor muchas veces determinante”, afirma el doctor Cubedo.

Una vez se recibe la llamada, ya sea de pacientes en tratamiento, seguimiento o segundas opiniones, otro factor relevante es la agilidad de respuesta. “Es importante ver a los pacientes con cierta rapidez, sobre todo a los pacientes de segunda opinión”, aclara Ricardo Cubedo, y reincide en la importancia del comité multidisciplinario: “Siempre debe haber un profesional del equipo para poder hacer esa primera toma de contacto con el paciente y conocer su patología”.

En este ámbito, la expansión de la telemedicina ha facilitado buena parte del trabajo. Se hace evidente que ciertos aspectos deben mantenerse en formato presencial, puesto que a veces “lo ideal es hacer un examen físico perfecto y poder palpar el tumor, al igual que poder observar cara a cara al paciente y su familia”, indica el doctor Ortiz, pero hay otros muchos que pueden transferirse al formato digital, a través de la videollamada, lo cual favorece la rapidez de la respuesta.

Atención primaria, papel fundamental en el diagnóstico precoz

Aunque contar con la coordinación de disciplinas diversas es clave, también es esencial en el diagnóstico precoz el papel del médico de atención primaria o de especialistas sin formación específica en sarcomas. “Cualquier especialista que recibe a un paciente dos o tres veces por la misma sintomatología que no remite, debe solicitar pruebas de imagen”, advierte el doctor Ortiz. Los síntomas más comunes en sarcomas de partes blandas suelen ser masas o bultos que van en crecimiento y que no se detienen sin haber tenido ningún traumatismo, o un dolor que es inconstante pero no relacionado con el esfuerzo.

Por su parte, los síntomas más comunes en sarcomas óseos van desde dolor de huesos, inflamación y dolor a la palpación cerca del área afectada, debilidad en los huesos, que provocan fracturas o fatiga. Por ello, es fundamental que, tanto el médico como el paciente, ante cualquier signo de alerta puedan consultar y revisar esta sintomatología.

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