En los últimos meses son muchos los titulares dedicados por la prensa a la sanidad pública, afectada por la situación económica y los reajustes, y en pleno proceso de transformación. La realidad es que la sanidad pública española, tal y como hoy la entendemos, es insostenible y este modelo no podrá recuperar su situación previa a la crisis, teniendo en cuenta, además, factores agravantes como el descenso de afiliados a la seguridad social, una pirámide demográfica que apunta a un claro envejecimiento de la población y un gasto sanitario que aumenta progresivamente por encima del producto interior bruto (PIB). A esto último contribuye, principalmente, el aumento de la esperanza de vida, la cronificación de algunas enfermedades y el incremento del coste sanitario que suponen pruebas y tratamientos médicos cada vez más sofisticados.
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En este contexto, son también muchos los comentarios y miradas que destacan la fortaleza y calidad de la sanidad privada, un sector que continua creciendo, pese a la crisis, no sin esfuerzos por parte de las entidades aseguradoras. A la sociedad le preocupa la sanidad y lo cierto es que las familias españolas parecen estar dispuestas a prescindir de muchas cosas, pero no de una adecuada atención sanitaria.
Es el momento de plantear un modelo sanitario sostenible y de futuro y lo cierto es que la sanidad privada, más que nunca, está considerada como la mejor opción de acceso rápido a especialistas o pruebas diagnósticas, como muestra un estudio de opinión publicado recientemente por MAPFRE. Según el estudio hasta un 60 por ciento de la población cree oportuno tomar medidas alternativas al sistema público para protegerse, considerando los seguros de Salud un complemento idóneo al sistema público. Otra muestra clara de la confianza que reporta la sanidad privada a los ciudadanos, es que el 85 por ciento de los funcionarios españoles eligen esta opción, haciendo uso de su capacidad de elección.
Creemos de verdad que el futuro de la sanidad pasa por aumentar la coexistencia y equilibrio entre sanidad pública y privada y por fomentar la complementariedad de ambos sistemas, modulando de alguna manera el doble aseguramiento que tiene actualmente una parte de la población española (en torno a 7,5 millones de españoles), y analizando las ventajas y el ahorro que representa para el estado el uso de la sanidad privada. Por ello, con el argumento firme de que los ciudadanos con seguro privado contribuyen doblemente al sostenimiento de la sanidad pública, desde el sector asegurador solicitamos deducciones fiscales para el seguro de Salud.
Desde MAPFRE abogamos por extender el seguro de Salud entre la población, con el compromiso de prestar siempre una atención y servicio de calidad al paciente. En línea con ese compromiso, establecemos como claves y retos de futuro en la gestión sanitaria fomentar la prevención y abordar un planteamiento y respuesta adecuada a la cronificación de enfermedades y atención a personas mayores. |