Miércoles, 27 de octubre de 2021   |  Número 140
El Hospital Beata María Ana elabora una guía para detectar la aparición del "Síndrome del Cuidador"
Según datos de la Sociedad Española de Neurología, afecta a unas 800.000 personas, principalmente mujeres mayores de 65 años
El 90% de los enfermos de Alzheimer son cuidados por sus propios familiares.

El Alzheimer es la demencia neurodegenerativa más común en nuestro país. Según datos de la Sociedad Española de Neurología afecta a unas 800.000 personas, principalmente mujeres mayores de 65 años, y es que la edad es el principal factor de riesgo para su desarrollo. Tanto es así que en España un 5% de las personas de 65 años padecen alzhéimer, porcentaje que aumenta hasta el 40% en los mayores de  90 años Y la perspectiva no es alentadora: se espera que la prevalencia de la enfermedad se duplique como consecuencia del envejecimiento de la población en los próximos 20 años.

Por sus características, se trata de una enfermedad que convierte a los que la sufren en personas dependientes en poco tiempo. Asimismo, los cuidados que precisan abarcan un amplio espectro, puesto que son enfermos que pueden presentar problemas físicos, conductuales y psicológicos. Sin embargo, y aunque se trata de pacientes complejos en su manejo, en nuestro país alrededor del 90% de las personas que sufren Alzheimer son cuidadas por sus propios familiares, quienes dedican a ellos una media de 15 horas todos los días de la semana.

Esta situación deriva en no pocas ocasiones en una sobrecarga del cuidador, quien deja de lado su propia salud mental y física, viéndose sobrepasado por la situación a la que tiene que hacer frente. Los cuidadores deben entender que su nueva tarea ha de integrarse y compaginarse con su contexto de vida, atendiendo a sus propias necesidades físicas, emocionales y sociales para evitar caer en el conocido como “Síndrome del Cuidador”, la patología que afecta al 30% de los cuidadores y que, además, puede repercutir negativamente en las atenciones que presta al enfermo.

Con el objetivo de ayudar a las personas que se encargan de los cuidados de los enfermos de Alzheimer, la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana ha elaborado un pequeña guía que recoge cinco consejos para poder detectar a tiempo la aparición del “Síndrome del Cuidador” y para prevenir su aparición.

1. Prestar atención a señales de alarma

La aparición de una enfermedad como el Alzheimer en el seno de una familia es algo sobrevenido que requiere de un aprendizaje y una aceptación por parte de la persona que se va hacer cargo del enfermo. Por ello,  es importante saber gestionar y minimizar sentimientos y emociones negativas, como la culpabilidad o la tristeza, que van a aparecer en algún momento. Asimismo, es necesario prestar atención a pequeños cambios en los hábitos de alimentación, de sueño o en el estado de ánimo, que de no ser capaz de gestionar personalmente habrá que tratarlos de manera profesional, a fin de evitar que se conviertan en un problema mayor.

2. Preservar la vida social y cuidar las relaciones

Los enfermos de Alzheimer, sobre todo a partir de determinados estadios de la enfermedad, requieren de una atención constante, porque se convierten en personas dependientes. Sin embargo, es fundamental que el cuidador pueda dedicarse tiempo a si mismo, manteniendo sus relaciones sociales, aficiones o actividades de ocio que realizaba antes del comienzo de la enfermedad. El bienestar del cuidador influirá en las atenciones que ofrezca al enfermo, por lo que es imprescindible que cuide de si mismo.

3. Realizar ejercicio físico

El cuidado de los enfermos de Alzheimer requiere de una gran carga física. Por este motivo, es importante que los cuidadores encuentren en su día a día tiempo para realizar ejercicio físico, de modo que puedan mantener un buen estado de forma, que les ayudara en sus labores con el enfermo y contribuirá, además, a mejorar su estado de ánimo y su salud mental.

4. Alimentarse correctamente

Una correcta alimentación es la base de cualquier persona saludable. Comer bien, dedicando el tiempo necesario a cada comida, y siguiendo un dieta rica en frutas y verduras, ayudará al cuidador a obtener la energía necesaria. Además, una dieta equilibrada contribuirá de manera positiva a mantener un buen estado de salud general en la persona.

5. Seguir una rutina de descanso

Es muy importante que el cuidador tenga marcada una adecuada rutina de sueño y descanso. La falta de sueño puede provocar déficit de atención, irritabilidad, o somnolencia, lo se puede traducir en una disminución de la energía y la paciencia necesaria que requiere la atención de un enfermo de Alzheimer. disminuir la paciencia necesaria que requiere la atención de una persona con Alzheimer.

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