Viernes, 18 de octubre de 2019   |  Número 118
El Hospital Beata María Ana lidera con la UFV una investigación en fibromialgia y la depresión
Un 60% de los pacientes con depresión han experimentado una mejoría significativa y un 58% de los pacientes con dolor crónico han reducido o cesado la ingesta de analgésicos
Juan Pablo Romero.

El Dr. Juan Pablo Romero, Neurólogo de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, ha puesto en marcha junto con la Universidad Francisco de Vitoria y el apoyo del CSIC una investigación pionera en nuestro país para el tratamiento de la fibromialgia, el dolor crónico y la depresión a través de una novedosa técnica denominada “Estimulación Transcraneal con Corriente Directa” (TDCS).

La técnica, que cuenta con la aprobación de la Unión Europea y Estados Unidos para su uso clínico, consiste en la aplicación de una mínima corriente eléctrica que permite modular la plasticidad cerebral de los centros neuronales encargados de la percepción del dolor o de la regulación del ánimo.

“Se trata de una terapia no invasiva. El paciente recibe durante 10 días seguidos diferentes sesiones de media hora de duración, en las que se le coloca un gorro con dos electrodos conectados a una batería que emite una corriente eléctrica de 2 mili amperios. Se trata de una corriente tan baja que es imposible que genere ningún tipo de daño en las neuronas”, asegura el Dr. Romero.

Los primeros resultados de la aplicación de la terapia utilizada en el tratamiento de la depresión, muestran que no elimina de forma completa la ingesta de fármacos, pero intensifica notablemente sus efectos. Así, hasta un 60% de los pacientes tratados experimentaron una mejoría significativa y un 18% de ellos dejaron de experimentar los síntomas de la depresión. 

En cuanto al tratamiento del dolor, los pacientes que han sido tratados con TDCS han reducido notablemente las dosis de analgésicos, incluso algunos han podido suprimir su ingesta. Asimismo, un 58% de ellos han experimentado un alivio del dolor para la fibromialgia en tan solo dos semanas de tratamiento, con la consiguiente mejora de la calidad de vida.

Los criterios de selección de los pacientes que se pueden tratar con TDCS son estrictos: “No todos los enfermos con dolor son candidatos para ser tratados con esta técnica. Es fundamental que el neurólogo establezca el tipo de dolor que tiene el paciente y determine si es el tratamiento mas adecuado”, afirma el Dr. Romero, quien incide también en la necesidad de aplicar la técnica correctamente y tener un control previo y posterior a la duración del tratamiento.

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