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Viernes, 23 de enero de 2015   |  Número 66
editorial
El hospital líquido, una realidad de hoy que nos aproxima al futuro

El hospital líquido trata de “romper” las paredes del hospital y salir afuera, acercándose a pacientes y familias, aproximando cada vez más la asistencia al entorno real del paciente a través de múltiples mecanismos de base tecnológica (laptop, Smartphone, Tablet, Wearables, Domótica médica….), donde internet con todo su potencial y herramientas tiene mucho que ver y que aportar en todos sus formatos: blog, redes sociales, portales temáticos, app, webcasting, portales institucionales, medicina “online” (telemedicina, telerehabilitación, teleasistencia, teleformación o e-learning, big data),etc…

Que las aplicaciones móviles sean uno de los requerimientos de los facultativos europeos que utilizan las TIC en el desarrollo de su trabajo no es baladí. El incremento de la penetración de smartphones, así como de las redes 3G y 4G, desemboca en una importancia significativa del uso de plataformas móviles para servicios de salud. Tal es así que se espera que el mercado de la mHealth (mobile health) alcance los 23 billones de dólares para 2017, según el informe de PWC “Touching lives through mobile health. Assessment of the global market opportunity” (febrero 2012).

El mercado global de la mHealth ha comenzado a tomar forma. Actualmente, Europa acapara el 30 por ciento de la cuota de mercado de la Health Mobile, el mismo porcentaje que Asia/Pacífico; mientras que Estados Unidos abarca el 28 por ciento, y el 14 por ciento restante queda repartido entre Latinoamérica y África.

Podemos decir que este mercado puede categorizarse en dos áreas: soluciones para pacientes y fortalecimiento de los sistemas sanitarios. Las oportunidades para este merado en Europa están enfocadas en la teleasistencia o telemedicina en un 65 por ciento; mientras que un 6 por ciento se centra en herramientas móviles de ayuda al profesional; un 8 por ciento en diagnóstico; un 16 por ciento en tratamientos; y un 2 por ciento en prevención.

Centrándonos en un primer momento en la mHealth enfocada a la ayuda al profesional sanitario y al diagnóstico o tratamiento, cabe destacar la propagación de aplicaciones profesionales móviles en países como Estados Unidos, donde apps como Epócrates o Medscape Mobile han cobrado suma importancia en la práctica clínica. De hecho, más de 350.000 médicos de EE.UU. utilizan cada una de ellas.

Según un estudio de Manhattan Research, Epócrates es la aplicación médica móvil más utilizada, y más del 80 por ciento de los médicos la consulta en su smartphone más de 12 veces por semana, la amplia mayoría de las veces con el paciente delante o entre visitas de pacientes. En España existen ya aplicaciones parecidas que van cobrando protagonismo entre la comunidad médica, como la lanzada el año pasado por la startup eDoctores bajo el nombre de iDoctus.

Los avances tecnológicos de los últimos años han generado numerosos adelantos en el campo de las telecomunicaciones, investigación y, por supuesto, en el campo sanitario. Las empresas de tecnología sanitaria están trabajando de forma proactiva en los últimos años para lograr que esa integración de la actividad “online” en el sistema sanitario sea una realidad.

Los cambios epidemiológicos y demográficos hacen que la esperanza de vida aumente con el paso de los años, lo que supone un envejecimiento de la población y una mayor incidencia de las enfermedades crónicas como asma, diabetes o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), entre otras. Es precisamente hacia este tipo de enfermedades, las crónicas, hacia donde se está dirigiendo gran parte de la innovación en tecnología sanitaria.

Esa situación sociosanitaria hace necesario tener en mente nuevas opciones que permitan una asistencia de calidad pero basada en el uso de herramientas que optimicen recursos; probablemente de esa forma, logrando gestionar la “cronicidad” adecuadamente mediante estas herramientas, se colabore a tener un sistema sanitario sostenible.

En este punto, el sector sanitario privado es un buen ejemplo de ello, ya que se le considera un agente dinamizador y difusor de innovaciones tecnológicas en el entorno asistencial. La telemedicina, la historia clínica digital, la cita previa “online” o la monitorización mediante dispositivos y las aplicaciones son algunos ejemplos de lo que la tecnología ha conseguido en este sector.

La incorporación de la historia clínica es uno de los avances más destacados en este entorno sanitario. Cada vez son más los hospitales que cuentan con este sistema que ofrece grandes ventajas y que se traducen, en el caso del profesional, en poder disponer de los datos (análisis clínicos, pruebas diagnósticas o imágenes radiológicas) de cualquier paciente desde cualquier dispositivo electrónico. Y, para el paciente, en la posibilidad de concertar una cita con el médico o consultar los resultados de una prueba de forma online sin la necesidad de acudir a la consulta del especialista.

La telemedicina o la prestación de servicios de medicina a distancia es otra de las novedades de algunos hospitales y clínicas privadas. Esta tecnología permite que médico y paciente interactúen por medio de una webcam sin necesidad de consulta física en el centro. Esta herramienta permite evitar desplazamientos innecesarios, optimizar tiempos y realizar un seguimiento más personalizado del paciente. El eje principal de este sector emergente es y serán los pacientes crónicos, la mayoría con más de 70 años, que consumen la gran parte de los recursos del sistema de salud. La monitorización de estos pacientes con terminales en casa permite mejorar la calidad de vida y reducir la saturación de los centros sanitarios.

Se espera que cerca del 30 por ciento de este tipo de servicios de telemonitorización incrementen sus beneficios por encima de los 4,3 billones de dólares para 2017, según el informe anteriormente citado de PWC, y que las aplicaciones enfocadas al manejo remoto de enfermedades crónicas ganen el 70 por ciento del mercado.

Sin embargo, en España solo se están dando algunos pequeños pasos porque el desarrollo e implantación de la telemedicina exige cierta reingeniería de los procesos y de gestión de los equipos médicos.

El abanico es amplio, y cada vez más. Ahora queda que la iniciativa de la empresa tecnológica sea acogida en el ámbito sanitario como se merece y pueda aportar todo su potencial en aras de dotar de una mayor eficiencia, sostenibilidad y solvencia al propio Sistema, que buena falta le hace.

 

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