Redacción. Murcia
El Servicio de Urgencias y de Cirugía General del Hospital USP San Carlos de Murcia ha puesto en marcha una Unidad de Cirugía sin Sangre en la que se presta una atención integral a los pacientes que manifiestan su inquietud hacia el uso de transfusiones durante una cirugía. Esta opción también da respuesta a las situaciones que se desencadenan por la escasez de donaciones de sangre, especialmente en momentos críticos, como la Navidad o las vacaciones estivales.
Hospital USP San Carlos de Murcia.
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Para ello, la Unidad cuenta con un equipo de profesionales con una especial sensibilidad hacia estas situaciones y una amplia experiencia en técnicas que minimizan la pérdida de sangre durante el acto quirúrgico y evitan el recurso a la transfusión. Se trata de una cirugía segura que se lleva a cabo con el mismo instrumental que en la generalidad de cirugías. Para el paciente se traduce en una reducción de complicaciones intrahospitalarias, menor tiempo de hospitalización y una más rápida recuperación.
Generalmente, se ha asociado este tipo de unidades a determinadas creencias religiosas. Sin embargo, el abanico de pacientes que solicitan la cirugía sin sangre es muy amplio. “Entre nuestros pacientes contamos con personas que actúan movidas por convicciones personales, no sólo religiosas, personas convencidas de que es importante hacer un uso racional de la sangre como un bien preciado, y otras que prefieren usar la propia sangre en caso de necesidad durante una cirugía”, explica el doctor Montoya. Éstos últimos son pacientes que expresan su voluntad de minimizar el uso de derivados de la sangre pero que, llegado el momento, aceptarían una transfusión de sangre propia o de donante si fuera necesario.
Además, hay un grupo de pacientes en los que la transfusión está contraindicada por motivos médicos (determinados pacientes pluripatológicos o con problemas del sistema inmune). Incluso está demostrado científicamente el aumento de recidiva de enfermedad oncológica de cáncer de colon en pacientes que son sometidos a transfusión, por lo que hay que intentar evitarla todo lo posible.
Cuando llega un paciente a la Unidad de Cirugía sin Sangre, se le plantean todas las alternativas con las que cuenta la Unidad de cara a satisfacer al máximo sus requerimientos: antes de la cirugía el paciente entra en un programa preoperatorio en el que sigue un tratamiento y una dieta con el objetivo de estimular la creación de glóbulos rojos y así minimizar el riesgo de una anemia postquirúrgica, y debe seguir una serie de recomendaciones sobre sus hábitos de vida.
Además, si se trata de un paciente que admite transfusión de sangre propia, se realiza la extracción durante este período para poder disponer de su sangre si hiciera falta. Durante la cirugía se emplean técnicas mínimamente invasivas y un instrumental cuyo uso ya se ha generalizado y que permite “seccionar tejido a la vez que sellamos los vasos para reducir al mínimo el sangrado”.
Actualmente, la Cirugía sin Sangre es posible en la totalidad de las cirugías. El equipo de la unidad de USP San Carlos está especializado en el uso de estas técnicas menos agresivas en el espectro de la cirugía general y digestiva; endocrina, de tiroides y suprarrenal y la cirugía oncológica de mama.
“Se trata de un concepto de asistencia en el que la personalización en el trato es extrema ya que requiere que analicemos cada caso de forma individual para ofrecer el mejor tratamiento, ajustado a los requerimientos de cada paciente, y con un seguimiento individualizado”. Para ello es fundamental que la relación médico-paciente sea de absoluta confianza. “El paciente tiene que tener la seguridad de que, cuando expone su situación, vamos a entenderle y a ofrecerle alternativas acorde a sus principios”, afirma el doctor.
“Nuestra preocupación como médicos siempre ha sido hacer un uso racional de la sangre, pero ahora trabajamos en este campo con protocolos basados en la evidencia científica, lo que nos permite el triple objetivo de, además de velar por un bien escaso, atender los requerimientos de los pacientes garantizando la máxima seguridad”, concluye.
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