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Viernes, 11 de abril de 2014   |  Número 58
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ALIANZA ENTRE EL SECTOR PRIVADO Y EL PÚBLICO
El IDIS reclama un Pacto por la Innovación
Más del 50 por ciento de los equipamientos de alta tecnología se encuentran en la sanidad privada

Redacción. Madrid
“La innovación está en grave riesgo en el sistema sanitario a costa de los recortes”, ha explicado a Publicación de Sanidad Privada Juan Abarca, secretario general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), tras la ‘Jornada de innovación en el sector sanitario privado’ organizada por el IDIS en Hospital Quirón Barcelona junto a Farmaindustria, la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) y la Asociación Española de Bioempresas (Asebio). “Lo ideal sería que tanto la sanidad privada como la pública apostaran por la innovación y tuvieran las posibilidades económicas para hacerlo”, pero la realidad dice que las Administraciones han recortado sus presupuestos sanitarios, complicando la actualización de los equipos, como ha puesto de manifiesto un reciente informe de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) en el que se denunciaban unos niveles de obsolescencia tecnológica que alejan a España de los patrones europeos.

De izquierda a dereda: el secretario general del IDIS, Juan Abarca; el presidente del IDIS, Javier Murillo; la presidenta de Asebio, Regina Revilla; el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés; el presidente de Fenin, Daniel Carreño, y el director general del IDIS, Manuel Vilches.


El caso de la sanidad privada es distinto. Como recuerda Juan Abarca, el sector “está obligado a invertir”, tanto para ser atractivo para el ciudadano como para competir con el resto de operadores privados. Así, ha explicado que la innovación tecnológica, en especial la más avanzada, “es un elemento de distinción del sector sanitario privado y es una prioridad”. En este sentido, Abarca ha apuntado que equipos como los robots, las resonancias 3T o la radiocirugía “están muy mayoritariamente en centros privados”.

De hecho más del 50 por ciento de los equipamientos de alta tecnología sanitaria se encuentran en el sector hospitalarios privado. Tal y como ha explicado el presidente de Fenin, Daniel Carreño, la inversión tecnológica en este sector “se aprecia rápidamente, ya que los beneficios revierten en el propio sistema sanitario: menos efectos adversos, mayor volumen de práctica clínica y mayores niveles de satisfacción en los pacientes y en los profesionales”, además de una mayor eficiencia. Todo esto “repercute en ahorros directos e indirectos, tanto en términos económicos como sociales, sanitarios y de calidad de vida”.

Ante esta situación divergente de posibilidades el sector sanitario privado propone desde hace algún tiempo poner en marcha un Pacto por la Innovación entre el sector privado y el público. Este acuerdo debería servir para que la sanidad pública aprovechara las inversiones en alta tecnología que el sector privado lleva a cabo. Es decir, a través de la tecnología la sanidad privada podría ofertar servicios al sistema sanitario público que este no puede ofertar porque no cuenta con la técnica necesaria. La consecuencia directa de este plan sería que el sector privado invertiría más en la incorporación de tecnología en la situación actual de recortes en los presupuestos públicos, con lo que, a través de conciertos, la sanidad pública podría ofrecer las tecnologías más avanzadas a través de conciertos.

Precisamente en este sentido se expresaba el presidente del IDIS, Javier Murillo, durante la ‘Jornada de innovación en el sector sanitario privado’. Según ha explicado Murillo, “la apuesta del sector privado por la innovación constituye una razón más para seguir avanzando en la relación público-privada. Estamos convencidos de que fomentando las fórmulas de colaboración podríamos encontrar caminos que permitan facilitar el acceso a las mejores tecnologías a todos los ciudadanos de manera más rápida y eficiente. Es momento de que veamos al sistema sanitario como único y de que pongamos a disposición de la sociedad todos los recursos del sistema para garantizar el acceso a todos los pacientes a la tecnología más innovadora y vanguardista que permita obtener los mejores resultados en salud”.

Papel estratégico de la I+D

Durante la inauguración de la Jornada, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés,  ha puesto de manifiesto el papel estratégico de la I+D biomédica en la economía del país, por su efecto arrastre sobre otros sectores y su aportación imprescindible en la mejora de la competitividad del país. En esta línea, los expertos reunidos han apuntado la inquietud de la sanidad privada por seguir mejorando en este campo y muestra de ello es la cada vez mayor participación por parte de los centros privados en ensayos clínicos. Así, el sector ha participado en un total de 756 ensayos clínicos entre el 30 de marzo del 2004 y el 30 de junio de 2013, con un número global de 1.198 participaciones, según los datos del Proyecto BEST de Excelencia en Investigación Clínica de Medicamentos en España, una iniciativa puesta en marcha hace ocho años por Farmaindustria con el fin de fomentar la inversión en I+D mediante la objetivación y monitorización de los procesos de investigación clínica que se realizan en nuestro país, y que permite identificar las diferentes prácticas y tomar medidas consecuentes que permitan mejorar su eficiencia y competitividad en el terreno. “Su objetivo final es identificar los factores de éxito que conducen a una investigación clínica más eficiente y compararlos a escala nacional e internacional”, ha afirmado Arnés.

Por especialidades, Oncología, Cardiovascular y Neurociencias son las áreas terapéuticas que realizan un mayor número de ensayos clínicos con participación privada, mientras que Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana son las comunidades con mayor número de participación de centros privados, con 395, 291 y 159 ensayos respectivamente.

Por su parte, desde el sector biotecnológico, la presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), Regina Revilla, ha destacado el papel de las empresas biotecnológicas en el desarrollo de productos y servicios de alta tecnología en el ámbito de la medicina personalizada, algo de vital importancia para mejorar la salud y la sostenibilidad del sistema sanitario, debido a que permite detectar cuáles son los pacientes que pueden obtener un beneficio clínico en función de sus características.

De acuerdo con la opinión generalizada en el encuentro, el uso de estas tecnologías permitirá un abordaje clínico más eficaz y menos costoso antes de tres años. Según ha explicado Revilla, en Asebio se trabaja “para que el entorno hospitalario (especialistas y gerentes) conozca a una generación de compañías biotecnológicas españolas con productos y servicios innovadores, a nivel mundial, en el área de la medicina personalizada basada en biomarcadores. Actualmente, estamos promoviendo programas piloto de compra pública de tecnología innovadora, con acciones que podrían tener un claro exponente de complementariedad en el sector privado”. “Nuestro país tiene todavía mucho camino por recorrer en la implantación de estas tecnologías en el Sistema Nacional de Salud. Por ello, vemos claramente una ventaja competitiva en centros privados que están tomando la iniciativa en la implantación de biomarcadores para ofrecer al paciente un servicio más eficaz y personalizado”, ha añadido.
 

 

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