Redacción. Madrid
Tan sólo un año y medio después de que empezaran a colocarse en España los primeros marcapasos gástricos, este novedoso sistema se ha consolidado como la opción óptima para numerosos pacientes con obesidad que buscan un abordaje quirúrgico para combatir su problema. El carácter mínimamente invasivo del marcapasos abiliti ha convertido a este sistema en la alternativa ideal para los pacientes con obesidad que tienen miedo a las modalidades quirúrgicas más agresivas, como el by pass o la gastrectomía tubular, y que están concienciados sobre la necesidad de cambiar de hábitos alimentarios.
El doctor Manuel Miras.
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En concreto, tras un seguimiento medio de un año, los pacientes con abiliti han logrado perder de media el 45% de su peso sobrante, según los resultados obtenidos durante este tiempo por el equipo médico que realiza el seguimiento de estos pacientes en la Clínica La Luz, centro pionero en España en la implantación de este dispositivo.
En cualquier caso, los pacientes que han obtenido un mayor beneficio son aquellos que tenían un Índice de Masa Corporal (IMC, variable que se calcula dividiendo el peso de una persona por su altura en metros al cuadrado) de entre 30 y 40, que han perdido el 53,91% del peso sobrante. No obstante, entre los pacientes con tasas de obesidad más elevadas (IMC superior a 44) la pérdida de peso ha sido, de media, del 36% del exceso de peso, según los datos presentados recientemente en Madrid en el I Congreso Médico-Quirúrgico de la Obesidad por el doctor Manuel Miras, responsable de la Unidad de Cirugía Laparoscópica de la Obesidad Mórbida de La Luz.
Control a distancia
El sistema abiliti funciona generando leves estímulos eléctricos en el estómago a través de un pequeño electrodo, estímulos que provocan sensación de saciedad cuando la persona trata de comer o beber fuera de las horas indicadas, lo que permite no sólo un control a distancia (mediante Internet) por parte del especialista, sino también la reeducación alimentaria del paciente para que adquiera hábitos alimentarios más saludables y coma menos.
La escasa agresividad de la intervención necesaria para implantar el electrodo queda perfectamente ilustrada mediante los tiempos de cirugía de los 22 pacientes que han llevado el dispositivo entre 12 y 24 meses. Según los datos presentados por el doctor Manuel Miras, la duración media de la intervención quirúrgica fue de 53 minutos, con un tiempo de estancia hospitalaria menor de 24 horas.
Como media, los pacientes con abiliti vuelven a hacer su vida cotidiana a las 48 horas de la implantación del dispositivo. Además, en sólo seis horas pueden beber, a las 12 ingerir alimentos triturados y en apenas 24 horas pueden volver a comer alimentos sólidos. No se ha registrado ningún efecto adverso postquirúrgico. Tan sólo uno de los pacientes pidió rebajar la intensidad de la estimulación eléctrica y a otro le fue retirado el dispositivo a petición propia, operación que tampoco reviste gravedad alguna y se realiza en breve espacio de tiempo en caso de ser necesario.
Según los datos disponibles, las mayores pérdidas de peso se registraron en dos pacientes con IMC de 30 y 36, que perdieron respectivamente el 87% y el 71% del peso sobrante. En el extremo contrario la persona con el dispositivo que ha perdido menos peso es un paciente con IMC 42 que ha perdido el 27% del exceso de peso.
Mejorar la relación con la comida
Además, de acuerdo con los resultados del TFQ (Three Factor Eating Questionnaire), una herramienta psicológica utilizada para explorar la conducta alimentaria que mide los aspectos que llevan a una persona a engordar, los pacientes con abiliti mejoran mucho en su relación con la comida: conocen cuánto engorda lo que comen y ya no calman su ansiedad con los alimentos.
Una de las grandes ventajas es abiliti es que su implantación es mínimamente invasiva en comparación con otros procedimientos de cirugía bariátrica, tal como resalta el doctor Miras. “El implante de abiliti presenta numerosas ventajas: además realizarse mediante una cirugía mínimamente invasiva, que supone sólo un día de estancia en la clínica, no se altera de ninguna manera ni la anatomía ni la fisiología del estómago, por lo que el paciente no cambia sus hábitos de vida”.
Según este especialista, el dispositivo puede permanecer implantado todo el tiempo que sea preciso, puesto que puede activarse y desactivarse en función de las necesidades del paciente. Además, si fuera necesario, por cualquier motivo, retirar el dispositivo, es perfectamente factible hacerlo mediante una sencilla intervención sin complicaciones.
Pero el uso de abiliti tiene otras ventajas adicionales que no se limitan a la pérdida de peso. Así, en el caso de pacientes con patologías asociadas de tipo metabólico, como la diabetes, el sistema permite un seguimiento estrecho de las cifras de glucemia.
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