H.G./M.J.P./S.M. Madrid
En enero de 2013 entrará en vigor la receta médica privada, una medida aprobada por la Asamblea General de la Organización Médica Colegial (OMC) el pasado junio para garantizar la seguridad y la autenticidad de la prescripción, según lo establecido en el Real Decreto 1718/2010 de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, publicado en diciembre de 2010. A partir de entonces, todas las recetas que extiendan los médicos, odontólogos y podólogos de la sanidad privada española tendrán un formato homogéneo, que incluirá un código de verificación electrónica (CVE). Esto permitirá comprobar la autoría de la receta (facultativo, colegio y especialidad), el medicamento prescrito y la farmacia que lo dispensa.
Reunión de la Asamblea General de la Organización Médica Colegial.
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“El RD impone los requisitos que debe tener la receta médica privada para igualarlo en todos los sitios. La receta de la sanidad pública está muy estandarizada, pero en la privada no había ningún control sobre la capacidad de prescripción de los profesionales. Esta medida aporta seguridad al usuario, evita confusiones y errores, y limita la responsabilidad de unos y otros”, opina Juan Abarca Cidón, secretario general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). “Desde el sector privado apoyamos todo lo que sea ahondar en calidad para el paciente y todo lo que fomente la interoperabilidad entre la sanidad pública y la privada”.
En la misma línea, y dado que el principal objetivo del IDIS es “la mejora de la calidad en todo el proceso asistencial”, su presidente, José Ramón Rubio, comenta que “en relación con la prescripción, y teniendo en cuenta la libertad de criterio del profesional, no cabe duda de que la propuesta debe tener en cuenta un objetivo fundamental: el del mejor cumplimiento terapéutico de nuestro pacientes”. Rubio espera que esta medida “sirva y cumpla con estos criterios irrenunciables para el IDIS”.
Objetivo: conseguir la absoluta trazabilidad del medicamento
Según José María Nieto, representante nacional de Medicina privada por cuenta ajena de la OMC, la nueva receta privada “revaloriza el acto médico y evita el intrusismo, puesto que no se puede duplicar”. “Cada médico y cada receta tendrán un código único, con lo que se pretende seguir la trayectoria desde el médico al paciente”, destaca Nieto.
Para conseguir lo que Manuel Carmona, representante nacional de Medicina privada por cuenta propia de la OMC, define como la “absoluta trazabilidad del medicamento”, las recetas en papel funcionarán como cheques y cada una llevará un código proporcionado por la OMC. “Cuando un médico necesite un talonario se lo pedirá a su colegio y éste a su vez al consejo.
Así, la receta privada “impone un control estricto en la prescripción y dispensación del medicamento para evitar falsificaciones y que cualquiera pueda emitir una receta. Con la receta privada se pretende controlar quién y qué prescribe, así como quién lo dispensa. Además, se podrá saber quién es el responsable de no haber previsto las posibles reacciones adversas y efectos secundarios”, señala el vocal deMedicina privada por cuenta propia. Con respecto a otras formalidades, Carmona indica que la receta en papel servirá para una sola dispensación y quedará anulada después, y que no permite la multiprescripción para varios meses, lo que, en su opinión, supone “un paso atrás”.
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Para la Federación Nacional de Clínicas Privadas (FNCP), el desarrollo de esta medida tiene una doble vertiente. Por un lado, celebra que “se evitarán las falsificaciones porque habrá un mayor control de las recetas médicas por parte de los colegios profesionales”, tal y como afirma Valentín Ballesteros, vicepresidente de la FNCP. Pero por otro, en la FNCP creen que, si el objetivo es ahorrar en el gasto, “no se logrará” y que “aumentará el coste de la sanidad para el Estado porque crecerá el número de visitas a las consultas y el trabajo burocrático del facultativo”.
En la FNCP también lamentan que el informe que se le entrega al paciente tras su alta no sirva para retirar sus medicamentos en una farmacia. “De esta forma, los médicos tendrían que cumplimentar otras recetas con cada una de las dispensaciones, lo que aumentará el trabajo administrativo de los facultativos de hospitales y clínicas. Otra opción es que el paciente acuda al médico de Familia tras su alta para recibir cada una de las recetas”, dice Ballesteros, quien sostiene que, en este sentido, este real decreto “es mucho más para los médicos de Familia”.
La receta privada electrónica no es obligatoria, pero ya está en marcha
La OMC ha presentado al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad dos modelos de receta privada: en papel y electrónica. Aunque, por el momento, no es obligatorio que sea electrónica, Juan Abarca Cidón asegura que, como “la gran mayoría de los hospitales privados de España ya trabajan con el sistema de historia clínica electrónica”, los centros del sector privado “no solo están acometiendo el ajustarse a las exigencias normativas, sino que, de manera mayoritaria, están optando por ir directamente a modelos de receta electrónica”.
Según el secretario general del IDIS, la receta privada electrónica “permitirá interoperabilidad entre la sanidad pública, la sanidad privada y las oficinas de farmacia”. Asimismo, el presidente del IDIS, José Ramón Rubio, añade que “cuanto mejor sea el acto prescriptivo y más contribuya a la cumplimentación y seguimiento terapéutico, mejor que mejor para todos”.
Ambos modelos de receta están pendientes del visto bueno del Ministerio, pero en la OMC no saben si llegará a tiempo. “Los vocales provinciales tienen una cierta inquietud porque el 20 enero 2013 los médicos deben haber recibido toda la información y las nuevas recetas ya deben estar impresas y distribuidas”, comenta el vocalde Medicina privada por cuenta propiade la OMC, Manuel Carmona.
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