El sistema sanitario se encuentra en un momento crucial. La constante presión asistencial, debida a múltiples factores sociales y sanitarios, provoca un incremento de la demanda en las necesidades de atención de nuestros pacientes y su entorno. En este sentido, la mejora de la interoperabilidad de los sistemas tecnológicos ayudará a optimizar la calidad, eficacia y eficiencia de los servicios sanitarios y contribuirá a su sostenibilidad, con la finalidad de establecer una serie de recomendaciones que permitan definir un modelo común que favorezca la integración de los diferentes actores del ámbito sanitario.
En el marco internacional existe un claro consenso en la necesidad de desarrollar un modelo de interoperabilidad en el ámbito de la salud electrónica que permita el entendimiento de los sistemas de información, para favorecer el acceso de los pacientes y los profesionales a la documentación clínica, independientemente del sector asistencial en el que trabajen.
La Unión Europea ha desarrollado un marco general de interoperabilidad que abarca diferentes áreas y sectores, a la vez que ha establecido un marco estratégico propio del sector salud; la Estrategia Europa 2020, la Agenda Digital para Europa o el Programa ISA (Soluciones de Interoperabilidad para las Administraciones Públicas Europeas). En Estados Unidos se ha desarrollado una iniciativa denominada ‘Blue Button’, que permite a los ciudadanos acceder a su información clínica desde la página web de cada proveedor sanitario, con el procedimiento de seguridad que estos determinen.
España ha avanzado mucho en el desarrollo TIC en general y, en especial, en el ámbito sanitario. A modo de ejemplo, se pueden destacar proyectos como la Agenda Digital para España (2013-2015), el informe del Consejo Asesor de Sanidad sobre la e-Salud, prioridad estratégica para el sistema sanitario, o el proyecto de Historia Clínica Digital del SNS que se inició en 2006 y que ya se encuentra operativo en 15 comunidades autónomas.
Asimismo destaca el proyecto de interoperabilidad de la receta electrónica en el Sistema Nacional de Salud, el cual pretende establecer un sistema de intercambio de información relativo a la receta electrónica que garantice la prestación farmacéutica a los ciudadanos en movilidad, en todo el territorio nacional.
Por otra parte, cabe reseñar que en España, desde el sector privado, se han llevado a cabo iniciativas orientadas a favorecer al paciente la disponibilidad de su información clínica. De hecho, algunos grupos hospitalarios y aseguradoras disponen de espacios web donde el paciente puede acceder a su información clínica. España necesita disponer de un sistema sanitario que sea interoperable en beneficio del paciente, liderando el cambio organizativo, tecnológico, operativo y cultural que ello significa.
El estudio de la Fundación IDIS ‘Interoperabilidad en el sector sanitario. El paciente como actor principal’ muestra las barreras que dificultan el desarrollo de los proyectos de interoperabilidad en España. En este sentido, el 81,3 por ciento de los expertos entrevistados identifica barreras legales y culturales, seguida de las organizativas -68,8 por ciento-, económicas y operativas -62,5 por ciento- y tecnológicas, con un 18,8 por ciento.
Se considera que el paciente es el mayor beneficiario de un modelo de interoperabilidad clínica. De esta forma, la accesibilidad a su información clínica le permitirá adquirir progresivamente un rol más activo en el cuidado de su salud y una mayor autonomía en la gestión de su proceso terapéutico, implicándose más en su autocuidado y en la gestión de su plan terapéutico (medicamentos, dietas, etc.).
En la medida en la que el paciente pueda disponer de su información clínica será capaz de moverse libremente por el sistema sanitario. Y si el paciente comparte esta información con los profesionales sanitarios, se mejorarán aspectos como la continuidad asistencial, la seguridad del paciente, la práctica clínica, los resultados en salud y la eficiencia de los procesos asistenciales.
Sin duda, esto repercutirá en que para los profesionales será más fácil la coordinación asistencial y la atención clínica de un paciente. Asimismo, dispondrán de información fiable, más tiempo asistencial para dedicar al paciente y una mayor eficiencia de los procesos clínicos.
IDIS, centrándose en la interoperabilidad organizativa, apuesta por un modelo que en su fase inicial tenga, como principal foco de actuación, favorecer la disponibilidad de la información clínica cuando y donde se necesita; no tanto entre diferentes sistemas de información, sino entre los diferentes actores y organizaciones que componen el sistema sanitario español.
Una vez que la información sea accesible y procesable con las obligadas garantías de seguridad y confidencialidad, podremos conseguir grandes avances en multitud de materias como seguridad del paciente, investigación clínica, planificación, medicina personalizada, etc. Asimismo, nuestros pasos ya se dirigen hacia la consecución de un objetivo evidente que es que el paciente sea corresponsable de la gestión de su propia salud situándose en el centro de toda nuestra atención y servicios.
|