¿Quiere recibir la Publicación de Sanidad Privada en su correo de forma gratuita?
Lunes, 23 de junio de 2014   |  Número 60
en portada
TRAS APROBAR LA DIRECTIVA 2013/59/EURATOM
Europa da un plazo de cuatro años para medir y registrar la dosis de radiación que reciben los pacientes
El IDIS y GE Healthcare organizan una jornada para evaluar el impacto de esta normativa

Redacción. Madrid
A principios de año el Consejo Europeo aprobó una directiva (2013/59/Euratom) que obliga a todos los estados miembros de la Unión Europea a que, en el año 2018, se establezcan requisitos más estrictos en cuanto a la información que debe proporcionarse a los pacientes, el registro y la notificación de las dosis de los procedimientos médicos, el uso de niveles de referencia para diagnóstico y la disponibilidad de dispositivos indicadores de dosis. Así se ha puesto de manifiesto en la jornada “Dosis al paciente. Cambios en la protección radiológica tras la nueva directiva”, organizada por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) y GE Healthcare, y que ha tenido lugar en el Hospital Universitario HM Sanchinarro.

 Desde la izquierda: Luis Mayero, vicepresidente del IDIS; Ginés Madrid, responsable de Asuntos Profesionales de la Sociedad Española de Radiología; Luis Campo, presidente de GE Healthcare España y Portugal; Juan Abarca, secretario general del IDIS; Marisa España, expresidenta de la Sociedad Española de Protección Radiológica; Eduardo Fraile, director técnico de la Unidad de Control de Radiodiagnóstico de la Comunidad de Madrid, y Pedro Fernández Letón, jefe de Radiofísica de HM Hospitales.

Se trata de la primera reunión en la que, por primera vez en nuestro país, radiólogos y radiofísicos han debatido sobre el impacto que va a tener esta nueva normativa. Su aplicación requiere, por una parte, de una formación de los profesionales en los nuevos procedimientos. Y, por otra, de la adaptación de los centros hospitalarios para poder cumplir los requerimientos. El secretario general del IDIS, Juan Abarca, ha señalado durante la inauguración de la Jornada que, “sin duda, la aplicación de esta normativa va a suponer una garantía de calidad para los pacientes, teniendo en cuenta que los elevados estándares de calidad de la sanidad privada permiten confirmar el uso adecuado y sometido a estándares internacionales de sus centros hospitalarios, los cuales disponen ya de dispositivos para hacer la medición de las dosis de radiación y el registro de los datos. La apuesta que se ha hecho por equipamientos de alta tecnología y por la renovación de los mismos -evitando la obsolescencia tecnológica- está contribuyendo a tener calidad de imagen apta para el diagnóstico con menores dosis de radiación”.

A pesar de que en la actualidad se utilizan muchas herramientas novedosas que hace unos años no existían sí que es cierto que las nuevas tecnologías permiten obtener una mejor calidad de imagen con dosis de radiación inferiores a las que se tenían hace unos 10-20 años. Esta normativa pretende que se haga un esfuerzo para que la justificación de los procedimientos y el uso mayor o menor de radiación se haga de forma más estricta en base al riesgo-beneficio: “no se puede decir que se empleen dosis excesivas: la dosis tiene que ser la necesaria para obtener una imagen apta para el diagnóstico”, ha asegurado Marisa España, expresidenta de la Sociedad Española de Protección Radiológica.

Por su parte, el doctor Ginés Madrid, responsable de asuntos profesionales de la Sociedad Española de Radiología Médica, ha afirmado que "la tan  necesaria como esperada Directiva Europea, ha sido muy bien recibida por la comunidad radiológica y ha supuesto un nuevo acicate para mejorar la radioprotección de los pacientes en el contexto de la asistencia sanitaria. Al margen de otras novedades, quizás la que mayor impacto podría suponer, sea la obligatoriedad de disponer de equipos radiológicos con exigentes requerimientos técnicos para poder elaborar un registro individual con la dosis que recibe cada paciente, a partir del año 2018. No obstante lo anterior, la Sociedad Española de Radiología Médica, en colaboración permanente con la Sociedad Española de Protección Radiológica, siguen insistiendo en la necesidad de aplicar rigurosamente los principios de "justificación" y de "optimización" de las pruebas radiológicas. Es muy importante conocer la dosis que recibe cada paciente, pero no es menos relevante intentar evitar la realización de estudios innecesarios”.

Formación y tecnología

Cada vez existen nuevos procedimientos y tecnologías; por ello, en esta directiva también se contempla la necesidad de formación de los profesionales. “En la actualidad los equipos disponen de diversas herramientas para la optimización de dosis, pero es esencial que se conozcan bien y se utilicen correctamente manteniendo siempre la calidad de la imagen. La formación debe ser un esfuerzo compartido de todos los profesionales que participamos en estos procedimientos para mejorar la atención del paciente”, ha añadido Marisa España.

En todo caso, es necesario apostar por soluciones que mejoren la comodidad y experiencia cuando se somete a una prueba de imagen médica y que se minimicen los riesgos de radiación en el paciente. Según Luis Campo, presidente de GE Healthcare, "existe una creciente preocupación por la radiación a la que se exponen los facultativos y pacientes en pruebas diagnósticas, tales como las realizadas en los TAC. Esa preocupación nos ha llevado a desarrollar tecnologías que reducen el grado de exposición. Sin embargo, tan importante como lo anterior, es poder gestionar la información de dosis recibida. DoseWatch* es una solución que permite medir la radiación por prueba, analizar, corregir en caso de que fuera necesario, e informar a los pacientes. Una realidad que en un futuro podría derivar en la disposición de una cartilla radiológica, que contenga toda nuestro historial de dosis recibida".

La incorporación de la innovación tecnológica es un ámbito al que el sector privado pone especial atención, ya que se esfuerza por incorporar en sus centros los nuevos avances y, de hecho, los hospitales privados cuentan con más del 50 por ciento de los equipamientos de alta tecnología: en concreto, más del 57 por ciento de las resonancias magnéticas, el 54 por ciento de los PET y el 36 por ciento de los TAC. Tal como ha destacado Luis Mayero, vicepresidente del IDIS, “esta apuesta de la sanidad privada por las nuevas tecnologías que es tan obvia es clave para afrontar los retos a los que se enfrentan los profesionales sanitarios: además de mejorar el diagnóstico y permitir la detección y el tratamiento precoces, mejoran la seguridad de los pacientes y hacen más eficiente el trabajo”.

 

Para recibir Publicación de Sanidad Privada en su correo pinche aquí
| La información que figura en esta edición digital está dirigida exclusivamente al profesional destinado a prescribir o dispensar medicamentos por lo que se requiere una formación especializada para su correcta interpretación |

© 2004 - 2024 Sanitaria 2000, S.L.U. - Todos los derechos reservados.