Viernes, 14 de febrero de 2020   |  Número 122
Fiebre y bebés: cómo tomar la temperatura correctamente
La fiebre puede ser de gravedad en bebés y niños, en los que los síntomas son de mayor riesgo y pueden en algunos casos requerir la hospitalización
Es importante poder tomar la temperatura de forma precisa y rápida a los más pequeños

La fiebre como tal no es una enfermedad. Se trata de un síntoma que indica que nuestros mecanismos de defensa están actuando contra los agentes invasores que pueden causar daños en el organismo. Las infecciones causadas por virus o bacterias y las lesiones de los tejidos pueden, entre otros factores, hacer que aumente la temperatura corporal. Si la temperatura del cuerpo sube por encima del intervalo que se considera normal, entonces hablamos de fiebre.

Sin embargo, la situación cambia cuando se trata de bebés y niños, en los que los síntomas de la fiebre son de mayor riesgo y pueden requerir un tratamiento adaptado e, incluso, hospitalización.

Para ello, es básico poder tomar la temperatura de una manera exacta y rápida a bebés y niños para poder actuar en consecuencia. HARTMANN, líder mundial en termómetros, ofrece una gama de productos bajo la marca Veroval®, que permiten tomar la temperatura de forma precisa y rápida a los más pequeños. Los termómetros infrarrojos permiten mediciones precisas en 1 segundo de la temperatura corporal por lo que están especialmente indicados para bebés y niños.

Hay que tener en cuenta las variaciones de temperatura que existen según el lugar de medición: boca, axila, oído, frente o recto. Así el Intervalo de temperatura normal1) es el siguiente:
Sitio de la medición Intervalo de temperatura normal
Axila                                       de 35,9 °C a 37,0 °C
Boca                                       de 35,9 °C a 37,0 °C
Recto                                       de 36,3 °C a 37,5 °C
Oído                                       de 35,8 °C a 36,9 °C
Frente                                       de 35,8 °C a 36,9 °C

¿Cuándo se considera fiebre?

La temperatura del cuerpo fluctúa de forma natural a lo largo del día. Por ejemplo, es un poco más alta por la tarde que por la mañana. Por eso la temperatura corporal normal debe considerarse como un intervalo. Se considera fiebre a partir de 38,5 °C.

Conforme a las mediciones de la temperatura rectal1), los intervalos pueden clasificarse de la siguiente manera:
• Temperatura corporal normal: de 36,3 °C a 37,5 °C.
• Temperatura corporal aumentada: de 37,6 °C a 38,4 °C.
• Fiebre: de 38,5 °C a 38,9 °C.
• Fiebre alta: por encima de 39 °C.


¿Qué hacer si el bebé tiene fiebre?

HARTMANN como experta en este ámbito, ofrece algunos consejos sobre cómo cuidar de tu bebé con fiebre. Así, como norma general, la empresa alemana establece que lo más importante para tratar la fiebre del pequeño, es prestarle siempre una atención especial que contribuya a su descanso y haga que se sienta protegido por sus padres, ofreciéndole algo de beber cada 30 minutos y comprobando el estado de su temperatura en intervalos regulares.

A partir de ahí, si se alcanza una temperatura corporal de entre 38ºC y 38,9ºC, se aconseja también ofrecerle solamente comida ligera y digestiva y si es necesario, darle medicamentos para reducir la fiebre siempre y cuando se haya consultado antes con un pediatra o profesional sanitario.

Finalmente, en caso de fiebre alta, con una temperatura corporal que alcance los 39ºC o más, se aconsejan también los baños de esponja tibios para rebajar la fiebre del pequeño y evitar el exceso de ropa y mantas que pueden provocarle una subida mayor de temperatura.


Más información en veroval.es/fiebre

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