Redacción. Madrid
Una de las medidas más sencillas y que más impacto tiene en la reducción del contagio de enfermedades es el lavado de manos, que es capaz, por sí solo, de reducir en un 80 por ciento el riego de contagio de diversas patologías gastrointestinales, respiratorias y dermatológicas, entre otras.
Miguel Ángel Lujua, presidente del Grupo IMQ.
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En este sentido, Grupo IMQ, en línea con su apuesta por la calidad asistencial y seguridad del paciente ha realizado una experiencia piloto con una lámpara innovadora capaz de mostrar las zonas de las manos que se encuentran incorrectamente lavadas.
Así, un total de 95 profesionales de Grupo IMQ, pertenecientes a las clínicas IMQ Zorrotzaurre e IMQ Virgen Blanca, Igurco Servicios Sociosanitarios, Avances Médicos (AMSA), Centro Médico IMQ Colón y el Centro de Rehabilitación IMQ Ajuriaguerra, se lavaron sus manos con un preparado de base de solución hidroalcohólica marcado con fluoresceína.
En la iniciativa participaron médicos, enfermeros, técnicos especialistas en Radioterapia, auxiliares de Enfermería, administrativos y personal de limpieza, entre otros.
Una vez lavadas las manos con esta solución, los profesionales las introdujeron en esta ‘lámpara mágica’, dotada de una luz ultravioleta que permitía a los profesionales observar a simple vista las regiones en las que no había llegado la solución y, por lo tanto, no estaban correctamente limpias y desinfectadas. En concreto, las zonas oscuras de las manos colocadas bajo la luz ultravioleta de la lámpara delataban las áreas de las manos mal lavadas.
De manera conjunta con la prueba de esta lámpara de luz ultravioleta, se desarrolló una campaña interna de comunicación basada en el recuerdo de los cinco pasos del protocolo del lavado de manos.
Cinco momentos clave para lavarse las manos
Así, Isabel Urrutia, coordinadora de Calidad y Seguridad del Paciente de Grupo IMQ, recalcó la necesidad de lavarse las manos en cinco momentos clave cuando se trabaja con pacientes en el ámbito sanitario: “Antes del contacto con el paciente; antes de realizar una tarea aséptica; después del riesgo de exposición a líquidos corporales; después del contacto con el paciente; y después del contacto con algún elemento del entorno del paciente”.
La experta explicó que para que la solución hidroalcohólica realice de una manera eficaz su labor de desinfección es necesario “aplicar la solución durante 30 segundos, frotando por todas las superficies, y con especial atención a la limpieza del dedo gordo. También señaló la necesidad de quitarse los anillos, relojes y pulseras antes de lavarse las manos y, en general, en la atención a los pacientes.
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