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Viernes, 29 de abril de 2011   |  Número 7 Año I
Cristina Contel, presidenta de la Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES)
“Hemos sido incapaces de aprovechar las sinergias entre los sectores público, privado y concertado”
Representa a 131 entidades privadas del sector salud que dan empleo a 4.471 facultativos

Javier Barbado. Madrid
Cristina Contel, presidenta de la Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES), representa a 131 entidades privadas del sector salud, una multitud de entidades asistenciales de diversa índole, centros hospitalarios sanitarios no concertados y concertados (sociosanitarios), extrahospitalarios y especializados en diferentes actividades del sector sanitario, todos ellos privados. Cada uno de estos ámbitos asistenciales requiere de líneas estratégicas adecuadas a su perfil y competencia, no obstante, existen denominadores comunes.

¿Cuándo se constituyó ACES y a quiénes representa?

ACES (Associació Catalana d’Entitats de Salut) es una asociación empresarial, fundada en el año 1977, se dedicada a la defensa y promoción de los derechos laborales, empresariales y mercantiles de sus asociados, en el ámbito sanitario, sociosanitario y social de su entorno.

Cristina Contel.

Con vocación de proyección externa, apuesta por la colaboración y establecimiento de alianzas estratégicas con agentes próximos y relacionados con el sector sanitario i social; Y, en los mismos términos, por la calidad asistencial y la excelencia como núcleo de los servicios asistenciales de que disponen sus asociados.

Implicada y abierta a la participación de los miembros que la integran, la disponibilidad y utilidad para la defensa y desarrollo de los legítimos intereses de sus asociados así como su compromiso con el desarrollo empresarial y personal de los profesionales del sector, se configuran como la razón de ser de ACES.

ACES representa en la actualidad a 131 entidades privadas del sector salud, lo que traducido a número de trabajadores nos situaría en 14.137 y en número de facultativos en 4.471. De entre estas entidades y a título de ejemplo, como centros no concertados encontramos el Centro Oftalmológico Barraquer, Clínica Planas, Centro de Medicina Avanzada (CIMA), Clínica FATC, Clínica Corachan, Clínica Tres Torres, Hospital Quiron, Clínica del Remei, Centro Médico Teknon, Hospital General de Cataluña (CAPIO); Como centros concertados estarían una veintena de centros sociosanitarios, además de otras entidades como centros no hospitalarios de rehabilitación, laboratorios como General Lab - LABCO y Echevarne, centros de pruebas diagnósticas como el Grupo Médico CETIR o CDI Manchón, Policlínicas, Centros oftalmológicos, Dentales, entidades de Transporte Sanitario o de servicios asistenciales.

En cuanto a camas, ACES reúne 4.415 de las 30.538 existentes en Cataluña, lo que representa un 15 ,15% del total. Atiende, según Memoria del Departament de Salut 2009, al 19’9% de la actividad de agudos no concertados, lo que supone un 13,8% de las estancias totales. Con un número de primas del sector asegurador 2009 de 1.264 M de euros.

¿Cuáles son las prioridades de este colectivo en este momento y qué planes de acción tiene pensados, como su presidenta, para llevarlas a cabo, teniendo en cuenta la política de contención de gastos que se está llevando a cabo en la sanidad catalana?¿Cómo afecta esta situación al sector sanitario privado en Cataluña?

Como he comentado, ACES representa una multitud de entidades asistenciales de diversa índole, centros hospitalarios sanitarios no concertados y concertados (sociosanitarios), extrahospitalarios y especializados en diferentes actividades del sector sanitario, todos ellos privados. Cada uno de estos ámbitos asistenciales requiere de líneas estratégicas adecuadas a su perfil y competencia, no obstante, existen denominadores comunes.

Teniendo en cuenta la situación de crisis económica en la que nos encontramos inmersos en la actualidad, así como la política de recortes iniciada por la Generalitat de Cataluña, y específicamente en nuestro sector por el Departament de Salut, nuestras prioridades de actuación para afrontar dicha situación, se circunscriben a dos ámbitos.

En primer lugar, los Centros y Entidades Sanitarias No concertadas. Al objeto de poder hacer frente a los ajustes presupuestarios interesamos con carácter prioritario un marco definido, claro y estable del ámbito asistencial en el que concurren en La actualidad centros privados, públicos y concertados, con el fin de dejar clara la actividad asistencial de cada uno de ellos. Sólo así el empresariado catalán del sector salud realizará las inversiones necesarias para continuar creando riqueza, puestos de trabajo, y colaborando con la sanidad pública tanto para descongestionar el sector público como para ayudar a superar la situación de crisis sin menoscabo de los derechos que sobre la salud tienen reconocidos los ciudadanos españoles.

En este sentido proponemos, por un lado, y en relación con el Sector privado No concertado, que la actividad derivada de todas aquellas pólizas de origen privado se reconduzca al ámbito que les es propio, el sanitario privado. Esto es, en cuanto a los acidentes de tráfico, que el SEM “061” se dirija al centro asistencial más cercano y que reúna las condiciones necesarias para poder ofrecer la cobertura adecuada en cada caso, con independencia de que se trate de un centro publico o privado. En la actualidad en Cataluña, este organismo sólo se dirige a centros sanitarios públicos o concertados, pero nunca a nuestros centros privados. Por otra parte, en cuanto a los accidentes de trabajo, que se reconozca la libertad al usuario para poder dirigirse al centro que estime oportuno, de entre los acreditados, dejando sin efecto o introduciendo las modificaciones pertinentes en el Acuerdo Marco firmado por la Generalitat y el Ministerio de Trabajo, el cual relega en último término a los centros privados a la hora de poder atender a dicho contingente. Y por último, hablaríamos en los mismos términos de las Pólizas Escolares y Deportivas.

En segundo lugar, que se ponga fin, con carácter inmediato, al hecho de poder realizar (hasta la fecha circunscrita en el Hospital Universitario Clínic de Barcelona -con Barnaclínic-, Mútua de Terrassa i Althaia) actividad privada en centros sanitarios públicos o mayoritariamente concertados. Práctica que supone una competencia desleal, un abuso de posición dominante además de actuaciones anticompetitivas, y, que estas últimas semanas, ante los recortes de actividad sanitaria pública anunciados, ha sido abanderada por las otras dos patronales catalanas, la UNIO (patronal centros mayoritariamente concertados) y Consorcio Hospitalario y Social de Cataluña (patronal de centros públicos), como posible solución al cierre de servicios sanitarios públicos, ocupación de plantilla disponible y creación de ingresos adicionales.

En tercer lugar, el establecimiento de medidas de desgravación del gasto sanitario; que el ciudadano pueda desgravarse hasta un 15% del gasto realizado en salud, bien derivado de la tenencia de una póliza de seguro sanitario bien para la contratación de otros servicios sanitarios privados, así como fijación de un IVA sanitario reducido que permita a las empresas sanitarias su desgravación, abandonando su condición de entidades “terminales” de IVA.

Y por último, que se reconduzca la interpretación legislativa sobre la “laboralización de los médicos” que prestan sus servicios en entidades privadas, sobre la base de entender que se trata de “relaciones laborales encubiertas”, y se les permita su contratación mercantil.

En lo que se refiere al Sector privado concertado, teniendo en cuenta que el pasado mes de junio 2010 ya se aplicó a éstos centros una reducción en tarifa del 3,21%, equivalente a un 5% de la masa salarial, y que en la actualidad se ha cifrado una reducción a enero del 2011 del 2% en tarifa y política retributiva, además de un recorte de actividad pendiente de cifrar, de hasta un 10% (que llega con la actividad adicional del ICASS hasta un 14%), no es difícil adivinar que se encuentran en una delicadísima situación de viabilidad y de tesorería, máxime si a ello añadimos el retraso en el pago de la facturación de los servicios concertados por parte de la Generalitat de Cataluña.

Para este colectivo así como para aquellos centros con actividad de concurso asignado, interesamos la flexibilidad por parte de cada entidad a la hora de definir y aplicar los recortes de actividad en las líneas asistenciales que estimen más conveniente, así como el compromiso de volver a concertar la actividad recortada, una vez superada esta situación, hasta el mismo nivel de actividad del que disponían estas entidades antes del ajuste presupuestario.

¿Qué grado de implantación tiene la sanidad privada tanto en Cataluña como en el resto del país?

En España, el número de asegurados existentes durante el ejercicio 2010 ha sido de 11.332.025 asegurados con un volumen de primas imputadas al ramo salud que asciende a 6.325 millones d euros (Informe nº 1192, de marzo 2011 ICEA).

En cuanto a la sanidad privada en Cataluña, si la medimos por el número de asegurados en salud existentes durante el ejercicio 2010, asciende a 2.470.974 de asegurados, los cuales representan el 23,14% de la población, y, en cuanto al volumen del número de pólizas del ramo salud éste representa el 22,88%.

Estas cifras nos muestran la enorme importancia y el peso específico de la sanidad privada tanto en Cataluña como en el resto del país. No obstante, estamos asistiendo, en los últimos años, a un fenómeno de “colectivización del seguro salud” que supone un efecto negativo para el sector, tal y como se desprende del Informe IDIS “Impacto de la deducción fiscal a la suscripción voluntaria de seguros privados de salud” (Marzo 2011).

Este proceso de “colectivización” de la pólizas comporta una significativa bajada del precio de las primas que ofertan las compañías, tanto por el campo competitivo de los descuentos al que juegan las aseguradoras como por la mayor capacidad de negociación que poseen los suscriptores de éstos seguros; Y si a ello añadimos la inexistencia de diferencias sustanciales de siniestralidad entre las pólizas colectivas y las individuales, no resulta difícil imaginarse las negativas consecuencias que ello supone tanto para las compañías aseguradoras como para los proveedores de sus servicios, que se ven compelidos a trabajar a precios muy inferiores a los de las primas individuales.

Esta situación debe urgentemente de reconducirse, si no queremos que aseguradoras y proveedores de servicios de salud terminen por ofrecer servicios asistenciales que carezcan del hecho diferencial que incentiva a los ciudadanos a la contratación de pólizas de salud. Los servicios sanitarios tienen un coste y éstos no resulta posible prestarlos por debajo del mismo, so pena de hacerlo en condiciones que no garanticen la calidad y excelencia con la que el sector de provisión privada de servicios de salud trabaja.

¿Ve todavía atomizado, falto de conexión entre sus agentes, al sector sanitario privado?

Si la dicotomía público-privado en el sector sanitario español continúa siendo una realidad latente, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Cataluña, que existe un sistema de naturaleza mixta, la atomización se complica con un tercer agente, que es el sector concertado, aquél que aún siendo privado con o si ánimo de lucro, es proveedor del CatSalut (Departament de Salut), quien le concierta determinadas líneas asistenciales o actividad a través un contrato.

La coexistencia de los tres sectores público-privado y concertado añade, si cabe, mayor complejidad y desconexión, y prueba de ello lo es el hecho de que se haya producido el importantísimo déficit que tenemos. Resulta bastante increíble que entre los tres sectores hayamos conseguido una sanidad tan bien valorada por los ciudadanos y a la vez tan mal gestionada, pues los resultados actuales así lo ponen de manifiesto. En mi opinión, estos tres sectores se han buscado, como vulgarmente se dice, “la vida por su cuenta” y con independencia de un objetivo común (la “sanidad” ni pública ni privada), que es a mi modo de entender el que debería de haber presidido su coordinación (ni integración ni complementariedad), la eficiencia y la eficacia en la gestión de los recursos limitados de los que dispone el sector sanitario, que es uno.

Tengo la firme convicción de que hemos sido incapaces de aprovechar las ventajas, las sinergias, las potencialidades y la obligada complicidad que debería de existir entre estos sectores (público-privado-concertado) para la obtención de un sistema de salud “saludable”; Un sistema en el que el ciudadano tuviera el derecho y la libertad de elegir entre estos sectores- especialista, servicios y/o centros sanitarios – en función del que le ofrezca la posibilidad de ser atendido con mayores garantías, profesionalidad y calidad, al menor coste posible y con independencia de su titularidad pública o privada.

Luchar por la eliminación de esta dicotomía público-privado es obligación de los agentes del sector sanitario; Cada sector debe de mantener sus respectivas parcelas y competencias, en un marco definido y no concurrencial, pues la misión del uno y del otro es distinta, y ello sin perjuicio de que la finalidad sea exactamente la misma, ofrecer la mejor asistencia sanitaria a nuestra población. Ahora bien, a esta manifiesta voluntad de cooperación y coordinación entre sectores debe de sumarse además de la complicidad de todos los agentes del sector, una férrea voluntad política y un compromiso serio que apueste por definir los papeles de cada sector subsumièndolo en un único sistema sanitario.

En breve se cumplirá el primer año de vida del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad, IDIS, del que ACES es patrono. ¿Cómo valora su actividad y qué proyectos tiene en marcha como integrante de su Patronato?

Creo que el IDIS ha venido a cubrir un importantísimo vacío que existía con carácter histórico en nuestro sector. Por vez primera y por voluntad propia de los grupos hospitalarios y representantes de los mismos y de las aseguradoras sanitarias más representativos de nuestro país, se sientan juntos y constituyen un foro de diálogo y debate para la obtención de nuevos retos, compartir información, innovar en los respectivos campos de actuación, buscar medios de colaboración y coordinación con el sistema de salud, establecer alianzas estratégicas y sinergias entre los diferentes agentes y poner sobre la mesa las bonanzas de un sector privado hasta la fecha falto del reconocimiento del que es merecedor por su enorme contribución al sostenimiento del sistema sanitario español.

IDIS ha dado el “primer paso” no en la luna, pero sí en un territorio hasta su constitución desierto y falto de sinergias, hacia un modelo de coordinación y cooperación que haga viable, sostenible y rentable el sistema sanitario al que nos dedicamos tanto las entidades de salud pública como privada.

El IDIS acaba de difundir un informe en el que se demuestra que el Estado ahorraría más de 600 millones de euros si incentivase la contratación de seguros privados a las rentas bajas, en concreto con una desgravación fiscal del 15 por ciento. ¿Cree acertada esta medida en el contexto de la crisis económica?

IDIS fiel a la misión y visión que la integran, está inmersa en diferentes estudios de diversa índole tendentes a la búsqueda de soluciones que nos permitan superar la situación en la que nos encontramos en el sector salud. Las medidas de desgravación, como ya he apuntado, entendemos que pueden ser un importante instrumento para incentivar la contratación de nuevas pólizas de seguro privado o bien para ayudar a mantener estas pólizas las personas que ya las tienen contratadas.

La consecuencia directa e inmediata de cualquier medida tendente al aumento de pólizas de seguro privado, conllevará una menor presión asistencial sobre el sector sanitario público, y, por ende, un ahorro de costos y de actividad que podrá focalizarse en otros ámbitos asistenciales propios del sector público como son la atención de las necesidades de salud de los más desfavorecidos o la liberación de listas de espera.

En este sentido, considero que esta medida, como cualquier otra que permita dotar de mayor eficiencia y eficacia a nuestro sistema sanitario, resulta del todo acertada.
 

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