Redacción. Madrid
Según datos de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, recogidos del Registro Poblacional del Cáncer, durante el año 2015 se detectaron casi 900 casos nuevos de cáncer de mama, unas cifras anuales que van en aumento, siendo el tumor más frecuente y la primera causa de muerte femenina.
María del Mar Travieso Aja, jefa de los servicios de Diagnóstico por Imagen de HSR Las Palmas y Maspalomas.
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"Estamos realmente asombrados: los profesionales estamos viendo mucho, mucho cáncer de mama en Canarias y, lo que es peor, a edades cada vez más tempranas: en mi experiencia personal, la horquilla ha bajado a los 35-45 años", comenta María del Mar Travieso Aja, jefa de los servicios de Diagnóstico por Imagen (Radiología) de Hospitales San Roque Las Palmas y Maspalomas. Asimismo, la experta indica que como primera consecuencia de este fenómeno, está surgiendo entre la comunidad científica la duda de en qué momento recomendar realizarse la primera mamografía, hasta el momento a partir de los cuarenta años.
"La mamografía sigue siendo la herramienta más fiable de detección del cáncer mamario; por eso, la sanidad pública tomó como referencia los cincuenta años para recomendar el cribaje de diagnóstico precoz en base a razones demográficas y médicas, pero las cosas han cambiado rápido: la población ha crecido mucho y no es posible cribar de oficio a tantas mujeres, la sensibilidad social sobre detección precoz ha aumentado, la tecnología nos ayuda a localizar tumores en fases cada vez más tempranas pero, sobre todo, se está adelantando la edad de aparición del cáncer", señala Travieso, también especialista en patología mamaria, quien continúa: "Esta realidad —aunque la investigación científica desconozca todavía el por qué—, nos ha llevado a los profesionales a preguntarnos cuándo comenzar a hacer mamografías de cribaje, porque el uso del mamógrafo es un uso de radiación", aspecto a tener muy en cuenta cuando se habla de mujeres jóvenes: "Por una parte, el tejido de la mama es radiosensible; por otro, las células están diferenciándose todavía, y el ‘efecto estocástico’ (lesivo) puede provocar alteraciones genéticas que deriven en consecuencias indeseadas. Por eso hay que ser muy cuidadoso sobre cuándo se irradia".
En los últimos años, el objetivo principal de la investigación y el desarrollo tecnológico aplicado a la medicina ha sido reducir la cantidad de radiación que recibe el paciente a lo largo de su vida: "De hecho, ese es el valor que destacan los fabricantes de la tecnología radiológica innovadora y algunos servicios de Radiología y hospitales —lo veremos a corto plazo de forma obligatoria— ya hemos empezado a confeccionar el historial radiológico personal, que nos va a permitir sopesar en qué momento y para qué es conveniente aplicar más radiación". La historia radiológica tiene el interés de que no sólo los especialistas podrán evaluar las ventajas e inconvenientes en cada caso, sino que el paciente podrá elegir aquel centro hospitalario que tenga por política reducir las cantidades de radiación.
Fruto de estas observaciones y hechos, "en Hospitales San Roque hemos decidido adaptarnos a los cambios que estamos viendo y, tras bastantes sesiones de trabajo coordinado, los servicios de Ginecología, Cirugía Mamaria y Radiología recomendamos la primera mamografía a partir de los cuarenta años, ya que lo que nadie discute es que el diagnóstico temprano y el tratamiento individualizado son una garantía de supervivencia", explica. Pero no es la única medida adoptada para conseguir el objetivo de minimizar la radiación que reciben los pacientes de pruebas diagnósticas: "Desde enero contamos en el Hospital San Roque Las Palmas con un escáner de 128 cortes que, gracias a la potencia de su software, nos permite encontrar un equilibrio menos agresivo para el paciente".
Además, incorpora "unos filtros, una especie de ‘delantal plomado’ artificial, que aplicamos tanto en el cuello como en las mamas y en la zona genital (las más radiosensibles), consiguiendo reducir todavía más las dosis de radiación. Ha significado una gran inversión sin retorno a medio plazo, ya que los anteriores aparatos están en perfecto funcionamiento pero, gracias al apoyo del presidente del Grupo San Roque, Mario Rodríguez, también radiólogo, nos aseguramos de que lo invertido en tecnología punta revierte, directamente y a muy corto plazo, en la salud de los pacientes y en su calidad de vida tras la enfermedad, que es lo que nos compete a los médicos".
Objetivo XXI: reducir la radiación
El objetivo del desarrollo tecnológico es reducir la cantidad de radiación que recibe el paciente.
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"El mamógrafo digital de última generación incorporado dispone de una estación de trabajo dedicada exclusivamente a la mama", detalla María del Mar Travieso, radióloga y jefa de los servicios de Diagnóstico por Imagen de Hospitales San Roque. "Esto significa que podemos ver y estudiar la mama mejor porque, gracias a un conjunto de ordenadores, se amplifica mucho más la imagen mamográfica; podemos aplicar herramientas como la lupa; encontrar las microcalcificaciones (en ocasiones, el estado más precoz del cáncer de mama); buscar con mayor precisión dónde está la sospecha; y, por supuesto, indagar los signos precoces de cáncer". "También nos permite llevar a cabo dos técnica pioneras en nuestro entorno que es la tomosíntesis" —prosigue la especialista— "consistente en estudiar la mama en 3D y la mamografía espectral con realce de contraste (mamografía con contraste), que nos demuestra las lesiones muy vascularizadas potencialmente malignas".
En este objetivo médico de principio de siglo, la radióloga llama la atención también sobre otras herramientas: "No debemos olvidar que disponemos de tecnología igualmente eficaz en la que no está implicada la radiación, como el ultrasonido y la resonancia (que es un campo magnético). En Hospitales San Roque preferimos —si no hay indicios evidentes que indiquen lo contrario o antecedentes familiares de aparición del cáncer a edades tempranas, de los que se ocupa la Unidad de Cáncer Hereditario y Consejo Genético— comenzar con estas pruebas para realizar un diagnóstico. Cuando el especialista, basándose en su pericia y experiencia en el diagnóstico por imagen, recomienda una prueba radiactiva es porque el diagnóstico entraña otras dificultades o bien porque esta cantidad de radiación se considera aceptable en el conjunto del tratamiento que tendrá que recibir la paciente en el caso de que haya neoplasia".
En cualquier caso, y ante las dudas científicas sobre la edad a la que realizarse la primera mamografía, Travieso Aja recomienda empezar con las visitas ginecológicas anuales tras el inicio de las relaciones sexuales. "A pesar de los enormes avances tecnológicos, y aunque vaya en contra de los intereses de mi especialidad", bromea, "opino que todavía no pueden ser sustituidos por un buen especialista. Cada mujer es única, cada caso es distinto, la mama es un órgano muy complejo y el ginecólogo cualificado es el mejor ‘método’ de detección precoz: conoce nuestra historia y evolución, estará atento al menor cambio y, sobre todo, sabrá a qué otras especialidades derivarnos para actuar con la rapidez que requiere esta enfermedad. Lo importante es superar las altas tasas de mortalidad que actualmente causan el cáncer de mama y el ginecológico, y sumando todos los recursos a nuestro alcance, médicos y técnicos, lo vamos a lograr", concluye optimista.
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