Cada año pasan por los servicios de Urgencias más de 27 millones de personas en España, mientras que en el caso de Euskadi son atendidas más de 774.000 personas. Estos datos ayudan a reflexionar sobre la relevancia de la atención urgente. Y es que, tal y como apunta el Dr. Fidel Fuentes, jefe de Urgencias de las clínicas IMQ, “es necesario contar con sistemas médicos de Urgencias bien desarrollados, preparados y organizados para aumentar la supervivencia y reducir la discapacidad como consecuencia de una situación grave urgente”.

La naturaleza de la medicina de emergencia hace que quienes trabajan en ella estén siempre bajo estrés. Ese estrés ha aumentado además mucho durante la pandemia, sufriendo incluso los profesionales fatiga, agotamiento y depresión. Además de contar con el número de profesionales necesarios, se considera vital a este respecto que la medicina de urgencias obtenga la atención, reconocimiento, refuerzo y condiciones de trabajo que precisa. Desde los servicios de urgencia estatales se reclama también la formación reglada que existe en otros países.

“Los y las profesionales de Urgencias, siempre disponibles, lo hemos dado todo en esta pandemia, demostrando vocación de servicio, entrega total y una resiliencia infinita, estando siempre a disposición de los pacientes las 24 horas del día, los 7 días de la semana, incluso cuando escaseaban recursos materiales y humanos. No en vano, los servicios de urgencias y emergencias, junto con la atención primaria, son la principal viga que da soporte al sistema sanitario y también la principal puerta de entrada de patologías graves o de ingresos hospitalarios urgentes, médicos y quirúrgicos” apunta el Dr. Fuentes.

IMQ, referencia de la asistencia urgente hospitalaria de la medicina privada

En el caso de IMQ, el objetivo prioritario de sus servicios de urgencias, que en 2021 cubrieron en el ámbito hospitalario 77.125 urgencias y 34.332 en el ambulatorio, es atender de forma rápida y eficaz a las y los pacientes que presenten patologías potencialmente graves, ofreciendo especialmente en el caso de las clínicas, cuidados específicos en actividades médico-quirúrgicas, de traumatología y cuidados de reanimación y estabilización de situaciones críticas. Para ello disponen de adecuadas infraestructuras y aparataje y de profesionales altamente cualificados.

“La atención en los servicios de urgencias se inicia con la recepción del paciente para evaluar su grado de complejidad o gravedad, asignándole un nivel de prioridad, siendo crítica la rápida atención de los pacientes que llegan en situación más comprometida. Ello nos permite desarrollar una adecuada planificación de nuestras actividades y un trabajo en equipo con objetivos bien definidos y compartidos y gran implicación de las y los profesionales para una inequívoca orientación al paciente. Algo que nos ha servido también para consolidar nuestro posicionamiento como centro de referencia de la asistencia urgente hospitalaria de la medicina privada de nuestro entorno”, explica el Dr. Fuentes.

A pesar de diferentes problemáticas estructurales que afectan a todo el sistema sanitario, como la falta de profesionales y las jubilaciones masivas que dificultan el relevo generacional, “en nuestra Unidad de Urgencias trabajamos de forma permanente en el desarrollo de planes para una mejora continua. Como hechos que evidencian nuestro firme compromiso con la calidad asistencial y la seguridad del paciente cabe señalar en el caso de IMQ Zorrotzaurre la acreditación de la Joint Commission International, la obtención de diversas acreditaciones como la Certificación del Sistema de Gestión de Calidad (ISO-9001), la acreditación de Seguridad del paciente (UNE 179.003) y la certificación a nuestro Servicio de Urgencias como finalista con mención de honor en los premios nacionales Best in Class. Sin olvidar el compromiso con la docencia que caracteriza a la Clínica IMQ Zorrotzaurre como hospital universitario, siendo tutorizados en nuestro servicio de Urgencias, unos 200 alumnos de tercer curso de Medicina de la UPV/EHU, y 70 alumnos de primer y segundo curso de Medicina de la Universidad de Deusto”.

Finalmente, el doctor Fidel Fuentes hace hincapié en la conveniencia “de hacer un buen uso de estos servicios, no acudiendo a los servicios de urgencias cuando los problemas pueden ser resueltos en otros niveles como la atención primaria o los centros de atención continuada, evitando así la sobredemanda de los servicios hospitalarios que realmente están para atender urgencias graves”.