Redacción. Bilbao
Grupo IMQ acaba de incorporar a su oferta de servicios una nueva técnica quirúrgica innovadora, para reducir los dos principales riesgos posteriores a la cirugía en operaciones de cáncer de vulva y cáncer de pene, como son el riesgo de infección y el de necrosis del colgajo quirúrgico.
Ignacio Lobo, Miguel Ángel Alonso y Mikel Gamarra.
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La nueva técnica se denomina linfadenectomía inguinal bilateral videoendoscópica y se emplea, en los casos de cáncer anteriores, cuando existe metástasis en los ganglios linfáticos de las ingles.
La Clínica IMQ Zorrotzaurre ha llevado a cabo la primera operación en el País Vasco con esta técnica para un cáncer de vulva, extirpando los ganglios linfáticos de las ingles a una paciente con una neoplasia vulvar, previamente operada de este cáncer. La operación fue realizada por Miguel Ángel Alonso Prieto, coordinador de Endourología y Laparoscopia del Hospital de León, e Ignacio Lobo, ginecólogo de IMQ, especialista en ginecología oncológica y en cirugía endoscópica, laparoscópica y robótica. A la operación asistieron también varios urólogos de IMQ.
Tal y como señaló Miguel Ángel Alonso Prieto, “en loscánceres de vulva y pene, las metástasis en los ganglios linfáticos de las ingles son uno de los factores pronósticos más importantes de mortalidad. La extirpación de estos ganglios, realizada con la técnica convencional consistente en una cirugía abierta, puede mejorar la supervivencia en pacientes de alto riesgo, pero conlleva una morbilidad relativamente alta. Para reducir estos problemas asociados, empleamos la nueva técnica”.
La linfadenectomía inguinal bilateral videoendoscópica permite la extirpación de los ganglios linfáticos afectados “mediante tres pequeñas incisiones que, además, se realizan a bastante distancia de las ingles. Mientras la cirugía convencional realiza grandes incisiones justo encima de los ganglios linfáticos, en las ingles, con la nueva técnica nos basta con sólo tres pequeñas incisiones en los muslos, distanciando la zona de abordaje de la zona en la que se lleva a cabo la operación realmente. De este modo obtenemos distintos beneficios”.
Además, Lobo destacó que, “igualmente, en esta paciente se ha llevado a cabo una biopsia selectiva del ganglio centinela durante la primera intervención, técnica también realizada por primera vez en esta clínica para este tipo de cáncer (vulva)”.
Beneficios para el paciente
Según señaló Ignacio Lobo, “usando esta técnica reducimos de manera importante las dos complicaciones más frecuentes en estas cirugías, como son el riesgo de infección y el riesgo de que los colgajos posquirúrgicos se necrosen. Además, los problemas linfáticos como el linfocele y el linfedema, derivados de la extirpación de los ganglios linfáticos, también se ven reducidos con esta nueva técnica”.
La reducción de estos riesgos “repercute positivamente en los tiempos de hospitalización. Al haber menos complicaciones, los pacientes pueden reincorporarse antes a su vida habitual”. También son menores “las cicatrices tras la operación, así como el tiempo de recuperación”, apuntó el experto.
Aunque la primera paciente tratada en la Clínica IMQ Zorrotzaurre ha sido una mujer aquejada de cáncer de vulva, Grupo IMQ incorpora también esta técnica en el ámbito de la urología oncológica para el cáncer de pene.
Cáncer de vulva y cáncer de pene
En el entorno de Europa y Estados Unidos, los cánceres de pene y vulva suponen, aproximadamente, casi un 2 por ciento del total de cánceres. Sin embargo, en países con una menor renta per cápita, constituyen un problema sanitario de mayor magnitud, con un porcentaje significativamente más grande. Se estima que entre ambos tipos de cáncer, en el País Vasco se diagnostican cada año más de 220 nuevos casos.
El principal factor de riesgo para cánceres de vulva y pene es el virus del papiloma humano. Sin embargo, en mujeres, especialmente en mujeres mayores (de 70 y más años), existe también un tipo de cáncer vulvar producido por un liquen escamoso.
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