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Viernes, 15 de julio de 2016   |  Número 83
EL PULSO
es el único centro sanitario del país vasco acreditado
IMQ Zorrotzaurre, ejemplo para lograr la acreditación Joint Commission International
La Escuela Nacional de Sanidad ha acogido una mesa redonda sobre implantación de este modelo de certificación

Redacción. Madrid
Uno de los aspectos que tienen en común algunos de los centros sanitarios más importantes del mundo, como la Clínica Mayo de Minnesota, el Hospital Monte Sinaí de Nueva York o el Centro para el Cáncer MD Anderson de Houston (Texas), es que todos ellos poseen, al igual que la Clínica IMQ Zorrotzaurre de Bilbao, la acreditación de la Joint Commission International (JCI).

Mesa redonda de sobre la implantación del modelo de Acreditación Joint Commission Internacional, organizada en IMQ Zorrotzaurre.


El caso del centro hospitalario vasco es tan paradigmático que fue invitado para explicar su proceso de obtención de esta acreditación de calidad en unas jornadas sobre implantación del modelo de Acreditación Joint Commission International. Las jornadas se celebraron en la Escuela Nacional de Sanidad, en Madrid, estuvieron organizadas por la Fundación para la Acreditación y el Desarrollo Asistencial y a las mismas asistieron numerosos centros españoles interesados en ser merecedores de la acreditación de la JCI.

El hospital vasco estuvo representado por Nicolás Guerra, director de las Clínicas IMQ, y la moderación de la mesa redonda en la que participó, junto a María Antonia Muñoz, directora de Calidad y Enfermería del Hospital Povisa y José Antonio García, evaluador JCI-FADA, corrió a cargo de Joaquim Bañeres, director de la Fundación Avedis Donabedian.

La intervención de Guerra abordó el papel que la dirección de la clínica y otros líderes de la organización desempeñaron para implementar las mejoras necesarias para alcanzar los estándares requeridos por la JCI, así como las dificultades en la implementación, las estrategias utilizadas para salvarlas, y los cambios positivos y beneficios concretos que se alcanzaron.Tal y como expuso Guerra, “IMQ comenzó a trabajar con el objetivo de alcanzar los estándares de calidad de la Joint Commission Internacional en el último trimestre de 2010, dos años antes de la apertura de la Clínica IMQ Zorrotzaurre. Un año después, en 2013, y tras tres años de intenso trabajo, logramos la acreditación”.

Para lograr la acreditación, tras un diagnóstico inicial para conocer los estándares de la clínica, se elaboró un plan de mejora que supuso un rediseño de los flujos y procesos de trabajo que se llevaban a cabo en la antigua Clínica IMQ Vicente San Sebastián, así como la implantación de mejoras. Hoy, vemos que todo ese intenso trabajo puede servir de referencia a otros centros sanitarios interesados en lograr los estándares de calidad de la Joint Commission International”.

Para el experto, esta acreditación de calidad sitúa al paciente en el centro de sus mejoras. “La Joint Commisssion coloca al paciente en el eje de la asistencia y la atención sanitaria por lo que se evalúa la calidad de la atención, desde su llegada a la organización hasta el momento del alta. También fomenta la cultura de la seguridad del paciente, evalúa todos los aspectos de la gestión y supone un instrumento de mejora continua para la organización”.

Para el director de las Clínicas IMQ, la acreditación de la Joint Commission International se está consolidando en el ámbito mundial como “el sistema más prestigioso” para la evaluación de centros sanitarios. “En un mundo cada vez más global, en el que la movilidad de pacientes y profesionales es una realidad, la JCI aporta criterios comunes que determinan los requisitos básicos de calidad de las organizaciones, así como un riguroso sistema para su evaluación”.

 

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