Miércoles, 22 de marzo de 2023   |  Número 156
Individualización, precocidad y transversalidad, claves del éxito en el manejo de la obesidad
En España, la prevalencia de la obesidad y sobrepeso está por encima del 62%.
Logo de la AOM 2023.

La individualización, la precocidad y la transversalidad son las tres claves en el éxito del manejo de las personas con obesidad. Así lo han considerado los expertos reunidos durante la tercera edición del Annual Obesity Meettings (AOM), organizada por Novo Nordisk, con los avales de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), junto con el doctor Javier Salvador, profesor emérito de la Universidad de Navarra, como coordinador científico de la actividad. Como ha recordado este experto, “la obesidad es una enfermedad crónica extraordinariamente prevalente. En España, si sumamos obesidad y sobrepeso, la prevalencia se encuentra por encima del 62%”.

Ante estos datos y el impacto de la obesidad en la totalidad de las enfermedades conocidas, el lema de la jornada fue “Marcando el rumbo en la obesidad”. La jornada contó con alrededor de 500 asistentes con el objetivo de realizar una actualización científica global en obesidad en la que no solo se ha realizado una revisión de lo publicado en los distintos congresos del 2022, sino que se abordaron los temas más actuales en el ámbito de la obesidad. Además, se profundizó en temas como el estilo de vida, farmacoterapia, complicaciones de la enfermedad, nuevos procedimientos quirúrgicos, medicina de precisión y obesidad infantil, junto con los avances de mayor interés en investigación traslacional.

No solo se plantearon temas de investigación, sino que, durante el mismo, se realizó por parte de los expertos una llamada a la acción para seguir trabajando con el fin de conseguir que, a través de la educación, la obesidad se pueda abordar como cualquier otra enfermedad crónica. “No hay que olvidar que es una patología crónica y multifactorial. Es una enfermedad que genera más enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial, patología psiquiátrica y cáncer entre otras, por lo que hay que dedicarle más tiempo a su asistencia, así como recursos a nivel social y sanitario”, detalla el doctor Salvador.

La estigmatización minimiza la individualización en el tratamiento

El reconocimiento de la obesidad como enfermedad crónica sigue siendo un reto de cara a su tratamiento adecuado. El doctor Salvador afirma que la razón por la que no se considera como tal es porque con frecuencia, tanto la sociedad como profesionales sanitarios, la atribuyen a la propia voluntad de la persona. Sin embargo, como él afirma y se ratificó en el congreso, “es una consideración errónea, pues la obesidad es una enfermedad crónica, progresiva, recidivante y multifactorial independiente de la voluntad”.

De esta forma, “el no considerar la obesidad como enfermedad crónica tiene una repercusión grave sobre el acceso y soporte al tratamiento integral y particularmente al farmacológico o quirúrgico”, afirma el doctor Salvador. Este advierte que, al devaluar las características personales del individuo y culpabilizarlo por una falta de voluntad se produce un estrés mental significativo que potencia la cronificación de la enfermedad. Esta situación es capaz de alterar el comportamiento alimentario y la adherencia al tratamiento, pues “lo que es imposible es que una persona estigmatizada no sufra estrés, que es un factor importante en la generación y progreso de la obesidad”.

Este hecho se acentúa aún más cuando la obesidad se presenta en la etapa infantojuvenil. Como explica el doctor, “un niño con obesidad tiene más del 80% de probabilidades de convertirse en un adulto con obesidad y sufrir las complicaciones derivadas del exceso de masa grasa”. En este sentido, el doctor incide en que hay más de 200 complicaciones descritas de la enfermedad, pero en el entorno familiar o escolar se tiende a pensar que, al crecer, el niño adelgazará. Sin embargo, los datos ya muestran que esta no es la tendencia habitual y la estigmatización en esta etapa tiene consecuencias graves de marginación y de falta de interés en acudir a los profesionales sanitarios.

“El desarrollo de la obesidad tiene causas genéticas, pero también el entorno obesogénico que nos rodea favorece el sedentarismo, la privación de sueño y la alteración de horarios de comida. Así que, el niño que se encuentra en esta situación necesita ayuda y no rechazo”, puntualiza este experto.  Esta falta de conocimiento dificulta un tratamiento individualizado, por eso el doctor afirma que “el tratamiento precoz individualizado es una oportunidad de acción para poder tratar la enfermedad y reducir su prevalencia, tanto en la etapa infantojuvenil como en el adulto”.

Además, tal y como se puso de manifiesto en el congreso, ya hay medicamentos que han demostrado su eficacia en la adolescencia y se esperan más innovaciones a corto-medio plazo. Al respecto, el doctor comenta que “la individualización a través de posibles biomarcadores para poder establecer la situación de riesgo o instrumentos para tratar de fenotipar las características de cada persona y definir el tratamiento más eficaz en cada individuo son avances que se buscan aplicar a la práctica clínica y trasmitir a la sociedad”.

La importancia de la transversalidad

Una de las novedades más llamativas de este congreso fue la celebración del primer foro de transversalidad en el manejo de la obesidad. Del mismo, formaron parte profesionales de distintas especialidades médicas: endocrinología, medicina interna, atención primaria, cardiología, ginecología y rehabilitación funcional. Todos los expertos subrayaron la importancia del abordaje transversal de la obesidad, de forma que todos los profesionales sanitarios conozcan los efectos de la obesidad, su impacto en los pacientes y, como consecuencia, la importancia de actuar desde cada una de sus consultas.

Como coordinador científico del congreso, el doctor Salvador explica que “todas las especialidades son importantes en este concepto de transversalidad. Necesitamos que todos los profesionales sanitarios sean conscientes de que recibirán un porcentaje muy alto de personas con obesidad y del impacto que tiene la misma en las patologías que se atiende con más asiduidad en cada especialidad. Sobre todo, hay que buscar la forma de coordinarse entre todas las especialidades para derivar y conseguir una atención especializada para la persona con obesidad entre por la puerta que entre al sistema sanitario”.

Así pues, en palabras del doctor, para conseguir que la obesidad sea tratada de forma individualizada, precoz y transversal, “la educación en obesidad es absolutamente imprescindible en toda la sociedad, lo que incluye a los profesionales sanitarios, un vínculo fundamental entre la ciencia y la población”.

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