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Viernes, 13 de diciembre de 2013   |  Número 54
el pulso
lo lleva a cabo EL SERVICIO DE HEMODINÁMICA
Infanta Luisa realiza un cierre de la orejuela izquierda por primera vez en un hospital privado de Andalucía
Los pacientes podrían dejar de tomar anticoagulantes orales gracias a una técnica quirúrgica

Redacción. Sevilla
Se realiza por primera vez en un hospital privado andaluz la técnica que permite a los pacientes con fibrilación auricular dejar de tomar anticoagulantes orales de por vida. El servicio de Hemodinámica del Hospital Infanta Luisa dirigido por el Dr. Luis Salvador Díaz de la Llera, en colaboración con el servicio de Cardiología, ha sido el responsable de llevar a cabo la intervención.

Imagen que ejemplifica la intervención.

El cierre de la orejuela izquierda del corazón consiste en un tratamiento nuevo que permite una alternativa a aquellos enfermos que no pueden ser tratados con anticoagulantes eliminando el uso de estos fármacos. La intervención se realiza mediante catéteres a través de la vena femoral que permiten implantar un dispositivo de cierre de la orejuela auricular izquierda.

La ventaja del procedimiento consiste principalmente en la prevención de accidentes cerebro-vasculares embólicos, teniendo en cuenta que el 90 por ciento de los ICTUS embólicos se producen por la formación de trombos en la orejuela auricular izquierda, pequeño apéndice auricular sin una función específica. También conlleva la finalización del tratamiento anticoagulante, suponiendo para los pacientes la liberación de la toma diaria de una medicación antitrombótica, evitando de esta manera el riesgo hemorrágico que el uso de este tipo de fármacos produce a largo plazo. Aproximadamente entre el 1,5 y el 2 por ciento de la población española toma Sintrom para minimizar el riesgo de eventos embólicos lo que podría beneficiar a un número significativo de pacientes al poder abandonar definitivamente el tratamiento con fármacos anticoagulantes.

La intervención se realizó el pasado día 13 de noviembre, en un paciente de 73 años de edad, que fue dado de alta 48 horas después de la operación. Se practicó sin incidencias, pudiendo abandonar el tratamiento con anticoagulantes orales definitivamente. La intervención, controlada mediante ecocoardiografía transesofágica y radiológica, tuvo una duración aproximada de dos horas y se practicó con sedación.
 

 

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