Redacción. Madrid
La anestesia inhalatoria emplea gases para inducir el sueño en el paciente y poder realizar una intervención quirúrgica. Las innovaciones registradas en esta variante de la anestesia consiguen resultados muy positivos en términos de un mejor control de la sedación practicada sobre el paciente, un menor riesgo de despertar intraoperatorio y una mejor recuperación del paciente tras la cirugía. Se trata de una técnica indicada para cualquier paciente y en cualquier tipo de cirugía salvo en aquellos casos en los que exista riesgo de aspiración broncopulmonar (un paciente que no ha respetado el ayuno requerido o un paciente que requiere una intervención urgente y que presenta algún tipo de patología gastrointestinal). Así se ha puesto de manifiesto en el XXIII Curso en Anestesia Inhalatoria, celebrado en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, que ha congregado a numerosos expertos en Anestesiología y Reanimación de toda España para actualizar conocimientos y debatir sobre las distintas opciones anestésicas disponibles.
Iñaki Ereño, consejero delegado de Sanitas.
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Jorge Puertas Domínguez, especialista en Anestesiología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja y director del Curso Anestesia Inhalatoria, explica las principales ventajas de la variante inhalatoria en la práctica clínica: “Esta técnica emplea un gas llamado sevofluorano que no produce irritación pulmonar y que puede aplicarse en cualquier tipo de cirugía. Está indicada tanto para cirugías ambulatorias como para procesos más complejos que requieren la hospitalización del paciente y es perfectamente compatible tanto con pacientes adultos como pediátricos, ya que induce el sueño pero permite mantener la respiración espontánea del paciente. Precisamente este característica hace que sea la opción más recomendable para las intervenciones pediátricas”.
Además, la sedación inhalatoria posee propiedades analgésicas y de relajación que permiten reducir el uso de otros medicamentos durante la intervención. “Esto es clave, ya que facilita el despertar del paciente tras la cirugía, lo que incrementa de un modo notable la seguridad para el paciente a lo largo de todo el proceso” afirma el doctor Puertas. En la aplicación de la anestesia intravenosa el paciente pierde la capacidad de respiración espontánea, lo que podría llegar a ser un problema grave en caso de que una intervención se complique.
Por su parte, Roberto Ruiz Abascal, jefe del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, asegura que “los gases inhalados no llegan a ser metabolizados por lo que no dejan compuestos en el organismo que puedan dar lugar a efectos secundarios no deseados, como la sensación de pesadez al despertar”. Asimismo, el hecho de que este tipo de anestesia no se metabolice asegura al paciente un despertar más rápido y, por lo tanto, menos permanencia en la Sala de Reanimación y una mayor seguridad durante todo el proceso clínico. Esto supone un alta más temprana, lo que permite al paciente volver a casa antes e iniciar su recuperación.
Otra de las ventajas de este tipo de anestesia es la reducción del riesgo de despertar intraoperatorio; se trata de un evento adverso infrecuente en el que el paciente, a pesar de estar sedado, recupera la consciencia y, por tanto, aunque no sea capaz de moverse o articular palabra, sí puede sentir todo lo que sucede en quirófano). Aunque la incidencia de este problema es baja, el paciente que sufre un despertar intraoperatorio padece unos niveles de estrés extremos, así como problemas físicos y psicológicos. Además, por las características de su aplicación y la concentración empleada, el nivel de sueño del paciente puede medirse de forma muy precisa en tiempo real. Esto aumenta la seguridad de que el paciente está adecuadamente dormido a lo largo de todo el proceso quirúrgico.
Este tipo de sedación garantiza, tanto en términos de seguridad como de comodidad para el paciente, unos resultados muy satisfactorios. De acuerdo con la opinión y experiencia de los expertos reunidos en el XXIII Curso en Anestesia Inhalatoria, esta variante anestésica se posiciona como el procedimiento anestésico más adecuado en gran cantidad de cirugías. |