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Viernes, 15 de junio de 2018   |  Número 104
Riesgos en el alumbramiento
La cesárea electiva tiene una tasa 2,4 veces mayor de mortalidad neonatal que el parto vaginal
Expertos explican que la cesárea no es un proceso más seguro que el parto para el bebé

En los últimos años se ha producido un aumento en la tasa de cesáreas debido a varias razones. Por un lado, a algunas pautas desarrolladas dentro de la propia especialidad que abogaban por aplicar esta cirugía en todos los supuestos en los que el bebé viniese de nalgas al final de la gestación -posteriormente esta decisión fue motivo de gran controversia y hoy en día no es aceptada como tal-.

Luis María Guevara.

Por otro lado, tal y como explica Luis María Guevara, coordinador de la Unidad Materno Infantil de la Clínica Zorrotzaurre, “también han contribuido a este incremento otros factores como una maternidad más tardía con embarazos cada vez de mayor riesgo, el aumento de las gestaciones múltiples y la mayor difusión de las técnicas de reproducción asistida”.

“Un tercer factor —añade Guevara— lo constituyen las gestantes que desean y solicitan una cesárea programada antes del inicio del parto con el objetivo de mantener integro el suelo pélvico y de esta forma reducir el riesgo posterior de prolapso uterino, incontinencia urinaria y dispareunia o problemas en las relaciones sexuales”.

Respecto a estas pacientes, conviene resaltar, que aunque la intervención ha evolucionado a unos indicadores de seguridad y sencillez en la técnica, existen riesgos que son, aún mayores cuando se asocian a cesáreas de repetición. Tal y como apunta el coordinador de la Unidad Materno Infantil de la Clínica Zorrotzaurre, “ante la preferencia de la madre de una cesárea programada o ante el más mínimo problema que surja el día del parto al considerar que la cesárea es un procedimiento más seguro que el parto tanto para el bebé como para ella misma, hay que dejar muy claro que esto no es así”. Y añade que, “la cesárea electiva se asocia a una tasa 2,4 veces mayor de mortalidad neonatal en comparación con el parto vaginal y el riesgo de mortalidad materna postparto es 3,6 veces mayor después de una cesárea que de un parto vaginal. Además, el riesgo de morbilidad materna severa asociado a la cesárea electiva es superior al del parto vaginal”.

Por otro lado, cabe destacar también que, el porcentaje de cesáreas difiere de manera importante, por múltiples motivos, en la sanidad pública y privada. Así, en España, de forma global, la medicina privada presenta una tasa de cesáreas en torno al 36,8% y la medicina pública sobre el 21,8 por ciento. Estas cifras difieren en el País Vasco. En la clínica privada más grande de Euskadi, IMQ Zorrotzaurre, “nos hemos ido equiparando con la pública gracias al esfuerzo continuo realizado por la unidad materno-infantil” apunta el ginecólogo de IMQ, que se enorgullece de contar con una tasa de cesáreas del 23 por ciento en 2017. Y añade que, “la tendencia actual pasa por adecuar y reducir la tasa de cesáreas en nuestro medio, aproximándonos a los indicadores de calidad demandados entre otros organismos por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. 

El esfuerzo y trabajo para intentar conseguir una reducción en el número de cesáreas se centra en los cuatro principales grupos donde se acumulan más indicaciones de cesárea:

1.- Distocia (detención o retraso de la dilatación y/o del descenso): “Tenemos que dar el tiempo necesario tanto a la inducción como a los diferentes periodos del parto y sobre todo en la primera gestación, ya que de este primer parto va a depender en gran medida el futuro reproductor de esa gestante”.

2.- Riesgo de pérdida de bienestar fetal: “Cuando el registro cardiotocográfico (CTG) presenta anomalías, debemos identificar y tratar las causas reversibles: aporte de oxigeno materno, cambios posturales, aumento del volumen intravascular y la interrupción transitoria de oxitocina”.

3.- Presentación podálica (de nalgas): “En primer lugar debemos animar a la gestante a realizar la versión externa en la semana 37-38 con lo que se consigue revertir la situación en el 50 por ciento de los casos. La otra forma de reducir la tasa de cesáreas por este motivo es la asistencia al parto vaginal de nalgas.

4.- Cesárea anterior: “Tanto el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) como el Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos (RCOG) reconocen ventajas del parto vaginal en una gestante con antecedentes de cesárea”.

Unidad materno-infantil Clínica Zorrotzaurre

Gráfico de las cesáreas del centro.

Aunque el trabajo y esfuerzo en Clínica Zorrotzaurre está encaminado a conseguir la adecuación de la tasa de cesáreas y a la importancia de analizar si las indicaciones de cada cesárea son rigurosas y adecuadas a los conocimientos basados en la evidencia y en la práctica clínica, la prioridad desde el minuto cero ha sido dotar al proceso de la cesárea de una atención personalizada e integral que contemple tanto los aspectos médicos como los emocionales y familiares. Se han cuidado todos los detalles para que el nacimiento por cesárea en la clínica IMQ Zorrotzaurre sea una experiencia equiparable y tan excepcional y emocionante como la de un parto.

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