Martes, 25 de octubre de 2022   |  Número 151
La diversidad tiene importancia clínica y es clave para una mejor investigación del cáncer
XIV Seminario de Periodistas organizado por SEOM y MSD bajo el título 'Diversidad y cáncer'
SEOM y MSD reúnen a distintos expertos en Oncología, así como a representantes de la administración pública y del ámbito académico.

“La Medicina de Precisión ha revolucionado y está cambiando la forma que tenemos de tratar e investigar el cáncer, pero no podemos avanzar sin entender la necesidad de incorporar una perspectiva de diversidad. El sexo y el género influyen y condicionan no sólo la aparición, el desarrollo y el tratamiento de la enfermedad sino también la exposición a factores de riesgo, como el tabaco y el alcohol, por lo que es muy importante tener en cuenta estas diferencias, adaptando las estrategias para la prevención y el cribado del cáncer”. Así lo ha manifestado la Dra. Enriqueta Felip, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en el marco del XIV Seminario de Periodistas ‘Curar y Cuidar en Oncología’, organizado por SEOM y la compañía biofarmacéutica MSD, con el título ‘Diversidad y Cáncer’.

El encuentro, que ha vuelto a la presencialidad tras dos años siendo virtual por la pandemia de la COVID-19, ha contado con diferentes especialistas en Oncología, representantes de la administración pública y del ámbito académico. “Para MSD es un orgullo volver a poner en marcha este espacio de encuentro junto con SEOM en el que repasar y reflexionar con los medios de comunicación los principales avances en el campo de la investigación y el manejo del cáncer dentro y fuera de nuestro país. En esta ocasión hemos querido poner el foco en la importancia de la diversidad y de qué manera esta influye en la investigación y en los tratamientos del cáncer”, ha afirmado Félix del Valle, director ejecutivo de MSD Oncología en España, durante la introducción del seminario.

¿Existe diferencia de género en investigación?

La primera de las mesas celebradas ha abordado si existe verdadera diversidad entre los equipos que llevan a cabo investigación. Y es que, en general, las mujeres están infrarrepresentadas, ya sea en la investigación científica básica o en niveles superiores de toma de decisiones. “De hecho, solo el 33% de los investigadores son mujeres a pesar de que representan entre el 45% y el 55% de los estudiantes de grado y de maestrías, y el 44% de los matriculados en programas de doctorado . Un dato destacable: las mujeres distinguidas con el Premio Nobel en áreas científicas solo representan el 6% ”, ha advertido la Dra. Enriqueta Felip, quien ha revelado que, por el contrario, en los últimos 10 años más oncólogos médico mujeres que hombres se han beneficiado de las Becas SEOM de investigación en cáncer, en concreto, 126 mujeres (51,6%) frente a 118 hombres (48,4%).

“Siguen existiendo barreras que deben superarse. Hay que trabajar de forma colaborativa, cotejando números, para alcanzar la igualdad de oportunidades”, ha recalcado la presidente de SEOM, que ha moderado esta primera mesa, en la que también ha intervenido como ponente junto con Dra. Rosario Perona, Subdirectora General de Investigación y Fomento de la Investigación del ISCIII y la Dra. Carmen Gallardo, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud en la Universidad Rey Juan Carlos.

La Dra.Rosario Perona ha señalado que “la modificación de la ley de la Ciencia publicada el pasado mes de septiembre tiene como uno de sus fines contribuir a paliar las desigualdades en investigación que aún persisten en el sistema español de Ciencia y Tecnología tales como la atracción del talento femenino a la investigación y la innovación, especialmente en las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas; la retención y apoyo al desarrollo profesional de las investigadoras para que no abandonen la carrera científica y progresen al mismo ritmo que sus compañeros investigadores, consiguiendo así una presencia de al menos un 40 % de mujeres en todos los ámbitos del Sistema”

“También la transformación institucional para garantizar entornos igualitarios, diversos e inclusivos allá donde se hace ciencia y se innova, que estén libres de discriminación, de sesgos de género, de comportamientos machistas y de acoso sexual o acoso por razón de sexo; o la integración de la dimensión de género en los proyectos de I+D+I y del análisis sexo/género en su contenido”.

“Es importante que las actuaciones de los agentes del Sistema se ajusten a los principios de composición y presencia equilibrada entre mujeres y hombres de forma que, en el conjunto a que se refiera, las personas de cada sexo no superen el 60 % ni sean menos del 40 %. La participación de personas colaboradoras en procesos de selección o evaluación, en caso de ser una única persona, será del sexo menos representado en el órgano de selección o evaluación”.

Todas ellas explicaron cómo han vivido la situación y evolución de la diferencia de género desde su etapa de estudiante hasta la actualidad, expresando cómo en la actualidad siguen percibiendo esta diferencia en sus respectivos ámbitos de trabajo. Otras cuestiones que se han abordado han sido el ‘síndrome del impostor’ y cómo afecta con más frecuencia a las mujeres, la importancia de la presencia de mujeres en el ámbito científico y tecnológico para lograr un mayor potencial innovador, y si las medidas que se están tomando para avanzar en este ámbito son suficientes.

En el ámbito universitario, la Dra. Carmen Gallardo ha explicado que “a grandes trazos, la fotografía muestra escasa presencia de académicas en cargos de dirección y representación, así como su infrarrepresentación en las categorías profesionales más elevadas, estudios masculinizados y feminizados, y desarrollo de carreras profesionales entre el personal docente e investigador que transcurren en paralelo para las académicas y académicos, a distintos ritmos y en donde la maternidad impacta de forma decisiva entre las primeras precisamente en los años en los que se inicia la carrera científica”.

“A medida que avanza la carrera investigadora dentro de la universidad –ha dicho la Dra. Gallardo– la proporción de mujeres desciende, lo que se denomina efecto tijera”. Por ello, aconseja “estudiar los posibles motivos que explican este efecto tijera, entre ellos, las dificultades para conciliar una carrera en investigación, que tiene sus propias dificultades (competitividad, precariedad, movilidad) con la vida personal y sobre todo familiar (asunción mayoritaria de las tareas de cuidado por las mujeres), pero también sesgos de género y la discriminación, sobre todo indirecta, que pueden darse todavía en algunos ámbitos o un ambiente sexista en algunos entornos laborales”.

Según sus palabras, el eje del debate es el techo de cristal. “Hay que aumentar el número de mujeres en los órganos donde se toman decisiones para generar una nueva cultura de gobierno en las universidades. Necesitamos más rectoras, pero también más investigadoras de proyectos, más directoras de institutos de investigación, más directoras de centros y departamentos, ya que sólo así seremos capaces de liderar una universidad más inclusiva, igualitaria y representativa”.

Apoyando la diversidad desde SEOM

En el año 2019 SEOM decidió poner en marcha la Comisión Mujeres en Oncología, siguiendo los pasos dados desde otras importantes asociaciones científicas del ámbito oncológico como la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) o la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO). Su objetivo era el de visibilizar la situación de las oncólogas en España al que ahora se le ha añadido también el de ver cómo las diferencias de sexo y género tienen también incidencia en los tratamientos del cáncer.

Las dos primeras acciones llevadas a cabo por esta Comisión han sido dos encuestas. La primera de ellas para conocer cuál era la situación laboral de las mujeres oncólogas en España, con unos resultados similares a los obtenidos en otros países. “A pesar de que cada vez hay más mujeres oncólogas, cuando miramos puestos de liderazgo, investigadoras principales de estudios o profesoras en universidades, las cifras caen drásticamente”, ha explicado la Dra. Ruth Vera, coordinadora de la Comisión Mujeres en Oncología de SEOM, quien ha añadido como en esta encuesta también se quiso conocer las barreras detectadas para alcanzar estos puestos de relevancia y se ha observado como, entre otras cuestiones, las mujeres señalaban el haber tenido hijos o su propio género como impedimentos para desarrollar su carrera, algo que entre los hombres no se percibía de igual manera.

La segunda de las encuestas ha querido conocer hasta qué punto entre los socios de SEOM eran conocidos los resultados de recientes publicaciones que señalaban como el comportamiento de los tumores, los efectos secundarios de los tratamientos o la evolución de la enfermedad era diferente en función del sexo biológico de los pacientes. “Son datos que todavía estamos analizando, pero ya hemos podido comprobar que en general falta conocimiento, por lo que consideramos importante trabajar más a favor de este tema y conseguir que esto sea una preocupación a tener en cuenta por nuestros oncólogos y oncólogas”, ha destacado la Dra. Vera.

La diversidad en los ensayos clínicos y su importancia para MSD

Los ensayos clínicos son una herramienta fundamental para la investigación ya que tratan de encontrar potenciales soluciones para nuestra salud. Gracias a ellos es posible desarrollar nuevos tratamientos que cubran las necesidades de los pacientes y también se genera conocimiento científico que aplicar en futuras investigaciones. Pero para que estos ensayos sean verdaderamente útiles, es importante tener en cuenta la necesidad de que sean diversos e inclusivos. “Si en los ensayos clínicos seleccionamos y tratamos pacientes que representan una muestra homogénea, representando un solo género o raza, los resultados de la investigación pueden estar distorsionados y generar datos clínicos que no podrían aplicarse de forma generalizada a la población a la que va dirigido el nuevo fármaco” ha explicado Lourdes López-Bravo, directora ejecutiva de Investigación Clínica de MSD España, quien ha destacado el esfuerzo por parte de la compañía biomédica para que los participantes en sus ensayos clínicos sean un reflejo de la sociedad a la que van dirigidas las innovaciones en salud.

“En MSD estamos comprometidos con incrementar la diversidad de pacientes que participan en los ensayos clínicos, y en los últimos 5 años se ha desarrollado un plan estratégico, en estrecha colaboración con las instituciones e investigadores, para asegurar la presencia de pacientes de poblaciones minoritarias, mujeres y niños”, ha añadido Lourdes López-Bravo, quien ha destacado que algunas de las acciones estratégicas que se están llevando a cabo desde la industria biomédica para aumentar la diversidad en los ensayos clínicos son, entre otras, capacitar y dotar a los equipos de investigación de herramientas que permitan medir de forma fácil los porcentajes de participación de las diferentes poblaciones para poder hacer ajustes en los reclutamientos, manteniendo la rigurosidad y la excelencia científica.

El sexo y el género influyen en los pacientes con cáncer

La última de las mesas que se ha celebrado durante el seminario quiso abordar cómo influye el sexo y el género en los pacientes con cáncer. “Hay evidencias sólidas que demuestran que estas variables tienen un impacto en los resultados de los tratamientos. Sin embargo, hasta ahora no se han tenido en cuenta y los datos que tenemos son en muchos casos análisis retrospectivos. Es necesario que planteemos nuevas investigaciones que prioricen estas diferencias”, ha apuntado la Dra. Vera, quien moderó la mesa.

La Dra. Rosario García-Campelo, jefa de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), ha explicado que el cáncer de pulmón es un grave problema de salud pública a nivel mundial tanto para hombres como para mujeres, pero en estas últimas las tasas de incidencia y mortalidad están siendo cada vez más elevadas. “Aunque las investigaciones sobre las diferencias basadas en el sexo biológico en la historia natural de la enfermedad y la respuesta a los tratamientos han sido prometedoras, se necesita todavía más esfuerzo para comprender mejor el impacto de estos factores”, ha subrayado.

También la Dra. Virginia Arrazubi, del Hospital Universitario de Navarra, ha incidido en que el sexo y el género influyen en la epidemiología y biología del cáncer gastroesofágico, teniendo un impacto además tanto en la efectividad como en la toxicidad de los tratamientos.  “Es necesario investigar más sobre esta influencia y de esta forma generar nuevo conocimiento que nos permita un mejor abordaje de la prevención, cribado, diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad”, ha apuntado.

Además, durante la mesa también se hizo hincapié en la influencia del sexo biológico en la efectividad de la inmunoterapia, un abordaje en el tratamiento del cáncer en el que se utiliza el propio sistema inmune del paciente para combatir los tumores. “Las diferencias de sexo y género influyen en el resultado de estos tratamientos. Las propias características biológicas de la mujer hacen que sus tumores muestren un perfil inmunogénico diferente y le confiere mayor resistencia a la inmunoterapia con los fármacos actuales. Esto al final supone que haya una mayor toxicidad y menor beneficio en las mujeres con este enfoque, lo que plantea la necesidad de una investigación en la que se tenga más en cuenta estas características”, ha destacado el Dr. Oscar Juan Vidal, del Hospital Universitario y Politécnico de Valencia.

Para recibir Publicación de Sanidad Privada en su correo pinche aquí
| La información que figura en esta edición digital está dirigida exclusivamente al profesional destinado a prescribir o dispensar medicamentos por lo que se requiere una formación especializada para su correcta interpretación |

© 2004 - 2024 Sanitaria 2000, S.L.U. - Todos los derechos reservados.