Jueves, 11 de abril de 2019   |  Número 113
La eliminación completa de las sujeciones físicas afecta de forma positiva en la salud de los residentes
Las caídas con consecuencias graves son menores en un entorno de cuidado sin sujeciones físicas
Uso de sujeciones físicas en Europa.

La eliminación completa de sujeciones físicas de las personas mayores en los centros residenciales tiene repercusiones positivas en el cuidado y en la salud de las personas: se producen menos caídas con consecuencias graves cuando el cuidado se realiza de esta forma (0%) que en los casos en que se reduce su uso, pero se mantiene un cierto nivel de tolerancia del uso.

Así lo ha demostrado el último estudio realizado por Sanitas Mayores y el equipo de Data&Analytics de la compañía, que ha analizado los datos de caídas producidas y sus consecuencias en los últimos seis años de las 46 residencias de Sanitas Mayores. Durante estos años, estos centros han ido reduciendo los casos de uso y en la actualidad el porcentaje de uso es del 0,7% entre los 6.000 residentes, con 35 de las residencias con un 0% de uso de sujeciones físicas.

Estas conclusiones reafirman la apuesta de Sanitas por los cuidados sin sujeciones en los centros residenciales de su red y, además, se suman al estudio Reducción de Sujeciones Físicas en Residencias realizado por Sanitas junto a la Fundación María Wolff en el año 2016 . Dicho estudio afirma, con niveles significativos de evidencia científica, que las sujeciones físicas pueden ser eliminadas con seguridad, ya que la supresión de estas ataduras en personas mayores no incrementa los riesgos de lesiones por caídas y mejora su situación médica y psicológica.

Si bien del estudio, publicado por la prestigiosa revista de la Asociación Norteamericana de Directores Médicos (JAMDA), se extrae que se produjeron más caídas, estas tuvieron mejor pronóstico y no se experimentaron incrementos significativos de caídas con lesiones. En sentido, el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, destaca la importancia de predominar este aspecto por encima del número de caídas. “Aunque se da un leve incremento de las caídas tras eliminar las sujeciones, las caídas con fracturas han disminuido y los beneficios en cuanto a movilidad y bienestar general aumentan”, comenta al respecto.

“Los beneficios de cuidar sin sujeciones son múltiples. Por ejemplo, las personas tienen menos osteoporosis y un mejor mantenimiento de la masa muscular. Además, los residentes manifiestan menos dolores y molestias y están más contentos y tranquilos, lo que supone una mejora en el ambiente general de los centros”, explica Curto.

Un gran esfuerzo y labor detrás del cuidado sin sujeciones

Esta mejora es posible gracias a una gran labor de implementación del cuidado sin sujeciones en las residencias que implica, por un lado, una adaptación del entorno residencial y, por otro, la necesidad de una formación a todo el equipo asistencial para guiarles en este tipo de cuidado.

En el primer caso, al reducir el cuidado sin sujeciones, los residentes tienen mayor autonomía, por lo que es necesario adecuar los espacios para evitar el número de caídas. “Es fundamental que los residentes vivan en entornos lo mejor adaptados posibles. Se trata de ciertas directrices que hacen más fácil su cuidado pero que también mejoran su sintomatología”, comenta el doctor David Curto. 

En este sentido, Sanitas Mayores ya trabaja en la readaptación de sus centros residenciales. Mauro Cuesta, el arquitecto encargado de adaptar estas infraestructuras comenta que “lo esencial es ponerse en los zapatos de estas personas y hacer el ejercicio de percibir el entorno como ellos lo perciben a nivel sensorial”. Lo esencial es que las residencias sean espacios seguros, en cuanto a la necesidad de mantener la integridad física de los mayores y es fundamental que dispongan de espacios bien dimensionados para los usuarios y que sean agradables y confortables.

Pero para que todos estos esfuerzos por modificar el entorno sean efectivos es necesario impartir formación a los profesionales sanitarios para que sepan ejercer estos cuidados y consigan la destreza a la hora de actuar ante cualquier imprevisto o caída en los residentes.

De esta manera, se han impartido más de 60.000 horas de formación a más de siete mil profesionales sanitarios de Sanitas Mayores. “Hemos hecho un gran esfuerzo en la formación de nuestros profesionales y en el seguimiento personalizado de cada residente. Un proceso donde la implicación del equipo y de las familias ha sido clave”, explica el doctor Curto. 

La importancia de la innovación en el cuidado de las personas mayores

“Los avances en los cuidados, un mayor número de estudios sobre la materia y la ampliación de nuestros conocimientos médicos y asistenciales nos han permitido avanzar en el cuidado sin sujeciones, tanto físicas como en la racionalización del uso de la medicación psicotrópica y antipsicótica, lo que sin duda será el próximo desafío del sector”, afirma Pedro Cano, director de Innovación Médica de Sanitas Mayores. “En definitiva, se trata de ir hacia un nuevo tipo de salud participativa, personalizada, predictiva y preventiva, donde la innovación es clave. Y desde Sanitas consideramos que innovar es cuidar sin ningún tipo de sujeción”, sentencia Cano. 

“Nos hemos volcado en el proyecto con la convicción de que eliminar los métodos de sujeción es la única vía de ofrecer la mejor atención posible”, añade.  De este modo, el 87% de los centros de la red de Sanitas Mayores ya ha sido acreditado por CEOMA como libre de sujeciones. Y el uso de sujeciones en Sanitas Mayores está por debajo del 1%, frente al 12% en torno al cual se sitúa la media de los centros que forman parte de AESTE.

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