Redacción. Madrid
El concepto sanitario de fragilidad, con el que se define un estado de especial vulnerabilidad de las personas mayores cuyo riesgo de discapacidad puede llegar a ser elevado, ha surgido en las últimas dos décadas y es uno de los más innovadores dentro del campo de la salud y las ciencias sociales. Reconocer y entender la fragilidad supone un cambio de mentalidad, dejando atrás las estrategias centradas en el tratamiento de las enfermedades para abordar otras que se basen en la detección e intervención en fases tempranas del deterioro funcional.
Rafael Navajo, manager de Desarrollo de Negocio de Salud de GMV.
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En el workshop La Fragilidad: Un reto social que requiere soluciones integradas organizado por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y Abbott con el soporte de EIT Health Spain, el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y el Ministerio de Economía y Competitividad, en el que ha participado GMV como miembro del proyecto europeo Facet (FrAilty Care and wEll funcTion) se profundizó en este concepto que supone un reto al que han de enfrentarse los sistemas sanitarios.
Como ha expuesto Rafael Navajo, manager de Desarrollo de Negocio de Salud de GMV, en su intervención “más del 40 por ciento de los adultos mayores de 50 años experimentan alguna limitación funcional, alrededor del 40 por ciento de la población anciana puede ser identificada como pre-frágil y el 15 por ciento como frágil o ligeramente discapacitada”, por tal motivo, Antari HomeCare la primera plataforma de telemedicina que permite monitoreo y vigilancia remotos de pacientes crónicos con una o varias enfermedades, almacenando y gestionando sus datos de salud, así como la planificación y seguimiento de terapias se convierte en una herramienta competente para prolongar la independencia y salud de las personas de edad avanzada”.
Dentro del programa marco de Investigación e Innovación de la UE Horizonte 2020 y bajo el paraguas del EIT Health. GMV junto a empresas y entidades como Abbott, la Universidad Politécnica de Madrid, el Servicio Madrileño de Salud, Atos, el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm); la Universidad de Aberystwyth y Premap se ha puesto en marcha el proyecto Facet (FrAilty Care and wEll funcTion), que persigue mejorar la calidad de vida de 13,05 millones de personas.
Para ello, explica Rafael Navajo “Facet tiene como objetivo promover una mayor independencia y autogestión de la salud de ancianos y adultos en estado de prefragilidad. Vivir más y vivir sano son realidades diferentes. Mejorar la calidad de vida de los mayores europeos será factible con herramientas para la detección de la fragilidad temprana y la intervención para prevenir o retrasar la aparición de la fragilidad, así como la discapacidad asociada a la misma”.
La plataforma que desarrollará el proyecto Facet proporcionará: Adquisición de la biometría y datos de comportamiento, nutricionales funcionales y cognitivos; fusión de datos, eliminando los irrelevantes e integrando los datos procedentes de las diferentes fuentes; generación de alertas en base a reglas basadas en la evidencia clínica; prestación de asesoramiento sobre actividad física y nutrición, con base a la evidencia clínica y estado funcional del paciente y Módulos básicos para la predicción de las condiciones de salud.
Teniendo en cuenta que la OEDC emplea más del 70 por ciento del presupuesto de la Salud a la población mayor de 65 años, “propuestas como Antari HomeCare y la aplicación de las Tecnologías 4.0 a la salud ayudarán a los sistemas de salud a reducir la amenaza de la discapacidad y la dependencia en una sociedad envejecida”, concluye el manager de Desarrollo de Negocio de Salud de GMV. |
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