Redacción. Barcelona
En el esfuerzo por mantener la calidad en la atención sanitaria, lo que incluye hacer posible el acceso por parte de los pacientes y ciudadanos a la innovación, la Sanidad pública-privada y la industria farmacéutica tienen un papel fundamental. Si ello supone un apoyo en la sostenibilidad del sistema es, además, la combinación necesaria en el marco actual del sector sanitario. En este sentido, fórmulas incipientes de colaboración, como el riesgo compartido, favorecerán la rapidez y equidad territorial en el acceso a la innovación por parte de los pacientes, en el marco de la corresponsabilidad necesaria entre todos los agentes del sector dada la coyuntura económica.
De izquierda a derecha: Agustí Barnadas, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica y jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Santa Creu i Sant Pau de Barcelona; Bartolomé Martínez, director territorial del Grupo Hospitalario Quirón en Barcelona; Juan Abarca, secretario general de IDIS; Roser Vallés; directora general de Ordenación y Regulación Sanitarias de la Conselleria de Salut; Manuel Vilches, director general de IDIS; Núria Mas, associate professor de Economía de IESE y Jordi Plaja, director general de Otsuka Pharmaceutical.
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El papel de la sanidad privada, en este marco, es también fundamental. Al respecto, se estima que los centros sanitarios de titularidad privada participan en más del 40% de los ensayos clínicos que se realizan en España y más de la mitad de los equipamientos de alta tecnología sanitaria se encuentra en el sector hospitalario privado.Tal como asegura Manuel Vilches, director general del IDIS, “estos datos son muestra de que en los últimos años el sector privado ha demostrado tener un gran potencial en el ámbito de la investigación de nuestro país; la apuesta de nuestro sector por la investigación, especialmente en fase tempranas, es obvia y constituye un motivo más para que la colaboración público-privada sea una realidad y permita seguir ofreciendo los mejores avances para los pacientes y ayude a situar a España en una buena posición de liderazgopara asentar y consolidaruna investigación clínica de primer nivel internacional”.
La apuesta por la investigación y por la innovación de la industria farmacéutica innovadora requiere, en este marco, de la colaboración de la Sanidad público-privada para crecer y, asimismo, facilitar el acceso a las opciones terapéuticas más eficaces a los pacientes. En palabras de Jordi Plaja, director general de OtsukaPharmaceutical, S.A.,“somos conscientes de que son necesarios cambios, porque el sistema como tal no es sostenible, el modelo de negocio debe modificarse. Pero, de acuerdo a nuestros valores, creemos que la clave está en la innovación, en invertir en eficiencia, y si recortamos la capacidad de las empresas para innovar no sólo seremos menos competitivos, sino que además tendremos una sociedad que está perdiendo oportunidades de vivir mejor”.
El papel de la Sanidad público-privada y de la industria farmacéutica en el acceso a la innovación ha sido el eje central de la Jornada ¿Cuáles son los grandes retos de la Sanidad española del 2020?, que OtsukaPharmaceutical, S.A. y el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) han celebrado en el Auditorio de l´HospitalQuirón de Barcelona. Al encuentro han asistido profesionales y gestores sanitarios, representantes de aseguradoras médicas, representantes del sector farmacéutico, representantes de asociaciones de pacientes, etcétera, con el objetivo de analizar las vías de colaboración de los diferentes protagonistas de la salud en pro de la excelencia asistencia y de la sostenibilidad del sistema sanitario. Esa sostenibilidad pasa, según Juan Abarca, secretario general del IDIS, “por llevar a cabo una reforma del sistema sanitario, para la cual la sanidad privada propone cuatro pilares: definición de la cartera de servicios, evaluación de la gobernanza del sistema, mejora de la eficiencia en la gestión y corresponsabilidad de los ciudadanos en la utilización del sistema sanitario, todo ello en aras a que la innovación esté junto al paciente independientemente de su situación y condición social”.
Por parte de la industria farmacéutica innovadora, Jordi Plaja explica que “es necesario trabajar en equipo, entender bien las necesidades de la sociedad y hacer una propuesta de valor de nuestros medicamentos antes del lanzamiento, durante el lanzamiento y una vez que los productos estén en el mercado, colaborando en proyectos globales que garanticen el acceso de la innovación al sistema sanitario nacional, tanto público como privado”. Y es que la solución para poder ofrecer excelencia en la atención sanitaria y que la Sanidad sea sostenible, pasa, según el director general de esta compañía japonesa, “por añadir valor más allá del medicamento, por incrementar la eficiencia gracias a las nuevas tecnologías y por ser capaces de aunar en una misma estrategia los intereses del paciente, del pagador y del prescriptor”.
En términos económicos, es de destacar que OtsukaPharmaceutical, S.A. ha invertido cerca de 1.000 millones de euros en I+D y actualmente está investigando en 12 moléculas prometedoras que se encuentran en fase II y III de desarrollo.
Fórmulas de riesgo compartido
Ante el reto de mantener el acceso rápido y equitativo a la innovación, ante la actual coyuntura económica, algunas compañías farmacéuticas están llevando a cabo ciertas fórmulas de riesgo compartido, proceso mediante el que dos o más partes acuerdan compartir determinados riesgos asociados a la obtención de unos resultados acordados y deseados por todos. “Esto se debe a la evolución de los sistemas de pago a los proveedores sanitarios de la regulación del precio a la regulación del resultado”, explica Jordi Plaja, quien hace hincapié en que llegar a acuerdos de este tipo supone “el alineamiento de objetivos entre el financiador o el pagador y la compañía farmacéutica, pero que requiere, para ello, de disponibilidad de sistemas de información y de transparencia”.
Se pueden diferenciar alrededor de cinco fórmulas de riesgo compartido en la actualidad: acuerdos precio-volumen, acuerdos globales de retorno o devolución, acuerdos de “acceso a pacientes”, acuerdos basados en el cumplimiento y acuerdos basados en resultados clínicos.
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