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Viernes, 24 de marzo de 2017   |  Número 90
EL PULSO
El 12 de marzo FUE el Día Mundial
La mitad de los afectados por glaucoma no están diagnosticados
La Milagrosa recuerda que esta enfermedad ‘roba’ la visión y puede causar ceguera sin que los afectados presenten síntomas

Redacción. Madrid
Cuando da la cara ya es tarde. El glaucoma es una enfermedad silenciosa que afecta a un millón de personas en España, aunque la mitad lo desconoce. Sin embargo, es la segunda causa de ceguera, por detrás de las cataratas.

María Capote, del Servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa.

Se trata de una patología ocular cuya característica principal es la pérdida de visión debido al daño progresivo que se produce en el nervio óptico. El principal factor de riesgo es la hipertensión ocular, de manera que cuando esta aumenta en el interior del globo ocular, se daña el nervio óptico y las neuronas que lo forman, produciendo su muerte celular y disminuyendo el campo visual del paciente.

María Capote, del Servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa, recuerda “que el glaucoma se ha convertido en una de las causas más frecuentes de discapacidad visual y ceguera en el mundo. Según la Asociación Mundial del Glaucoma, afecta a un total de 60 millones de personas en el mundo y en 2020 se espera que afecte a más de 80 millones de personas. En nuestro país incide entre el 0,5-4 por ciento de la población, llegando incluso al 5 por ciento entre las personas mayores de 50 años”.

Afortunadamente, las medidas preventivas, como el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, son la clave para ganarle la batalla a enfermedad. “Por este motivo, y bajo el marco de la Semana Mundial del Glaucoma, que se celebra entre el 12 y el 18 de este mes, nuestro servicio ofrece revisiones gratuitas” afirma Capote.

“Así los días 13, 14 y 15 realizaremos pruebas a todas las personas que deseen conocer su salud ocular. Concretamente, los pacientes podrán someterse a pruebas para determinar la presión intraocular, la evaluación funduscópica del nervio óptico, así como en los casos de sospecha, tomografía de coherencia óptica (OCT)” explica la oftalmóloga.

La importancia del diagnóstico precoz

El glaucoma crónico no produce ningún tipo de síntomas. “Antes de que el paciente se percate de que su visión no es tan buena como solía se lo puede haber un daño irreversible de sus nervios ópticos. Existe la creencia de que los afectados ven una mancha negra en alguna zona de su campo visual. Esto no es cierto, y lo más habitual es que no noten absolutamente nada hasta una fase muy avanzada, en la cual se percibe una cierta visión borrosa o solamente una mayor “torpeza” a la hora de encontrar objetos concretos, como libros en una estantería”, insiste la experta.

En la fase terminal, la visión queda reducida a la zona central del campo visual, de forma que el paciente tiene la sensación de mirar a través de un tubo. “Un diagnóstico precoz puede llegar a controlar el nivel de presión y a evitar que el glaucoma avance”, destaca. Por todo ello y porque se trata de una enfermedad que pasa desapercibida es muy importante que los pacientes no esperen a tener síntomas para realizar una revisión periódica en su oftalmólogo de confianza. A partir de los 40 años, una toma anual de presión intraocular en su médico oftalmólogo es una medida de prevención muy adecuada”, apostilla la especialista de La Milagrosa.

Novedades terapeúticas

Los tratamientos habituales hasta la fecha han estado basados en la aplicación diaria de colirios que reducen la presión intraocular, pero existen también otras terapias mediante láser o intervenciones quirúrgicas que pueden contribuir a detener el glaucoma en casos incontrolados o minimizar su impacto e, incluso, eliminar la dependencia de las gotas.

En los últimos años, la cirugía para el tratamiento del glaucoma también ha avanzado de forma importante. Según David Antolín, Jefe del Servicio de Oftalmología de la Milagrosa “la microcirugía del glaucoma permite intervenir con éxito a pacientes que años atrás tenían la enfermedad incontrolada, con una drástica reducción en el número de complicaciones”. “También los tratamientos con láser, como la Trabeculoplastia Selectiva consiguen reducir la presión intraocular de una forma rápida, además de ser una técnica

totalmente indolora y segura. Por otra parte, se realizan en la consulta, sin necesidad de anestesia, siendo la recuperación prácticamente inmediata” aclara Antolín, especialista en microcirugía del glaucoma.

 

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