Redacción. Madrid
Fórum Gestión Arruzafa, una iniciativa vinculada al ámbito empresarial y que cada año organiza Innova Ocular y Fundación La Arruzafa, fijó su programa de la edición de este año, que se celebró en noviembre en las instalaciones de Innova Ocular La Arruzafa (Córdoba), en el desarrollo de contenidos vinculados a la responsabilidad social corporativa (RSC).
Los participantes de la jornada organizado por Innova Ocular y Fundación La Arruzafa.
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La actividad, que fue inaugurada y presentada por Rafael Agüera, director gerente del centro cordobés -parte Innova Ocular-, contó con la presencia y participación de tres ponentes expertos en la materia: Fernando Mugarza, director de Desarrollo Corporativo de la Fundación IDIS (Instituto para el Desarrollo y la Integración de la Sanidad, del que Innova Ocular es socio patrón) y ex presidente y miembro de honor de Forética; Bernardo Jordano, abogado y presidente de la Fundación Miaoquehago; y Vicente Moros, gerente de la Casa Ronald McDonald de Málaga.
La primera de las presentaciones, realizada por Mugarza y titulada “Responsabilidad social corporativa: ¿una moda pasajera o una necesidad saludable?”, abordó el concepto de la propia RSC, “una de las palancas que promueven la mejora de la reputación empresarial”, tal y como se entiende desde las compañías, y su razón de ser al pasar las instituciones a “preocuparse no sólo de que lo hacen, sino de cómo lo hacen”.
Así, el ex presidente, miembro de honor de Forética y profesor de ética de la Universidad Pontificia de Comillas ICAI-ICADE, ahondó en los elementos o palancas que articulan la reputación en las organizaciones, tales como la imagen de sus principales directivos, la solidez financiera, la I+D+i, la importancia de la comunicación, la calidad de los productos, del Marketing y de la información, la internacionalización, la competitividad, el diálogo con los grupos de interés, el entorno laboral y compromiso social y, a la postre, la gestión ética y socialmente responsable de la organización.
En este sentido, diferenció igualmente los distintos niveles que marcan la jerarquía de la RSC, desde lo esencial a lo deseado por la sociedad, pasando por lo esperado; y en cuya evolución ascendente son clave elementos como el compromiso de la alta dirección manifestado a través de los códigos de ética o conducta, las políticas de recursos humanos (conciliación familiar, diversidad, inclusión, formación no discriminación, igualdad, etc..), el compromiso medioambiental y social donde es importante diferenciar claramente entre filantropía o mecenazgo y acción social, el cuidado especial de la cadena de valor (clientes, proveedores,etc...) y el buen gobierno corporativo y diálogo con los grupos de interés (stakeholders) entre otros aspectos.
Finalmente, el experto instó a “diferenciar ética de cosmética en materia de RSC”; es decir, a entender que la gestión ética y socialmente responsable es una materia fundamental para la sociedad y para las organizaciones; es clave desarrollar una política de gestión interna muy sólida basada en los principios que transmiten certificaciones y guías de actuación como SGE-21 de Forética o ISO-26000 respectivamente. Y es que, aseguró, “la responsabilidad social corporativa ha llegado para quedarse y es fundamental en el proceso de diferenciación de las organizaciones”.
Las empresas, catalizadores de la acción social
Por su parte, Jordano expuso el proceso de constitución de la fundación que preside, que se puso en marcha para “compartir información, orientar y ayudar a las familias” con niños con problemas de desarrollo, redundando en la “necesidad de que se conozcan los proyectos que llevan a cabo las fundaciones y organizaciones” para que la sociedad pueda implicarse en la ayuda.
A este respecto, también apuntó que “el hecho de asociar la imagen de una empresa con una sociedad identifica lo que esa empresa quiere hacer”. “Hoy en día cuesta mucho ayudar porque la gente no sabe lo que va a pasar con los recursos; las empresas, en este sentido, pueden ser catalizadores”, insistió el presidente de la Fundación Miaoquehago.
El gerente de la Casa Ronald McDonald de Málaga, Vicente Moros, también participó en la jornada y aseveró en ella que “la responsabilidad social tendría que ser un compromiso básico de todas las empresas”, y que ésta, de hecho, tendría que plantearse con “carácter anual”.
Moros aseguró que la coyuntura de crisis “ha hecho que muchas ONGs tuvieran que cerrar” y que “las entidades sociales tienen una labor muy importante por hacer” que no debe desaparecer. En esta línea, puntualizó que mientras una empresa sea capaz de tener obtener beneficios anuales, “debería de autoimponerse una respuesta a nivel social”.
Sirva de ejemplo de ello la labor en RSC que McDonalds hace a lo largo del mundo a través de tres proyectos: las casas para el alojamiento de familiares de niños hospitalizados en ciudades distintas a la de su residencia; el Ronald McDonald CareMobile, clínicas móviles para dar atención en salud a niños que de otra forma no la recibirían; y las Family Room, zonas de descanso dentro de los hospitales para los familiares de los niños hospitalizados.
Estas tres iniciativas tienen cifras que hablan por sí solas: siete millones de niños y familias atendidas en 63 países desde hace 42 años en las 360 casas de alojamiento que la empresa tiene a nivel mundial (cuatro de ellas en España: Málaga, Barcelona, Madrid y Valencia), además de 49 clínicas móviles y 208 salas familiares. “Todo ello lo hacen posible más de 400.000 voluntarios”, aplaudió Moros.
Buena salud de la RSC
Finalmente el debate posterior a las intervenciones confirmó la “buena salud” de la responsabilidad social corporativa de las grandes compañías españolas, según Mugarza, una realidad que contrasta si se compara con el ámbito de las pequeñas y medianas empresas. Para el director de Desarrollo Corporativo de IDIS, las pymes “necesitan apoyo para generar cultura en esta materia tan relevante”, ya que en el tejido empresarial de nuestro país la RSC se contempla a veces “más como un gasto que como una inversión”. Así, Mugarza entiende que las administraciones deben “impulsar medidas a nivel fiscal, y a través de la contratación pública entre otras”, para corregir esa tendencia.
Fórum Gestión Arruzafa contó este año con más de 60 asistentes y se consolidó, una edición más, como cita imprescindible para todos aquellos profesionales del ámbito de la salud implicados en la dirección, gobierno y administración de empresas sanitarias.
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