Redacción. Madrid
“La sanidad privada está relegada a un segundo plano por un componente ideológico que no se justifica”. Así de contundente se muestra Juan Iranzo, vicepresidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), al analizar la situación sanitaria actual. Para este experto, la colaboración público-privada “es la gran solución” para la sostenibilidad del sistema. Además, asegura que “si se ponen obstáculos a los incentivos a las empresas privadas se va en contra de los propios ciudadanos” y su atención sanitaria.
El candidato socialista en las próximas elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado que, de presidir el país, aumentará las tasas de alcohol y tabaco para financiar la Sanidad, e incluso ha advertido de que suprimirá los beneficios fiscales de las empresas que contratan seguros privados de salud. ¿Qué opina de estas medidas?
No puedo estar más en desacuerdo con esta propuesta. El Banco Central Europeo ha señalado que los países en estancamiento como el nuestro, si se suben los impuestos se prolongaría el estancamiento y no se recaudaría. Va en contra de la actividad económica. Además, con los problemas que tenemos de listas de espera, etc., sobre todo en algunas comunidades autónomas, lo que se debe es coordinar cada vez más la actividad público-privada. Si se ponen obstáculos a los incentivos a las empresas privadas se va en contra de los propios ciudadanos y del servicio global de sanidad.
Hemos propuesto en un informe, del que participé en la presentación, que se vuelva a establecer un mecanismo de desgravación del 15 por ciento, que generaba empleo, más ingresos y menos costes para el conjunto de la sanidad que le modelo actual.
Una de las medidas propuestas en campaña del actual Gobierno catalán era precisamente esta, si bien aún no se ha puesto en marcha. ¿Cree que este sería el camino?
La colaboración público privada es el gran camino. ¿Qué es lo que desea el ciudadano? El mejor servicio posible. Calidad. Y con esta colaboración se puede conseguir esta calidad en el diagnóstico y tratamiento, además de reducir los tiempos. Como usuario me da igual quién me presta el servicio. Con las desgravaciones se genera empleo en la sanidad privada y se reduce gasto, que estamos viendo el estrangulamiento que hay en la pública. Por tanto sale beneficiada la sanidad y sobre todo el ciudadano.
El Partido Popular promueve, en comunidades en las que gobierna como Madrid o Valencia, modelos de gestión mixta en los hospitales. En su opinión, ¿es una fórmula viable y recomendable ante la situación de déficit en las autonomías?
Este modelo es recomendable no sólo en una situación de crisis, sino siempre que queramos un sistema eficiente, que ha de basarse en la colaboración público-privada. Nosotros en el Instituto de Estudios Económicos hemos analizado mucho el caso Alzira, que da un paso más respecto a la gestión. Si el enfermo no va al hospital se lleva el dinero a otro. Esto introduce algo más de competencia.
¿Qué soluciones generales propone para sostener el Sistema Nacional de Salud a largo plazo?
Fundamentalmente hay que mejorar la gestión en la oferta, controlando más, por ejemplo, las pruebas. Y, sobre todo, insisto, la gran solución es la colaboración público-privada, ya que se ha confirmado en todos los ratios que la sanidad privada es más barata y eficiente.
¿La Sanidad privada está relegada a un segundo plano en España?
Sí y me parece absurdo e injusto. Los perjudicados somos todos. Hay un componente ideológico que no se justifica. La sanidad privada es más eficiente. No hay duda. No hay más que ver a los funcionarios, yo lo soy como catedrático, que tenemos la posibilidad de elegir, la gran mayoría hemos escogido seguros privados, que los paga la mutualidad. Este es un ejemplo claro.
¿Cree que las mutualidades de las administraciones (Muface, Mugeju e Isfas) deben continuar funcionando y por qué razón?
Creo que el modelo funciona bastante bien. Los funcionarios no tenemos diferencias en cuanto a medicamentos si estamos en activo o pasivo, por ejemplo. El sistema es adecuado y estamos satisfechos. Las empresas cada vez nos ofrecen mejores servicios. Otra cosa es que se requieran algunas reformas en cuanto a cómo se gestiona.
¿Necesitaba el sector sanitario privado una representación como el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) y, de de ser así, por qué razón?
Es fundamental. Se trataba de articular unos mecanismos institucionales para difundir la realidad de un sector que es muy eficiente en España, la sanidad privada.
Si hay un cambio de Gobierno en las próximas elecciones, ¿cree que mejorará la relación del Gobierno central con la sanidad privada?
Estoy convencido de que así será, entre otras cosas porque la persona que está llevando casi todos los asuntos de Sanidad es mi buena amiga Ana Pastor y ella cree firmemente en la colaboración público-privada.
¿Cuáles son los objetivos del IEE?
Nosotros lo que queremos es garantizar el Estado de bienestar y, por ende, la Sanidad. En este sentido creemos en el desarrollo sostenible como un equilibrio difícil entre crecimiento económico, cohesión social y protección del medio ambiente. Tenemos muy claro que si la economía no crece, todo el modelo puede estar en entredicho. Por tanto, estamos haciendo propuestas para que la economía mejore su potencial de crecimiento y su capacidad para generar empleo, y así asegurar el Estado de bienestar.
¿Cree que es bueno que el tema sanitario haya entrado en la campaña electoral?
Creo que no es lo adecuado. Estamos hablando de una actividad en la que hay un desfase entre el ciclo político y el económico. Las recesiones se alargan en el tiempo. A lo mejor habría que pensar en un acuerdo para garantizar lo mejor posible la sanidad público-privada a todos los ciudadanos.
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