Hiedra García Sampedro / Imagen: Diego Sánchez Villasante. Madrid
El Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) comienza un nuevo curso estrenando presidente, pero manteniendo su propósito de conseguir un sistema sanitario cohesionado para ofrecer a los ciudadanos la mejor atención posible. José Ramón Rubio, presidente de IDIS, ha concedido una entrevista a Publicación de Sanidad Privada en la que señala el “mazazo” que ha supuesto el aumento del IVA y el ahorro que supondría la ampliación del modelo Muface y la desgravación fiscal para los asegurados.

¿Cómo valora los dos primeros años de funcionamiento del IDIS?

Estos dos primeros años de vida del IDIS han sido muy importantes. En primer lugar, porque el Instituto, con el esfuerzo de sus dos primeros presidentes y de su secretario general, el doctor Abarca, ha conseguido unir a un grupo de empresas y de personas. Han visto de manera clara y desinteresada que es más lo que nos une que lo que nos separa, porque había que crear un ente que explicara a la sociedad española lo que representa la sanidad privada hoy en el contexto de la sanidad española, que tiene una cuota de en torno al 28 por ciento del total del gasto sanitario que se produce en España.

El IDIS ha creado una serie de estudios sobre la realidad sanitaria en España, ¿por qué eran necesarios?

Es necesario explicar a la población española que existe un sistema público que está colapsado por el número de usuarios y también colapsado económicamente por la situación que estamos viviendo. Se está poniendo de manifiesto la preocupación, no solo en España, sino en toda Europa y en algún otro país de fuera del entorno europeo, la necesidad de que el sistema sea sostenible y de buscar soluciones. Debemos explicar y se debe entender que el sistema estaría mucho más colapsado y sería económicamente mucho menos viable si ese 28 por ciento de la población que está usando la sanidad privada usara también la sanidad pública. Tendríamos un 28 por ciento más de problemas.

En ese camino de explicar y hacerse entender, ¿cómo está siendo la colaboración con el Ministerio de Sanidad?

La relación a nivel institucional es óptima y debe ser así. Otra cosa es que nosotros pensemos que nuestras peticiones no tienen suficiente eco. Evidentemente, vamos a seguir peleando, pidiendo y exponiendo las razones por las que creemos que se nos debía de tener más en cuenta, y no a nosotros, sino a las propuestas que presentamos. Hasta este momento, se han hecho diversos estudios. Uno de ellos refleja la situación general de la sanidad privada en España y va a ser objeto de actualizaciones anuales. Por otro lado, se ha analizado a fondo lo que representa el mutualismo laboral y también se ha hecho un estudio muy profundo sobre lo que representaría implantar la desgravación fiscal. Evidentemente sería un descargo para la sanidad pública muy importante.

Sobre esta campaña para concienciar sobre la desgravación fiscal, ¿cómo se está desarrollando?

Evidentemente, estamos en la peor época posible para hablar de suprimir impuestos, más bien parece que lo que hay que hacer es subirlos. Quizás no es ni el mejor momento para hacer esta petición. Pero hay que tener en cuenta que a los españoles se nos está pidiendo un esfuerzo con el copago en los medicamentos y se nos va a imponer un catálogo de prestaciones disminuido. Pensamos que deberían ofrecer alguna pequeña compensación. Desde el IDIS estamos promoviendo que esa pequeña desgravación se aplique exclusivamente a rentas por debajo de los 30.000 euros, que no tendría una gran significación pero que sí aliviaría y animaría a las familias españolas a hacerse seguros privados y en definitiva, aliviaría y haría más sostenible el sistema público.

¿Cómo es la situación de las aseguradoras en España?

En este momento en España hay más de 7 millones de personas que tienen seguros privados y 2 millones de personas más que eligen el régimen ofrecido por la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface). El 82 por ciento del colectivo elige el sistema Muface, que significa un convenio marco que suscribe la mutualidad de funcionarios con empresas de seguros para cubrir las prestaciones sanitarias que demande.

Otra de las iniciativas que hemos querido ofrecer al Ministerio es ampliar el régimen de Muface a funcionarios de las comunidades autónomas y a funcionarios locales. Este modelo está suponiendo aproximadamente un ahorro de casi 600 euros por persona adscrita al sistema y si un millón de personas tuvieran acceso al sistema se produciría automáticamente más de 500 millones de euros de ahorro. El sistema Muface está reservado para funcionarios del Estado y los que están transferidos a las comunidades autónomas pero no al colectivo de nuevos funcionarios de las comunidades autónomas y de administración local. Por otra parte, también con ello se ayudaría a rejuvenecer el colectivo de Muface y a que las primas fueran más sostenibles de lo que lo son actualmente.

Sin embargo, el Gobierno opta por otras medidas, como la subida de impuestos, ¿cómo está soportando la sanidad privada el aumento del IVA?

Ha sido un mazazo. Los sectores asegurador y hospitalario son finalistas, como ocurre con la banca también, y no tenemos la posibilidad de compensar de forma directa el IVA que nos afecta en las facturas que recibimos. La compensación establecida por Hacienda no alcanza ni mucho menos los costes que representa para nosotros el IVA. No solo nos afecta la subida en el material sanitario (que pasa de un 8 a un 10 por ciento), sino también por el tipo general, el que sube de un 18 al 21, en lo que representa para limpieza, lavandería o mantenimiento. Es un motivo claro de preocupación.

¿Cómo va a afectar a largo plazo, como se verá perjudicada la sanidad privada en un futuro?

Tenemos que pensar que también afecta a la sanidad pública, afecta a todo el sistema. Estamos poniendo las cosas más difíciles, nos estamos quitando nuestra red de seguridad porque se dificulta la implantación de alta tecnología, la electromedicina, que son absolutamente fundamentales hoy en día para el diagnóstico del tratamiento de muchas enfermedades. En definitiva, se dificulta poder tener todo al día y en perfecto estado de revista.

¿Qué importancia tiene la sanidad privada en la introducción de estas tecnologías, de la innovación y la investigación?

Hasta hace diez años, se pensaba que para tratarse de algo grave había que ir al sistema público y para lo leve, se podía ir a la sanidad privada y es un concepto que hoy en día está absolutamente superado porque el esfuerzo inversor de la sanidad privada ha sido enorme en estos últimos años. Hay muchos hospitales privados que pueden competir perfectamente con los públicos. En cuanto a la alta tecnología, del orden del 50 por ciento de las pruebas se están haciendo en hospitales privados y no públicos, como puede pasar con las resonancias magnéticas o alguna técnica de medicina nuclear o radioterapia. Tenemos que estrujarnos el cerebro para ver cómo podremos mantener ese estándar y seguir en ese nivel de prestación. Para nosotros, no hay que distinguir entre sanidad pública y privada, tenemos que buscar una medicina de calidad y da igual que sea pública o privada. No debemos renunciar jamás a esa calidad que hemos alcanzado.

Algunas comunidades no ven esa colaboración y están eliminando conciertos con la privada…

Las dificultades económicas que gravitan permanentemente sobre el sector público nos colocan en una situación en la que hay que acometer muchos frentes a la vez sin realmente pararse a pensar qué consecuencias tiene cada una de las acciones que se toman. Habrá un segundo momento en el que se podrá hacer una reflexión más profunda y se verán las ventajas que supone establecer colaboración con la sanidad privada; conciertos a largo plazo que permitan establecer unos proyectos de inversión y acometer su financiación con comodidad.

En cuanto a la remodelación de la cartera de prestaciones de la sanidad pública, ¿la privada tiene un hueco en los servicios que se caigan del catálogo?

Sí que tiene un hueco, simplemente porque si alguien necesita una prestación sanitaria que pueda quedar fuera del catálogo a futuro, la tiene que buscar. Tendrán que pagarlo de su bolsillo o concertar algún tipo de póliza que complemente esos servicios que el sistema público va a dejar de prestar. Evidentemente, se harán todos los estudios correspondientes y se buscará toda la ayuda que sea posible para que no se dejen de prestar esos servicios.

Finalmente, ¿cuáles son los objetivos marcados para su etapa como presidente del IDIS?

Los dos primeros años de vida del IDIS han representado un gran esfuerzo para sus dos presidentes y para su secretario general y para los miembros de su patronato que han colaborado muy activamente en que IDIS sea la gran realidad que es hoy. El IDIS entra en una etapa de consolidación, en la cual, con serenidad, las administraciones públicas tienen que entender lo que representa el IDIS y las ofertas que permanentemente está promoviendo, los estudios que ofrece y en definitiva, el ámbito de colaboración e integración que hemos buscado desde el primer día. Estamos aquí para colaborar, para integrar, para ayudar a que la sanidad española siga siendo óptima y es nuestro primer motivo para existir.