Redacción. Madrid
El Juzgado de Marca la Unión Europea nº1 de Alicante acaba de decretar la firmeza de la sentencia emitida el 15 de junio, considerando ilícito el uso de las marcas Singulair y Nasonex, pertenecientes a la compañía biofarmacéutica MSD, utilizada por una compañía de genéricos para el lanzamiento de sus productos. La sentencia estima que el uso realizado de las marcas ajenas es publicidad adhesiva y parasitaria por constituir un aprovechamiento indebido del distintivo y reputación de las marcas registradas de MSD y que este uso no puede calificarse de meramente descriptivo o informativo.
Irene Andrés, directora del departamento Legal de MSD en España.
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Asimismo, el juez concluye que no es necesario para el lanzamiento de los genéricos (o híbridos) usar las marcas de los medicamentos de referencia, ya que los profesionales sanitarios y los sistemas informáticos de gestión farmacéutica identifican perfectamente los medicamentos por su principio activo y no se aporta ninguna información adicional necesaria o relevante para estos profesionales.
Por ello, en la sentencia se refleja que la publicidad de la compañía de genéricos lo que busca es provocar la evocación –que no confusión– y creación de un vínculo con la marca notoria del original, en la mente del destinatario de la publicidad, tratando de lograr la transferencia de los atributos de la marca infringida a los genéricos publicitados.
Tras este análisis el juez califica la publicidad de la compañía de genéricos como infracción de las marcas comunitarias de MSD y competencia desleal por publicidad adhesiva. Adicionalmente, en el texto de la sentencia se considera que la publicidad de uno de los productos es además desleal por falsa, ya que califica su medicamento como sustituible (tratándose de un híbrido no EFG) y haciendo uso de este mensaje falso con carácter adhesivo.
Por otra parte, Irene Andrés, directora del departamento Legal de MSD en España, afirma que “espera que esta sentencia sirva como ejemplo para que el rigor de las resoluciones vaya progresivamente confirmando esta tendencia de la protección de las marcas originales en España y reforzando con ello, la protección jurídica del esfuerzo, y los recursos que la Industria destina a la innovación, a la investigación y al desarrollo de nuevos medicamentos”.
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