Redacción. Madrid
“Solo en la Unión Europa, según datos proporcionados por el Centro de Control de Enfermedades Europeo (ECDC), fallecen unos 25.000 individuos al año a causa de las bacterias multirresistentes a los antibióticos, con un coste adicional de 1.500 millones de euros a los sistemas sanitarios”, según ha dado a conocer Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc). La resistencia de las bacterias a los antibióticos es un problema sobre el que se lleva años alertando y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido como una “gran amenaza para la salud pública”.
Ponentes del curso ‘Antimicrobial Stewardship’ (Programas para la Prevención de Resistencias Antimicrobianas) organizado por MSD.
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Cantón codirige el curso ‘Antimicrobial Stewardship’ (Programas para la Prevención de Resistencias Antimicrobianas) que se ha celebrado en Santander los días 7 y 8 de septiembre, organizado por la UIMP junto a la compañía farmacéutica MSD y en el que se analiza el conocimiento actual del desarrollo de la resistencias a los antimicrobianos, tanto en su vertiente más básica como clínica. “Se han revisado los problemas actuales y las posibles soluciones, como el uso de nuevos antimicrobianos bajo una nueva perspectiva que limite el desarrollo de futuras resistencias; además, se ha dado una perspectiva mucho más práctica sobre la utilización en el día a día de los antimicrobianos para conseguir maximizar la acción de los mismos y evitar el desarrollo de nuevas resistencias”, concluye.
Este curso forma parte de la Cátedra Extraordinaria UIMP-MSD de Salud, Crecimiento y Sostenibilidad, creada entre ambas entidades hace tres años con el objetivo de establecer un foro en el que analizar la incorporación de medicamentos innovadores de manera sostenible.
El presidente de la SEIMC ha alertado de que “de continuar esta tendencia, en el año 2050 se pueden producir 10 millones de muertes al año en el mundo asociadas a las bacterias multirresistentes frente al medio millón de fallecidos al año por esta razón en estos momentos”.
Por su parte, Emilio Bouza, jefe del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Gregorio Marañón y codirector del curso ‘Antimicrobial Stewardship’, ha coincidido al alertar sobre la magnitud de un problema de alcance global. “Se ha abusado del uso de antibióticos y nos ha terminado causando importantes problemas”, señala. A su juicio, la población tiene la creencia de que la utilización de estos fármacos “solo tiene beneficios”.
Pautas básicas en la administración y el diagnóstico de antimicrobianos
Entre los contenidos del curso se han abordado los indicadores, la política de control y los modelos organizativos para optimizar la administración de los antibióticos. En opinión José Miguel Cisneros, director de la Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Medicina Preventiva del Hospital Virgen del Rocío y Virgen Macarena de Sevilla, “en la actualidad el uso de los antibióticos en el mundo dista de ser óptimo. Un problema que en España es aún más grave, ya que nuestro país registra las mayores ventas de antimicrobianos per cápita entre los países desarrollados y tenemos tasas muy elevadas de consumo de carbapenemas en los hospitales y de amoxicilina clavulánico en atención primaria. Una situación que es consecuencia de un abuso y mal uso de los antibióticos. Además, la morbilidad y mortalidad de las infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos, son muy significativas”.
Entre ellas, las producidas por Pseudomonas aeruginosa y otras infecciones por bacilos gramnegativos que no sólo afectan a pacientes hospitalizados sometidos a cirugía y otros procedimientos, sino también a pacientes sanos en todo el mundo.
Programa AMS-PROA Excelencia
Una de las propuestas para optimizar el uso de los antibióticos es el programa AMS-PROA Excelencia, que cuenta con el apoyo de MSD, una iniciativa clave en la lucha contra las resistencias, que incluye formación al clínico, acreditación hospitalaria y herramientas de seguimiento. Tal y como ha explicado Cisneros, “desde la SEIMC y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) se recomienda su implantación y puesta en marcha, tanto a nivel nacional como internacional. El programa cuenta con formación con universidades de prestigio y certificación hospitalaria con agencias de acreditación de calidad”.
En relación a las cuestiones que deberían estar claras a la hora de administrar estos antibióticos, este experto señala que se debería estar preparado para responder, en cada momento y ante cada paciente, a las tres preguntas clínicas clave en el tratamiento antibiótico: ¿está indicado el tratamiento antibiótico en este paciente? Y, si lo está, ¿cuál es el antibiótico más eficaz y seguro? Y, finalmente, una vez elegido el antibiótico, ¿cuál es la dosis, la vía de administración y la duración más adecuadas?
La cuarta pregunta necesaria para saber cuál es el antibiótico más adecuado según cada diagnóstico sería ¿cuál es la sensibilidad de la bacteria responsable de la infección? Por ello, Cantón aboga por reforzar el diagnóstico clínico con un diagnóstico microbiológico, ya que “esto ayudaría a diferenciar entre una infección bacteriana de una infección vírica”. También considera fundamental tener siempre presente a la hora del diagnóstico que “el antibiótico es para cuando hay infecciones bacterianas, no cuando son producidas por virus, entendiendo siempre que los antibióticos no son compuestos inocuos sino que producen efectos secundarios como lo es precisamente la resistencia a los propios antibióticos”. De acuerdo con el Eurobarómetro ‘Antimicrobial Resistance’, solo el 37 por ciento de los españoles sabe que estos medicamentos no sirven para matar virus.
Las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, que incluyen las adquiridas en el hospital (intrahospitalarias o nosocomiales) y especialmente las que se producen en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs), son las que con mayor frecuencia presentan problemas de resistencias a los antibióticos.
Sepsis: la respuesta a las infecciones
Otro de los problemas derivados de las infecciones es la sepsis que, en palabras de Marcio Borges, coordinador de la Unidad Multidisiciplinar de Sepsis del hospital Son Llàtzer de Palma de Mallorca, es un problema preocupante en España. “La sepsis es la respuesta del individuo frente a cualquier tipo de infección (como por ejemplo, neumonía, peritonitis, etc.) de cualquier tipo de patógeno, bien sean bacterias, virus, hongos o parásitos. Por eso es importante diferenciar la gravedad de la sepsis, basada en las posibles disfunciones orgánicas que el paciente presenta, pues desde la sepsis hasta el shock séptico dichas diferencias tienen enorme repercusión clínica y en el uso de recursos, costes, etcétera”.
La sepsis, según ha explicado Borges, “es el proceso clínico con mayor mortalidad hospitalaria en este momento. En España fallecen 17.000 personas cada año, más que por cáncer de mama, colon, o páncreas. Y 13 veces más que en accidentes de tráfico”. La clave para reducir estos casos está en “generar una atención integral, con visión multidisciplinar y considerar este síndrome como un proceso transversal clínico”, ha resaltado Borges.
Nuevos retos en la lucha contra la resistencia antimicrobiana
Cantón considera que uno de los retos de la comunidad científica es “el descubrimiento de nuevas moléculas que tengan mecanismos más originales que actúen sobre los propios microorganismos. Hay que investigar no sólo en mejorar su uso sino también en la búsqueda de nuevos mecanismos de acción”.
En esta misma línea, el Plan Nacional de Resistencias a los Antibióticos aboga por promover estudios que ayuden a conocer la verdadera dimensión del problema, incentivar el desarrollo de nuevos antimicrobianos y mejorar el uso de los ya disponibles.
El rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, César Nombela, ha puesto de relieve en el acto de inauguración del curso la importancia de abrir las aulas de la institución académica a esta materia porque "es la hora de la racionalidad en el manejo de antibióticos. Sabemos mucho de la emergencia de microorganismos resistentes provocada por el uso indiscriminado de antibióticos y su presencia en el medio ambiente. El uso racional demanda la selección de tratamientos eficaces, como única forma de contrarrestar el fenómeno de la resistencia; investigar para el desarrollo de nuevos fármacos es también obligado, así lo hace posible el avance del conocimiento”.
Compromiso de la industria farmacéutica con la investigación
Joaquín Mateos, director médico ejecutivo de MSD, una compañía que lleva 125 años investigando, desarrollando y aportando soluciones en salud que han cambiado y están cambiado el curso de las principales enfermedades, ha afirmado que “MSD está especialmente comprometida en la lucha contra las resistencias antimicrobianas, área en la que contamos con un programa de I+D+i muy activo, además de apostar también por la innovación en gestión sanitaria y tecnológica. Sin embargo, es necesaria la inclusión de mejoras en la legislación, así como de incentivos económicos que apoyen, estimulen y aceleren la investigación básica y la innovación en el descubrimiento y desarrollo de nuevos antibióticos, como se reclamó en la Declaración sobre la Lucha contra la Resistencia Antimicrobiana de la industria farmacéutica, presentada en el Foro Económico Davos en enero de este año . Solo así lograremos el objetivo común que perseguimos y al que aspiramos todos: salvar y mejorar la vida de los pacientes.
Actualmente, MSD tiene en marcha 22 ensayos clínicos fase II y III para el desarrollo de 10 compuestos destinados al tratamiento y la prevención de estas infecciones.
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