El impulso de la estandarización y la excelencia clínica, la gestión de una base instalada compleja y conectada remotamente, la prevención de la obsolescencia tecnológica o la conservación de los datos confidenciales de los pacientes a salvo de los ataques cibernéticos son algunos de los desafíos a los que se enfrentan los proveedores del cuidado de la salud en un mercado en el que el ritmo del desarrollo tecnológico y la digitalización se acelera cada día.

El protagonismo que la digitalización y el desarrollo de software tienen en la actualidad en el sector salud es indiscutible. Los dispositivos médicos están cada vez más interconectados y su valor está cada vez más definido por sus características digitales. Además de estos, la utilización de las nuevas tecnologías en pro de mejores niveles de servicio, la utilización de algoritmos de inteligencia artificial, los sistemas predictivos y proactivos o los interconectados se han convertido en los verdaderos adalides de la llamada transformación digital sanitaria. 

Existen plataformas eHealth que hacen que los ciudadanos puedan convertirse en “propietarios” del conocimiento sobre su propia salud ya que el sistema puede facilitarle toda la información que necesita en tiempo real. También los dispositivos wearables son muy prácticos, pero los servicios digitales que se desarrollan a partir de la inteligencia artificial y el big data son, sin duda, las innovaciones más punteras en lo que a salud digital se refiere ya que los algoritmos pueden ayudar a prevenir y a enfocar tratamientos. A todo ello se sumarían los servicios de consultoría, es decir, programas que permiten gestionar los resultados de las pruebas de manera más eficiente.

En este universo de innovaciones en pro de la salud de los pacientes, las plataformas inteligentes de Siemens Healthineers actúan de manera integral y suponen una mejora en su experiencia, además de ayudar a los profesionales sanitarios ya que mejoran los procesos asistenciales al permitir la gestión de resultados automatizados, posibilitan una mayor precisión en la interpretación de las pruebas, posibilitan la gestión de los pacientes de forma remota, optimizan los procesos de atención, fomentan la comunicación entre profesionales y entre profesionales y pacientes, pueden integrarse con distintos dispositivos de telemonitorización y weareables, accesibles también desde cualquier dispositivo.