Redacción. Madrid
El gerente del Departamento de Salud de la Ribera, Javier Palau, ha asegurado sobre el anuncio de la consejera de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Carmen Montón, de que los trabajadores del Departamento de Salud de La Ribera pasarán a la condición de “indefinidos no fijos” tras la reversión, que esta figura “convierte a los trabajadores laborales del departamento de fijos a no fijos y les augura un futuro marcado por la inestabilidad e incertidumbre”.
Javier Palau, gerente de La Ribera.
|
Palau ha recordado que la figura de indefinido no fijo no se puede mantener “sine die” ya que “obliga a la Administración pública a convocar oposiciones. De lo contrario podría reclamar con derecho cualquier aspirante a trabajar en La Ribera”. En el marco de la subrogación planteada por la consejería, los 1.836 empleados contratados por la compañía para el hospital de La Ribera pasarán a ser indefinidos no fijos, por lo que se arriesgan a perder su puesto de trabajo si la Generalitat convoca una Oferta Pública de Empleo (OPE).
Palau ha asegurado que “sin duda, los 1.836 trabajadores laborales de La Ribera saldrán perdiendo en este proceso ya que 370 personas, que actualmente tienen un contrato temporal, se quedan sin trabajo y los 1.466 restantes, muchos de los cuales llevan casi 20 años trabajando en la sanidad pública valenciana, con un puesto consolidado y fijo, podrían perder de la noche de la mañana su puesto de trabajo”. Actualmente, el 92,81 por ciento de los trabajadores laborales de la Ribera son fijos, mientras que en los demás centros sanitarios públicos de la Comunidad Valenciana tan solo un 62,5 por ciento son fijos (personal estatutario).
Los trabajadores laborales de La Ribera al pasar a no fijos, en caso de despido o de no superar las obligadas oposiciones, sólo tendrían derecho a 12 días de indemnización por año trabajado, frente a los 45 o 33 que tienen actualmente.
En el caso de concurrir a las oposiciones y al aplicarse la normativa nacional como ha afirmado la propia Consellera “no habría ningún tipo de ventaja por haber trabajado cerca de 20 años en La Ribera, lo que sin duda generará una gran frustración a nuestros profesionales”. “Subrogar a los trabajadores con las mismas condiciones es cumplir lo que marca la ley. Lo contrario sería ir contra la ley”. El problema, afirma Palau “es por cuanto tiempo van a mantener sus puestos de trabajo y las facilidades que se generan para su despido al pasar a temporales”.
Buena prueba del éxito del modelo laboral que rige en el hospital de La Ribera es que más del 70 por ciento de los profesionales contratados por Ribera Salud en sus centros procede de hospitales públicos de gestión directa. Estos profesionales eligieron el modelo ofrecido por la compañía, según las encuestas internas, atraídos por el modelo de gestión, la flexibilidad, la autonomía de gestión, desarrollo y carrera profesional.
Por otra parte, el gerente ha recordado que actualmente los profesionales de la Ribera tienen un mayor salario que los estatutarios, en todas las categorías tanto en conceptos fijos como en variables, por lo también perderían en salario, o bien la Conselleria tendría que instaurar para todos los profesionales públicos sanitarios de la Comunidad Valenciana un sistema de salario variable como el que actualmente tienen los profesionales de La Ribera, con el consiguiente incremento presupuestario público para esta partida.
Máxima colaboración
Palau ha indicado que desde Ribera Salud siempre se ha mostrado la máxima colaboración hacia la Conselleria de Sanidad y prueba de ello es que “toda la información respecto a la plantilla de La Ribera, retribuciones, etc. que la consejera ha indicado no conocer, ha sido entregada en sucesivas ocasiones, tanto a los servicios centrales de la Conselleria, como al Comisionado, con registro de entrada. No obstante, y a pesar de la premura con la que hemos sido convocados a la reunión del lunes acudiremos el director económico y yo el próximo lunes tal y como nos han solicitado”.
Por último, Palau ha asegurado que desde Ribera Salud van a seguir defendiendo a los profesionales con todos los mecanismos legales, para que no pierdan derechos ni ventajas laborales, y ha lamentado que “esta decisión política no solo afecta a los profesionales. También los ciudadanos van a percibir cambios pues tan solo la gestión privada les garantiza dos meses menos de lista de espera para ser operados, o el mantenimiento de grandes especialidades solo disponibles en grandes centros de referencia, por no hablar de las inversiones previstas que se quedan sin ejecutar como los nuevos centros de salud en Corbera y Algemesí, el proyecto de ampliación de camas o la Unidad de Reproducción Asistida”.
El grupo Ribera Salud afirma que la pérdida de condiciones laborales del personal del centro redundará en un deterioro de la calidad asistencial del Hospital de La Ribera, cuyo nivel de satisfacción de los pacientes y cifras de gestión supera al de los centros hospitalarios de gestión pública directa. Por ejemplo, los pacientes de La RIbera han esperado una media de 2 meses menos que los pacientes del resto de hospitales públicos de la Comunidad Valenciana para someterse a una intervención quirúrgica. Además, el 85,99 por ciento se muestra satisfecho o muy satisfecho con la atención recibida en el centro.
|