Redacción. Madrid
Traspasar barreras culturales, lingüísticas y de edad a través de la gastronomía para favorecer a las personas mayores y jóvenes inmigrantes que viven en Bilbao La Vieja. Éste es el espíritu de la iniciativa que la residencia Bilbozar, perteneciente a la red de infraestructuras sociales de la Diputación Foral de Bizkaia y gestionada por Igurco Servicios Sociosanitarios de IMQ y Claret Enea Gizartetxea, de la Fundación Claret Sozial Fondoa, han puesto en marcha: un programa de intervención intergeneracional y cultural basado en la gastronomía y denominado “Un mundo de sabores”.
Este programa atiende a los residentes que se encuentran ingresados en el centro.
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El programa, que se pone ahora en marcha, se desarrollará durante los próximos seis meses, a través de distintas jornadas de intercambio. En ellas, se dará una formación a los mayores participantes sobre el país de origen y la cultura de los jóvenes inmigrantes. Esta formación se verá acompañada también por talleres prácticos en los que se elaborarán y degustarán in situ platos típicos de los países de origen. Todo ello, fomentando la relación entre las personas mayores y los jóvenes inmigrantes.
Tal y como señala Mónica Cuevas, técnico en animación sociocultural de la residencia Igurco Bilbozar, “el programa “Un mundo de sabores” permite un acercamiento intergeneracional entre mayores institucionalizados y jóvenes inmigrantes. Gracias a las actividades que hemos diseñado, proporciona a los mayores de la residencia diversos beneficios, como hacerles partícipes de la actividad y actualidad del barrio, potenciar su sentimiento de utilidad, estimular la creación y mantenimiento de relaciones sociales, favorecer el trabajo cognitivo (memoria) y sensorial (sabores), etcétera”.
Para la participación en este programa se atiende especialmente a aquellos residentes que se encuentran ingresados en el centro residencial por discapacidad funcional leve o reagrupación familiar, y presentan la necesidad de seguir colaborando con la sociedad a pesar de su situación personal. Por otra parte, los jóvenes inmigrantes provienen en su mayor parte de Argelia y Marruecos.
Oiane Menika, educadora del centro de día de Claret Enea Gizartetxea, donde se van a celebrar las jornadas del programa de intercambio, destaca que “para los participantes, es una actividad integradora, enriquecedora, terapéutica y que permite un ocio alternativo, orientado al bienestar de ambos colectivos, en la que los mayores y los jóvenes inmigrantes conocen la realidad del otro en unos encuentros basados en el respeto, el intercambio de conocimientos y la diversidad cultural. Esto es algo que está muy presente en nuestra sociedad y más aún si cabe en el barrio de Bilbao La Vieja”.
El programa se encuentra diseñado y dirigido por profesionales de Igurco Servicios Sociosanitarios de IMQ y de la Fundación Claret Sozial Fondoa, con una amplia experiencia en el trabajo diario con ambos colectivos. Así, participan profesionales de Psicología (María Pérez de Eulate), Trabajo Social (Patricia Sastre), Educación Social (Oiane Menika), etc. Al diseño del programa, que ya se ha realizado, le seguirá el desarrollo práctico del mismo y, posteriormente, una fase de evaluación, con el objetivo de profundizar en la valoración de la propuesta tratando de obtener ideas que sean útiles para experiencias posteriores y promuevan nuevos retos.
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