Aportar valor desde las organizaciones sanitarias tiene un enfoque multidisciplinar que podría resumirse en el objetivo fundamental de generar confianza y credibilidad en base a resultados sanitarios y de salud, seguridad en los procedimientos y trato percibido, todo ello dentro de una sociedad globalizada con un nivel de exigencia creciente y con un grado de información y formación cada vez más elevados.

A este objetivo responden los distintos informes anuales que viene desarrollando la Fundación IDIS, cada vez más completos y con mayor riqueza de datos y de matices, como el presente “Sanidad Privada, Aportando Valor”, el “Informe RESA” o las encuestas y análisis de satisfacción desarrolladas junto a Sigma Dos, entre otros, todos ellos con enfoques distintos pero complementarios y elocuentes a la vez, sobre todo por el “state of the art” respecto de la mejora continua que se va consiguiendo en procesos y servicios de nuestra tupida red de hospitales y centros.

Este ambicioso reto de aportar valor impulsado desde un sector pujante y vanguardista de emprendimiento privado en salud se sustenta en un principio básico, el de la calidad evaluada a través de tres variables insoslayables: de estructura, de proceso y de resultados como ejes vertebradores de una estrategia adecuada en las organizaciones sanitarias que se precien a la hora de perseguir la excelencia.

Si no se dota de recursos, si no se estructuran procesos cada vez más efectivos y seguros basados en la evidencia disponible y no se mide y se compara con estándares validados y aceptados universalmente, difícilmente podremos avanzar en la senda de la mejora continua y de la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario.

Esta nueva versión del informe “Sanidad Privada, Aportando Valor” pone de manifiesto y enfatiza tanto el nivel de usuarios de los servicios que oferta la sanidad privada, como la relevancia de este sector en términos macro y microeconómicos en relación al PIB; todo ello sin olvidar las cifras y el nivel de empleo creciente aun en momentos de crisis, la contribución a la I+D+i nacional y a la formación de profesionales o la cantidad y diversidad de nuestros centros comprometidos con los mayores y más exigentes estándares de calidad y sostenibilidad.

Este sumatorio de realidades transformadas en datos objetivos en el informe, forma parte de una apuesta real por la calidad y los resultados en la prestación sanitaria que afortunadamente vamos convirtiendo en una seña de identidad. Prueba de ello es el reconocimiento QH (Quality Healthcare), que supone un estímulo y un acicate para alcanzar la excelencia en calidad asistencial; una iniciativa que nos lleva, sin duda, a que nuestros centros, públicos y privados, profundicen en la mejora continua de sus procedimientos y procesos, favoreciendo así su competitividad y su reputación, teniendo en cuenta que el beneficiario siempre ha de ser el paciente.

Otro proyecto de especial relevancia que IDIS tiene en ciernes tiene mucho que ver con la tecnología disruptiva en sus diferentes acepciones y su relación con el paciente y el profesional, todo ello dentro de lo que se ha convenido en llamar “la quinta revolución industrial” en la que estamos inmersos todos sin excepción y la cual supone una convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas; una revolución impulsada por la interconexión masiva de dispositivos y sistemas a través de Internet de las cosas (IoT), así como por el procesamiento masivo de datos y el aprendizaje automático. Este concepto enfatiza y acentúa la idea de una creciente y adecuada digitalización y coordinación cooperativa en todas las unidades productivas de la economía y en nuestro caso, y como no puede ser de otra manera, el de la salud y el de la sanidad.

En este contexto, que cambiará los modelos preestablecidos existentes, la sanidad privada ha de manifestar y ejercer su liderazgo. Por ello, como el movimiento se demuestra andando, en breve vamos a lanzar un ambicioso proyecto de interoperabilidad y continuidad asistencial que será pionero por su método, por su diseño, por su arquitectura, y lo más importante, por su visión de futuro tomando como referencia los proyectos de la Unión Europea, como pueden ser el de Historia Clínica Europea o el del Espacio Europeo de Datos Sanitarios entre otros.

En este ámbito diferencial que conforma sin duda la antesala de un nuevo modelo económico y de desarrollo, vamos a seguir insistiendo desde la Fundación IDIS en la necesidad de diseñar un pacto estratégico por la sanidad y la innovación para evitar que el tren o mejor dicho el “tsunami” de los tiempos termine pasando factura a un SNS insuficiente, con múltiples dificultades que comprometen su sostenibilidad, que precisa ser refundado para que pueda dar respuesta específica y concreta a las necesidades que en materia de salud y sanidad plantea nuestra sociedad en el presente y el futuro.

Para finalizar y desde un punto de vista sectorial, nuestro Sistema Sanitario que es único con una doble provisión y aseguramiento, afronta enormes retos derivados del progresivo avance de la ciencia y de los sucesivos e incesantes cambios demográficos ocurridos, una ecuación difícil de cuadrar que exige ya de ingentes esfuerzos y altura de miras de todos los agentes implicados.

En ese contexto de cambio, la sanidad privada debe ser identificada como un aliado estratégico, como una opción que descarga de presión a un sistema cada vez más inflacionado de demanda y de necesidad de recursos de todo tipo, puesto que la aportación de valor de la sanidad privada en su conjunto reduce significativamente la demanda de servicios en principio asignada al propio Sistema Nacional de Salud, con el consiguiente efecto favorable sobre la calidad percibida y los tiempos de respuesta de su estructura sanitaria. Esto supone que incluso los ciudadanos que no utilizan la sanidad privada pueden verse beneficiados también por ella, consiguiendo de esta forma un acceso a la asistencia más rápido y contribuyendo a una rebaja en listas de espera y demoras innecesarias producidas por una sobredemanda creciente.

Una mejor sanidad para todos desde la complementariedad de las dos titularidades y aportar valor para liderar el cambio necesario teniendo en cuenta a todos los actores implicados: esa es la propuesta de la Fundación IDIS que está basada en el consenso, el pacto y la búsqueda de sinergias a todos los niveles, siempre en beneficio de un paciente con capacidad de decidir y de corresponsabilizarse en la gestión de su propia salud; eso sí, de la mano del profesional que le atiende, le informa y le asesora en todo momento.

Fernando Mugarza, MD, PhD, MBA
Director de desarrollo corporativo y comunicación (Fundación IDIS)
Profesor de Ética de la Universidad Pontificia de Comillas (ICAI-ICADE)
Ex-presidente y Miembro de Honor de Forética