Viernes, 18 de julio de 2014 | Número 61 |
ANTE LA LLEGADA DEL VERANO |
Quirón Málaga lanza un decálogo de recomendaciones para exponerse al sol |
Advierte de la importancia del uso de protectores solares físicos y químicos |
Redacción. Málaga
Comienza el verano, momento de pensar en las vacaciones estivales y, paralelamente, de ser precavidos con la exposición intencionada al sol en playas y piscinas. Hospital Quirón Málaga, consciente de la importancia preventiva ante la exposición de la piel al sol, lanza una serie de recomendaciones al respecto. Según la doctora Rosa Castillo, especialista en dermatología del centro malagueño, “además de los fotoprotectores físicos, como gorras, sombreros y gafas, es necesario recurrir a protectores químicos: cremas solares de factor 30, como mínimo, y de +50 en cara y cuello. La protección solar debe aplicarse unos 30 minutos antes de la exposición y renovarla frecuentemente”.
El índice de protección indica el tiempo durante el cual estás protegido, al multiplicar ese número por el tiempo en que una persona se quema. “Por ejemplo, si tardas en tener enrojecimiento (quemarte) dos minutos y usas una crema solar de factor 50, estarás protegido de las radiaciones solares durante 100 minutos (2×50=100)”, explica la dermatóloga.
El sol actúa sobre el estado de ánimo, incluso una exposición moderada (de unos 15 minutos al día) puede estar indicada en algunas enfermedades, como psoriasis o eczemas. Pero los extremos no son buenos y, en este sentido, surgen graves problemas derivados de una sobreexposición; “el mayor enemigo es el cáncer de piel, que aparece a partir de dos patrones diferenciados. Uno, en función de la exposición solar aguda, que suele estar más relacionado con la aparición de melanomas; y otro, a partir de la exposición solar crónica, el denominado cáncer cutáneo no melanoma (como el cáncer basocelular y espinocelular), que es debido a un daño acumulativo de la radiación solar sobre las células de la piel”, ha concluido la doctora de Quirón Málaga.
Decálogo para una correcta fotoprotección
Quirón Málaga ha publicado un decálogo para una correcta fotoprotección. En primer lugar, recomienda utilizar el protector solar antes de la exposición al sol y renueve frecuentemente su aplicación, sobre todo después de cada baño. Además, señala que es preciso exponerse progresivamente al sol y evite la exposición solar entre las 12.00 y las 16.00 horas.
El tercero de los puntos apunta a prescindir de las sesiones bronceadoras con lámparas de rayos UVA, ya que contribuyen a la aparición de cánceres cutáneos y aceleran el envejecimiento de la piel.
En cuarto lugar, recomienda que en niños menores de tres años se limite la exposición solar a los extremos horarios; principio de la mañana o final de la tarde, y protéjales con un fotoprotector de alta protección a fin de preservar el mayor tiempo posible su capital solar. En efecto, la piel conserva la memoria de las radiaciones recibidas durante toda la vida. Cuanto más importante ha sido la dosis de radiación recibida, mayor es el riesgo de aparición de cánceres en la edad adulta.
Además, recomienda no olvidar que también puede quemarse mientras practica cualquier actividad al aire libre: montar en bicicleta, pasear, correr, etc. En todas estas ocasiones, aplíquese un fotoprotector.
El sexto punto apunta a tener en cuenta aquellas circunstancias que comportan un riesgo suplementario o una falsa seguridad: altitud, nubosidad, viento fresco, superficies reflectoras (nieve, arena, hierba, agua), etc. Por otra parte, recomienda protegerse con gorra y gafas de sol con cristales homologados capaces de filtrar los rayos UVA y UVB. A los niños, además, resguáardelos con unacamiseta seca y opaca. Sea consciente de que una prenda mojada deja pasar los rayos UV.
Además, señala que es necesario secarse bien después de cada baño, ya que el “efecto lupa” de las gotas de agua favorece las quemaduras solares y disminuye la eficacia de los protectores solares aunque estos sean resistentes al agua.
El noveno punto recomienda beber agua en abundancia y frecuentemente. El sol deshidrata nuestro organismo. Vigile sobre todo a las personas mayores, cuya sensación de sed está atenuada, y a los niños, cuya necesidad de agua es importante, pues sus centros de termorregulación son todavía inmaduros. Por último, recomienda que si se advierte que una peca o lunar cambia de forma, tamaño o color, consulte a su dermatólogo. |
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