Redacción. Madrid
La Cirugía Íntima Femenina Asistida ha visto aumentada su demanda en los cinco últimos años, llegando a posicionarse como la intervención más demandada en el campo estético. Con el objeto de dar a conocer este tipo de cirugía entre sus profesionales y formarlos en sus numerosas aplicaciones, también en el ámbito clínico, el Hospital Tres Culturas ha organizado el ‘I Curso técnico-práctico de Cirugía Íntima Femenina’, impartido por Jack Pardo, ginecólogo chileno especialista en Cirugía Uroginecológica, Vaginal y Cirugía Plástica Ginecológica.
Jack Pardo, especialista en Cirugía Uroginecológica, Vaginal y Cirugía Plástica Ginecológica.
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Este experto ha basado su intervención en explicar con detalle las técnicas de esta cirugía, concepto diseñado por el ginecólogo estadounidense David Matlock. Esta Cirugía Ginecológica, enfocada a la reconstrucción vaginal asistida con láser, ayuda a intervenir de forma rápida y mínimamente invasiva diversas patologías que pueden producirse en la mujer tras el parto, reduciendo el dolor y el tiempo necesario de recuperación.
Este tipo de intervenciones dan solución a los citados problemas femeninos, ya sea por necesidad estética o por mejora de las relaciones sexuales.
“Las consecuencias del parto en la mujer a largo plazo pueden ser varias. Pueden ir desde las más severas, como la incontinencia urinaria o el prolapso genital; hasta más leves, como la amplitud vaginal sintomática –que provoca una disminución del placer sexual durante las relaciones– o los desgarros del perineo”, señala Pardo.
En su opinión, “la Cirugía Íntima Femenina Asistida nos permite realizar una reparación funcional, que puede venir también asociado con una reparación estética, para que la mujer vuelva a sentir en lo posible su vagina como era previa a los partos vaginales”.
El doctor también insiste en la importancia de la Cirugía Íntima para aportar solución a problemas más graves como la incontinencia urinaria de esfuerzo, que sufren entre un 50 por ciento y un 60 por ciento de las mujeres que acuden a la consulta de este especialista para realizarse un rejuvenecimiento vaginal.
Solo en España, más de la mitad de las mujeres que han dado a luz de forma natural sufren a lo largo de su vida esta patología. “En el caso de incontinencia urinaria grave, esta técnica permite su corrección mediante una cirugía cuya intervención se estima entre 4 y 12 minutos como máximo”, recalca.
El láser, el nuevo “bisturí” en Ginecología
Esta novedosa metodología introduce el láser como herramienta de intervención para distintas patologías ginecológicas, de gran utilidad tanto dentro del quirófano, como en la consulta. El empleo del láser en la consulta permite a los ginecólogos realizar procedimientos ambulatorios sin cirugía para tratar casos como el tensado vaginal o algunos casos de corrección de incontinencia urinaria.
Las ventajas del láser son muchas, ya que permite realizar un corte controlado más limpio y superficial con potencia regulable, aportando mayor seguridad en los trazos. “La principal ventaja que aporta el láser para la especialidad es la rapidez de la intervención, ya sea en quirófano o directamente en la consulta”, señala Maria Luisa Cañete, jefa de Servicio de Ginecología y Obstetricia del hospital y coordinadora del curso. “Este tipo de formaciones son muy importantes, ya que los ginecólogos no estamos acostumbrados a emplear el láser como parte de nuestro material quirúrgico”, recalca. |