Redacción. Madrid
La radioterapia intraoperatoria (RIO) es una técnica de sobreimpresión superselectiva, durante la cirugía del cáncer, de volúmenes anatómicos restringidos identificados como zonas de tumores irresecables, residuo tumoral postquirúrgico o de alto riesgo. Consiste en la administración de una dosis única de radioterapia, procurando la movilización de tejidos normales adyacentes y no afectados por el tumor.
La RIO mejora el índice terapéutico dado que permite una visualización directa del tumor.
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La RIO puede mejorar el índice terapéutico dado que permite una visualización directa del tumor y una definición más precisa del volumen a irradiar, a la vez que puede excluir los tejidos normales limitantes de dosis, mejorando la tolerancia y posibilitando la intensificación de dosis. Por este motivo constituye un área de considerable interés como modalidad innovadora en el tratamiento de ciertas neoplasias, dadas sus ventajas respecto a la radioterapia externa convencional.
Es de señalar que ningún dispositivo de tratamiento de RIO tenía resuelto el problema de la planificación dosimétrica, elemento esencial y regulado por las legislaciones de los diferentes países. Esto ocasionaba que la técnica se encuentrara en el límite de lo razonablemente aceptable en ese punto y que fuera de poco interés para los radiofísicos de los hospitales, que veían la técnica con escepticismo y cierta prevención debido a las grandes incertidumbres dosimétricas. De esta manera, la necesidad de una herramienta que permitiera al oncólogo radioterapeuta (OR) planificar el tratamiento de RIO, realizando una estimación de la distribución de la dosis depositada en los volúmenes que él determinara. Por ello nace radiance.
Un pionero planificador de radioterapia intraoperatoria
La primera radioterapia intraoperatoria (RIO) documentada, según Mario Krengli y Felipe Calvo, radiooncólogos de referencia, la realizaron en la ciudad de Barcelona los especialistas Comas y Prió en 1905. Por aquellos tiempos el proceso era complejo y había reticencias en su aplicación, ya que las máquinas de radioterapia de grandes dimensiones se encontraban fuera del quirófano y el traslado del paciente conllevaba complicaciones varias.
La tecnología había de salvar aún importantes retos y no fue hasta la llegada de los años 1990, al entrar en escena los dispositivos miniatura diseñados exclusivamente para la radioterapia intraoperatoria, cuando los especialistas estarían en condiciones de emprender investigaciones capaces de avalar los beneficios de la aplicación de la RIO en enfermos de cáncer.
Con esta práctica los pacientes evitaban las sesiones posteriores de radioterapia tras la intervención, pero no sería hasta la aparición en escena del planificador de RIO cuando, además, salvaguardarían de los efectos nocivos de la radiación sus órganos sanos. Este desafío no arrugó a los ingenieros de GMV, ni a los departamentos de Oncología, y Medicina y Cirugía Experimental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, liderado por Calvo, jefe del Departamento de Oncología, ni a Desco, jefe del Departamento de Cirugía y Medicina Experimental que de forma conjunta, asumieron el reto desarrollando en 2009 un navegador pionero y único en el mundo, capaz de simular, previo al acto quirúrgico, el mismo proceso de radioterapia intraoperatoria.
Con este simulador de radioterapia intraoperatoria se produce un avance cualitativo en su aplicación: de radiar los tumores de manera casi intuitiva, siendo las imágenes de las radiografías la guía de la que se sirve el especialista, a contar con un programa capaz de capturar la imágenes del paciente del escáner del hospital, reconstruir el cuerpo tridimensionalmente, dibujar, contornear y resecar el tumor, e introducir los haces de radiación en las mismas condiciones en las que se hace con la cirugía. Ello ha supuesto todo un hito en la preplanificación del acto quirúrgico y el registro del tratamiento radioterápico, tal y como ha confirmado el propio Felipe Calvo.
El valor diferencial de radiance, se encuentra en que proporciona a los especialistas los parámetros exactos para aplicar la radioterapia en el propio quirófano, mejorando la seguridad de RIO al permitir la visualización simulada del resultado del tratamiento. Al preplanificar las decisiones de una intervención quirúrgica y los efectos de la radioterapia aplicada al paciente en una operación antes de que éste reciba ninguna dosis de radiación, se reduce la duración de las intervenciones y se preserva de la radiación órganos no afectados.
En 2012, ingenieros de GMV, los equipos de Radiofísica de la Clínica La Luz de Madrid y expertos de las universidades Politécnica y Complutense de Madrid desarrollaron el módulo de cálculo Monte Carlo, una herramienta de simulación de distribución de dosis que forma parte del simulador virtual radiance.
Radiance, siguiendo la legislación vigente cuenta con marcado CE, que autoriza su comercialización en todos los estados miembros de la Unión Europea, y con la autorización de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. Entre algunos de los hospitales que ya están utilizándolo figuran el Hospital General Universitario Gregorio Marañón y la Clínica de la Luz de Madrid, el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, el Weill Cornell Medical Collegue de Nueva York, el Hospital de Catanzaro (Italia) o la Cleveland Clínic.
El planificador de RIO radiance para su versión específica para el sistema Intrabeam de Carl Zeiss se distribuirá a través de esta empresa líder en tecnología sanitaria con la que GMV ha suscrito un acuerdo. La comercialización de radiance para los dispositivos de electrones la realiza directamente GMV. Hoy en día, la RIO permite realizar tratamientos en casos modelo como el tumor de mama precoz, con resultados comparables al tratamiento estándar con radioterapia externa reduciendo en 6 semanas de tratamiento, de muy alta complejidad, como recaídas de tumores de recto, y con carácter paliativo como páncreas y metástasis espinales.
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