Redacción. Las Palmas de Gran Canaria
El Servicio de Urología de Hospitales San Roque Las Palmas de Gran Canaria ha creado recientemente la Unidad de Litotricia, única en la sanidad privada canaria, disponiendo de toda la tecnología necesaria para el tratamiento integral de cualquier cálculo o litiasis urinaria independientemente de su tamaño y localización.
Tecnología de la Unidad de Litotricia.
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Los cálculos urinarios pueden llegar a afectar al 12 por ciento de la población a lo largo de su vida, sobre todo entre los 40 y los 60 años; aquellos que han tenido un episodio agudo tienen un 50 por ciento de posibilidad de tener otro en el futuro.
La mayor parte de los cálculos de pequeño tamaño son expulsados de forma espontánea, aunque en ocasiones precisan del uso de ciertos medicamentos como antiinflamatorios no esteroideos, alfabloqueantes o corticoides. Cuando los cálculos son de mayor tamaño (superiores o iguales a siete milímetros) o se complican con infección o dolor incontrolable, suelen precisar de procedimientos especiales para su eliminación activa. Actualmente, existen dos procedimientos especiales: la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) y las técnicas endourológicas. La mayor parte de los cálculos no complicados de las vías urinarias superiores se tratan mediante LEOC situándose su tasa de éxito por encima del 90 por ciento en los adultos tratados.
La Unidad de Litotricia de Hospitales San Roque Las Palmas de Gran Canaria dispone de una máquina Dornier (modelo Sigma) de reciente adquisición cuya función es emitir ondas capaces de atravesar la piel, llegar al cálculo y fragmentarlo sin necesidad de incisiones, maniobras invasivas ni ingreso hospitalario. Para que este tratamiento sea lo más efectivo posible se precisa que el paciente esté relajado y sin dolor, por esta razón, nuestra Unidad cuenta con el apoyo del Servicio de Anestesiología durante todo el procedimiento.
Sin embargo, existen cálculos que por su tamaño y/o localización precisan de las denominadas técnicas endourológicas, dentro de las cuales nos encontramos con la nefrolitototomía percutánea y la ureteroscopia. Ambas son técnicas mínimamente invasivas y precisan de una anestesia general.
La nefrolitotomía percutánea está indicada para cálculos renales (pe. cálculos coraliformes). Se accede al riñón atravesando la piel con un aparato óptico (nefroscopio), se visualiza el cálculo, se fragmenta con litotricia neumática o haciendo uso del láser Holmium y se extraen los fragmentos. En la mayoría de los casos se necesita dejar un drenaje externo y precisa de un ingreso hospitalario de corta estancia.
La ureteroscopia está indicada para cálculos ureterales. Consiste en introducir un dispositivo óptico dentro del uréter a través de la uretra visualizando el cálculo, fragmentándolo mediante litotricia neumática o láser Holmium y extrayendo estos fragmentos. En contadas ocasiones es preciso dejar un drenaje interno (catéter doble J) y no precisa de ingreso hospitalario. Cuando hacemos la fragmentación con litotricia neumática usamos un ureteroscopio rígido y cuando lo hacemos con el láser Holmium usamos un ureteroscopio flexible. Mediante el ureteroscopio flexible podemos acceder no sólo al uréter sino también a cualquier parte del riñón, pudiendo evitar en ciertos casos la nefrolitotomía percutánea.
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