Redacción. Madrid
Una de las líneas básicas de la estrategia del Gobierno para cumplir con las exigencias de la Agenda Digital de la Unión Europea (UE) antes de 2015 es hacer accesible la historia clínica a través de internet en el año 2014. “El IDIS, en su afán de colaboración y de integración, siempre ha abogado por tratar de desarrollar una plataforma única en donde los pacientes tengan una única base de datos y que sea común, independientemente de la red asistencial en la que esté”, comenta Manuel Vilches, director de Operaciones del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). “No queremos redundar esfuerzos y gastos, y somos absolutamente partidarios de definir una historia clínica electrónica única”.
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El Ejecutivo no ha detallado cómo abordará esta reforma en el sistema sanitario, pero sí ha indicado que obedece al “impulso de la digitalización de los servicios públicos para conseguir mayor eficiencia y vertebración”. Según Vilches, “hay bastante simetría en la implantación de tecnología en el sector público y en el privado”. Así, afirma el director de Operaciones del IDIS, “hay grupos hospitalarios privados que ya trabajan con una historia clínica electrónica que cumple con todos los requisitos planteados, al igual que hay determinadas comunidades en las que ya funciona”.
No obstante, indica que sigue habiendo comunidades y centros privados que aún tienen la historia en papel. “Todo el mundo, tanto en la sanidad pública como en la privada, está trabajando para conseguir ese ideal de futuro, pero todavía queda camino por recorrer”, señala.
Según la Comisión Europea, la implantación de Agenda Digital para Europa permitirá incrementar el Producto Interior Bruto (PIB) en un cinco por ciento durante los próximos ocho años mediante el aumento de la inversión en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la mejora de la capacitación de los trabajadores y el impulso a la economía de Internet.
En concreto, detalla Vilches, “todo lo que sea tener una historia clínica única, con acceso a todo tipo de pruebas diagnósticas, independientemente del centro asistencial, es una ventaja impresionante”. “Que cualquier médico, estés donde estés, tenga acceso a todo tu historial sólo mediante el identificador de la tarjeta sanitaria, facilita enormemente la implantación del tratamiento, la rapidez del mismo y el ahorro”, matiza.
En su opinión, la no conexión de las historias clínicas, ya no sólo entre la sanidad pública y la privada sino, también, dentro del mismo sistema, genera “repetición de pruebas, incremento del riesgo que conlleva la realización de determinadas pruebas y, por supuesto, incremento del gasto”. “Este es uno de los puntos en los que más tenemos que trabajar y con las facilidades que nos dan los sistemas informáticos en el siglo XXI deberíamos poder desarrollarlo en breve”.
Además, la historia clínica electrónica reduce servicios auxiliares asociados a la infraestructura de las pruebas diagnósticas. Por ejemplo, comenta Vilches, “que no sea necesario imprimir las placas o las analíticas, puesto que se puede acceder a ellas desde la pantalla del ordenador, supone un ahorro”. Asimismo, se agiliza la solicitud de pruebas y la planificación del personal necesario para hacerlas. “Todo eso supone un ahorro muy importante en tiempo y dinero”.
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