¿Quiere recibir la Publicación de Sanidad Privada en su correo de forma gratuita?
Viernes, 18 de noviembre de 2011   |  Número 19
primer plano
MARGARITA ALFONSEL, SECRETARIA GENERAL DE FENIN
“Sería determinante establecer un Plan de viabilidad del sector con calendarios de pagos realistas”
Asegura que es “imprescindible que nos dejemos de demagogias y se establezcan modelos de colaboración público-privada con el objetivo de mejorar la sanidad”

Redacción. Madrid
Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin, analiza la difícil situación que viven las empresas del sector de tecnología sanitaria en lo relativo al aumento de las facturas pendientes de cobro, por lo que considera que “sería determinante el establecimiento de un Plan de viabilidad del sector con unos calendarios de pagos realistas”. Además, asegura que desde la Federación se “apoyará cualquier reforma del sistema sanitario que favorezca la colaboración entre todos los agentes, evite las desigualdades territoriales y garantice una atención sanitaria equitativa y de calidad”.

La deuda de las autonomías con las empresas integradas en Fenin crece y crece. ¿La nueva ley de pagos no ha mejorado en nada esta situación?

La situación que viven las empresas del sector de tecnología sanitaria en lo relativo al aumento de las facturas pendientes de cobro (FPC) y de los días de retraso en el pago se ha agravado considerablemente y está afectando a la viabilidad de muchas empresas del sector.

La nueva ley 15/2010 por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales establece que el plazo máximo de pago de la administración pública a proveedores sea de 50 días en el 2011, 40 días en el 2012 y 30 días a partir de 2013, pero de momento la situación no ha mejorado. En realidad, las administraciones sanitarias no han bajado de los 200 días de media en los 20 años en los que tenemos datos estadísticos en Fenin.

Las empresas del sector de tecnología sanitaria no sólo están sufriendo la crisis económica generalizada sino que, además, la grave situación de endeudamiento de su principal cliente, la Administración, y la dificultad de obtención de crédito de las entidades financieras está limitando alarmantemente su capacidad de seguir produciendo riqueza y empleo.

A esto se une el hecho de que las empresas deben pagar el IVA y otros impuestos por facturas que no han cobrado, así como a sus proveedores y empleados. Todos estos factores están empeorando una situación de morosidad que no es nueva en nuestro sector, pero que en estos momentos está manifiestamente agravada.

En Valencia los proveedores del servicio de salud pasan por una situación muy delicada. ¿Es la única comunidad donde la situación es absolutamente crítica?

No, la Comunidad Valenciana arrastra un problema de endeudamiento bastante crítico desde hace algunos años, situación que comparte con Andalucía y más recientemente con las Regiones de Murcia, Cantabria, Baleares, Castilla la Mancha y Castilla y León. También deberíamos incluir otras comunidades autónomas como Madrid por el volumen que suponen sus FPC, aunque sus plazos de pago no sean tan altos como las comunidades indicadas anteriormente. Estas comunidades concentran más de las tres cuartas partes de las facturas pendientes de pago por la administración al sector de tecnología sanitaria.

¿Considera que los cambios en los gobiernos autonómicos nacidos del 22 de mayo supondrán una mejora?

Desde Fenin estamos en conversaciones con los nuevos gobiernos autonómicos surgidos tras las elecciones de mayo para intentar buscar alternativas financieras que nos ayuden a salvar esta situación tan crítica. El sector de tecnología sanitaria no es ajeno a las dificultades que atraviesa el sistema sanitario, pero lo que recordamos siempre a los distintos gobiernos que deben adquirir el compromiso real de garantizar la viabilidad económica de las empresas, cumpliendo los plazos de pago que establece la ley. La erradicación de la morosidad en la Administración a sus distintos niveles es claramente una decisión política.

Entendemos que en este momento sería determinante el establecimiento de un Plan de viabilidad del sector con unos calendarios de pagos realistas y así lo estamos planteando a nivel de las distintas comunidades autónomas y de la Administración Central y partidos políticos que con un compromiso de corresponsabilidad deben hacer suyo el problema e implicarse directamente en su resolución.

¿Está afectando la crisis o el problema con la deuda y las administraciones más a unos grupos que a otros dentro de Fenin?

La situación es crítica para todos los sectores de dispositivos y productos sanitarios que se integran en Fenin, ya que el impago de las administraciones es generalizado. Pero a este problema del endeudamiento se han sumado recientemente decisiones políticas de contención del gasto sanitario como los Reales Decretos Ley 8/2010 y el 9/2011 que han obligado a aplicar importantes rebajas en los precios de algunos productos financiados y dispensados a través de las oficinas de farmacia, de un 7,5 por ciento y de un 20 por ciento en el caso de absorbentes de incontinencia, o que pretenden unificar y homogeneizar productos de una misma categoría, y como consecuencia limitar el acceso de los pacientes a determinados productos, pudiendo afectar al tratamiento y a la mejora de su calidad de vida.

En el ámbito hospitalario, además de la deuda, las empresas observan también un descenso de la actividad que en algunos casos llega hasta el 20 por ciento de su facturación, además de observar modelos de contratación lesivos para la industria y con claras repercusiones en el sistema, como es el procedimiento de subasta en el que prima hasta en un 70 por ciento el factor precio.

¿Se advierten diferencias entre las empresas nacionales o multinacionales?

Los impagos y el problema de la deuda se producen independientemente del tamaño o la nacionalidad de la empresa y su impacto en la cuenta de resultados y la viabilidad es en cualquier caso muy importante. Aunque sí es diferente cómo se enfrentan las empresas nacionales y multinacionales a esta situación: mientras que la supervivencia es el problema de las empresas nacionales, el de las multinacionales depende de decisiones de las casas matrices.

Esta situación está llevando a replantearse con carácter general, muchas inversiones no sólo a las empresas multinacionales, sino a las propias empresas nacionales que optan por deslocalizar la producción y realizar inversiones en otros países que ocasionen menos problemas de liquidez. La situación de morosidad, agravada por la crisis económica, ha hecho que España sea uno de los últimos países de la Unión Europea elegidos por las empresas para incorporar las innovaciones tecnológicas y para adoptar soluciones innovadoras.

Europa ha llevado a España a los tribunales por la aplicación del tipo reducido a determinados equipamientos. Sin embargo, Fenin ha reclamado largo tiempo la aplicación del IVA superreducido. ¿Cuál es la situación actual?

Efectivamente la Unión Europea interpuso contra España una denuncia por entender que nuestro país aplica de forma ilegal un tipo reducido del 8 por ciento en los dispositivos médicos en lugar de aplicar el tipo general que en España es del 18 por ciento. Desde hace más de veinte años el sector cuenta con el respaldo del Ministerio de Economía y de las distintas administraciones públicas para aplicar esta imposición fiscal reducida recogida en la Ley del IVA ya que no lesiona ningún interés, controla el déficit público y no incrementa el capítulo de gastos de hospitales públicos y privados.

La administración española va a defender esta postura y la legalidad de la norma vigente ante el Tribunal de Luxemburgo, donde se ha trasladado ya una reclamación y pensamos que el tribunal tardará entre uno y dos años en hacer público su dictamen.

¿Qué perspectivas tiene el sector de la tecnología sanitaria?

El proceso electoral del próximo mes de noviembre dibujará un nuevo escenario político, social y económico en el que esperamos que la sanidad juegue un papel fundamental como uno de los pilares fundamentales de la sociedad en la que vivimos. En este sentido, el sector de tecnología sanitaria ofrecerá su colaboración, como siempre lo ha hecho, para garantizar un sistema sanitario no sólo sostenible para todos y cada uno de los que forman parte de él, sino fundamentalmente equitativo y cohesionado para promover el bienestar del paciente y ante todo para legar a las generaciones futuras un sistema de excelencia de cobertura universal.

Dicho esto, las perspectivas de una mejora inmediata de la situación de morosidad o la posibilidad de que se aborde el pago de la deuda más antigua, no parecen muy probables y las empresas creen que el final de año será muy difícil. Esperemos que la mayoría de ellas puedan superarlo pero alertamos de las enormes dificultades que pueden encontrarse y que afectarán gravemente a este sector.

Nuestra posición, ampliamente difundida, es la de establecer un Pacto de Estado de la Sanidad en el que sean tenidos en cuenta todos los elementos para la sostenibilidad del sistema: cambios estructurales, gestión y procesos más eficientes, racionalización del gasto, uso correcto de las tecnologías sanitarias, financiación suficiente e información en materia de prevención, derechos y deberes del paciente/usuario, cartera de servicios, etc. con el compromiso firme de todas las comunidades autónomas por preservar la cohesión y calidad, la equidad y la accesibilidad.

Se habla de una reforma del SNS. ¿Qué visión tiene Fenin de esta posibilidad?

Fenin apoyará cualquier reforma del sistema sanitario que favorezca la colaboración entre todos los agentes, evite las desigualdades territoriales y garantice una atención sanitaria equitativa y de calidad en cualquier punto del país. Los recursos materiales y humanos deben orientarse hacia el ciudadano, pero para ello es necesario introducir medidas de control y de evaluación de los sistemas y procedimientos utilizados para actuar de la forma más coste-eficaz y eficiente posible.

Boi Ruiz plantea reclamar el reconocimiento mutuo entre agencias de evaluación de tecnologías. ¿Qué opinión tiene del papel que desarrollan las agencias evaluadoras? ¿Y de la propuesta de Ruiz?

En un escenario de restricción del gasto sanitario y de implantación de políticas eficientes de gestión, la actuación por “reconocimiento mutuo” para las tecnologías sanitarias en el seno del Consejo Interterritorial ayudaría a recuperar la agilidad, evitar solapamientos y aprovechar los recursos con los que cuentan las seis agencias evaluadoras integradas en el SNS.

No obstante, el planteamiento de Fenin es recuperar el papel de estas Agencias hacia un objetivo de realizar estudios de coste-eficacia que permitan la toma de decisiones sobre la financiación pública de tecnología innovadora.

Su enfoque debería ser en todo caso fomentar la incorporación de tecnologías innovadoras coste-eficientes.

¿Hay diferencias a la hora de introducir tecnología en el sector público y el privado?

No se puede hablar de diferencias entre la sanidad pública y privada, sino de complementariedad. Esta realidad hace que en ocasiones las tecnologías sanitarias más innovadoras se incorporen antes en la sanidad privada y que la derivación de pacientes de una a otra permita reducir las listas de espera.

Es imprescindible que nos dejemos de demagogias y se establezcan modelos de colaboración público-privada con el objetivo de mejorar la sanidad desde una perspectiva asistencial y siempre bajo la premisa de la eficiencia y la equidad.

¿Cómo se está trabajando en el campo de la Responsabilidad Social Corporativa?

Desde Fenin creemos en el valor sanitario, social y económico de la tecnología sanitaria y defendemos su valor estratégico para mejorar la calidad y sostenibilidad del sistema sanitario. La empresa es parte de la sociedad y nuestro reto como sector es aplicar la innovación al concepto de empresa responsable.

Fenin ofrece a las empresas del sector de tecnología sanitaria su apoyo para incorporar la RSE a su política empresarial a través de proyectos de impulso de la RSE dirigidos fundamentales a las PyMES del sector. Para lograr ese objetivo, las empresas de tecnología sanitaria deben establecer un diálogo permanente con su grupo de interés, promover la mejora continua de sus productos y servicios, responsabilizándose de las consecuencias de sus acciones y promover políticas y acuerdos que contribuyan y defiendan la sostenibilidad del sistema sanitario en el que actúa.

En este contexto, además de la gestión y reducción del impacto ambiental y de las mejoras y avances laborales y sociales, otras prioridades estratégicas clave para el sector son la promoción de la calidad y seguridad de uso y mantenimiento de las tecnologías sanitarias y el fomento de la innovación y la competitividad, líneas de trabajo que constituyen un elemento diferenciador de nuestro sector respecto a otros ámbitos de actividad.

Por último, ¿qué valoración hace del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) año y medio que lleva de funcionamiento?

El nacimiento del IDIS ha supuesto un soplo de aire fresco y de renovación en el sector sanitario ya que ha sido capaz de reunir con un objetivo común a los principales actores de la sanidad privada de nuestro país. Para los que formamos parte del IDIS es un honor compartir la visión que aportan los nuevos modelos de gestión y de defender una sanidad que no diferencia entre sector público y privado: preferimos hablar de sistema sanitario en su conjunto, capaz de integrar la sanidad privada y la pública como fórmula para garantizar la calidad asistencial y la sostenibilidad.

Para recibir Publicación de Sanidad Privada en su correo pinche aquí
| La información que figura en esta edición digital está dirigida exclusivamente al profesional destinado a prescribir o dispensar medicamentos por lo que se requiere una formación especializada para su correcta interpretación |

© 2004 - 2024 Sanitaria 2000, S.L.U. - Todos los derechos reservados.