Redacción. Madrid
Sanyres ha revolucionado la forma de atender a los más mayores sin perder un ápice de calidad asistencial. Durante los últimos años, el grupo que dirige Berra ha reenfocado su actividad y ha aplicado una nueva óptica, más innovadora y con una cartera de servicios más amplia, donde la autonomía y el confort del paciente prima por encima de todo.
Ramón Berra, director general de Sanyres.
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Sanyres tiene dos líneas de actividad: residencias para personas mayores y apartamentos con servicios para mayores independientes. ¿Qué aporta el grupo a la sociedad?
La misión última de grupo Sanyres es atender de una forma muy personalizada, con especialistas de amplia experiencia en el área de la Geriatría, a las personas mayores que necesitan nuestra ayuda para sentirse mejor.
Por eso, durante estos últimos años, nos hemos esforzado por atender a estos mayores desde una nueva óptica, más innovadora, creando unos servicios adaptados a su nivel de dependencia o su capacidad autónoma de cuidados. De ahí que hayamos diversificado la tradicional residencia de ancianos en nuevos conceptos. Los apartamentos ofrecen las mismas prestaciones que las residencias, sólo que los usuarios que aún se sienten autónomos y con una salud fuerte, pueden vivir igual que en su propio hogar teniendo a su alcance el personal médico y los medios para atender cualquier situación inesperada.
A esto se suma otro estilo en la atención que está más cerca de la experiencia hotelera. Lo que llamamos el ‘Care Hotel’, un centro residencial, con todos los lujos y comodidades de un resort vacacional, pero de nuevo, con la posibilidad de recibir asistencia médica si así fuese necesario. De hecho, en unas semanas inauguraremos el primero de estos centros en Marbella.
¿Por qué decidieron especializarse en la población de mayores?
El grupo ya nació con este objetivo. Con la vocación de prestar una atención especializada a las personas mayores. Porque entendemos el envejecimiento de la población española como una oportunidad y no como un problema, como se dice muchas veces. El problema es empeñarnos en vivir como la sociedad joven que éramos hasta los años 90.
¿Qué necesidades tienen, a día de hoy, este colectivo?
Creo que a nivel de salud, siguen necesitando una atención específica a cargo de personal médico bien formado y conocedor de las últimas tendencias dentro de los cuidados geriátricos.
Pero, también debemos darle algo más que cuidados físicos. Tan importante, o más, es el soporte emocional, la calidad humana de las personas que los cuidan para que puedan atenderles con mayor comprensión, respeto y cariño.
Nuestros ancianos cada vez disfrutan de mejor salud, por lo que su necesidad ya no es sólo de vigilancia de su estado. Es más una necesidad de empatía y de vivir experiencias agradables.
¿Qué programas especiales les ofertan?
En Sanyres somos expertos en diseñar tratamientos a medida para cada residente. Desde lo más básico que son los cuidados y vigilancia de la salud, en general, hasta la prescripción e implantación de programas más avanzados donde se incorpora fisioterapia, rehabilitación, terapias alternativas basadas en las nuevas tecnologías, musicoterapia… Para ello, contamos con unidades específicas para tratar demencias, alzhéimer, cuidados especiales geriátricos, postoperatorios, problemas neurológicos y cuidados para pacientes oncológicos, entre otros.
¿Cuál es el tratamiento o terapia más puntera en Sanyres?
Pues es difícil señalar uno en concreto, puesto que si algo nos define es una curiosidad constante para aprender y aplicar nuevos conocimientos. Esto se traduce en que nos gusta instaurar programas pioneros en los cuidados geriátricos, siempre a cargo de especialistas de cada área, para reconocer si una nueva terapia es lo suficientemente buena para nuestros residentes. Y si es así, entonces nos esforzamos por adaptarla a nuestra necesidad e implementarla en nuestra red de centros.
Estamos especialmente orgullosos de los avances que hemos conseguido en rehabilitación y fisioterapia, en la que aplicamos técnicas novedosas que incorporan ejercicios de pilates, e incorporamos nuevas tecnologías basadas en realidad virtual. También en Psicogeriatría y en las nuevas formas de abordar los cuidados en el campo de las demencias seniles.
Una faceta importante del grupo es su Responsabilidad Social Corporativa. ¿Por qué decidieron apostar por este campo?
Sí, efectivamente estamos muy comprometidos. Desde Sanyres estamos convencidos de que debemos dejar una huella positiva en los lugares donde desarrollamos nuestra actividad.
Es un “modo de hacer las cosas” y de relacionarnos con la sociedad, con nuestros residentes y su familiares, nuestros proveedores, trabajadores, suministradores y su entorno. Está integrada en nuestra estrategia y nuestra gestión.
Algunas de las acciones más representativas van muy ligadas a las ciudades en las que estamos presentes. Como por ejemplo ‘Apadrina un monumento’, acción de restauración del Cristo de los Faroles de Córdoba. Uno de los monumentos más importantes y representativos de la ciudad y con fama nacional e internacional.
Además de las acciones de RSC estratégicas y nacionales, de manera periódica cada centro Sanyres desarrolla actividades e iniciativas que demuestran la implicación del personal y los residentes en los problemas sociales que les rodean, así que Sanyres ha decidido apoyar estar iniciativas a través de un concurso, bautizado como Sanyres Social. Este 2015 celebraremos la segunda edición que en su primera edición fue todo un éxito.
¿Qué importancia tienen los profesionales sanitarios que trabajan en Sanyres?
Toda. Sin ninguna duda. Ya sé que es un tópico, que está muy manido… pero no deja de ser cierto. Tienen toda la importancia. Sanyres no tiene sentido sin su aportación diaria, sin su implicación y sin sus valiosos conocimientos. Además, en nuestro caso, es una profesión altamente vocacional. Y eso se nota.
Por eso mismo, dedicamos mucho presupuesto para la formación continua. Ahora mismo hemos terminado con un ambicioso plan dirigido al personal asistencial para aprender a tratar al paciente desde otra óptica, con un estricto código de respeto sin por ello dejar a un lado el cariño ni la amabilidad. Han participado 1.500 trabajadores de toda España, un gran reto que ya está dando resultados con una mejor calificación en las encuestas de satisfacción, tanto de residentes como de sus familiares.
También cuentan con un programa de formación profesional, junto a HM Hospitales, para atención a la dependencia. ¿Cómo valoran a los jóvenes sanitarios? ¿Qué papel juegan en su grupo?
Es un programa muy interesante. Atender a personas en situación de dependencia es una labor encomiable, y que haya jóvenes que deciden aprender a hacerlo y además es un ámbito en el que en los próximos años existirá una demanda de profesionales cualificados. Hasta el momento, el feedback de los responsables de las prácticas que hacen el seguimiento por parte de Sanyres es muy positivo. Se une la experiencia con las ganas de hacer cosas nuevas y una visión diferente de ciertas situaciones. Creo que todos aprendemos de todos, es un intercambio de conocimiento altamente recomendable.
¿Qué retos se han marcado en el futuro?
Nuestros retos no son sueños por cumplir, son objetivos totalmente realistas y nos hemos puesto un cronograma para no salirnos de nuestro plan de futuro. Lo primero, seguir afianzando nuestra estabilidad financiera con nuestros socios inversores, como primer paso para un plan de expansión. Y a continuación, apostar por diferenciarnos de otros grupos potenciando el Care Hotel, con la apertura de nuevos centros que cuiden al residente desde un concepto no sólo sanitario, sino también hotelero, haciendo especial hincapié en que su estancia con nosotros sea una buena experiencia.
Por otro lado, tenemos intención de internacionalizar el grupo y por el momento, ya estamos asesorando al gobierno peruano en el diseño y construcción de una red de centros sociosanitarios.
¿La atención en España debería tender, cada vez más, hacia el espacio sociosanitario?
Tras años de cuidar a personas mayores, nos dimos cuenta de que existe otra necesidad en nuestro país y que ni el sistema público ni el privado le está dando una respuesta satisfactoria. Es el ámbito de los pacientes que requieren de una atención más global, desde la visión de cuidados sociosanitarios.
La situación de dependencia del colectivo de la tercera edad es cada vez más compleja, con una mayor prevalencia de enfermedades crónicas. Cada año que pasa son más numerosos, y los recursos materiales no se multiplican exponencialmente. Así que tenemos la obligación de buscar una solución para atender dignamente a estas personas. No podemos pretender que las familias tengan esa carga ni esa responsabilidad. Somos nosotros, los empresarios y las administraciones que nos dedicamos al sector salud, los que debemos dar con la clave para cambiar el modelo de atención, fomentando la educación de nuestra sociedad y al mismo tiempo, buscar el aumento de la autonomía del usuario facilitando su reinserción social.
La administración pública lo sabe, y creo que se están dando los primeros pasos para resolver una carencia que ya empieza a ser un problema social. Así que desde el sector privado, estamos convencidos de que debemos colaborar para cambiar el modelo de atención actual, modificar el catálogo de prestaciones y reeducar a una sociedad cada vez mayor.
¿Cómo valoran la aportación del IDIS?
Positivamente. Es obvio que para conseguir mejoras en nuestro sector y desde la óptica de la sanidad privada, debemos estar unidos. Y esto sólo es posible si hay entendimiento entre nosotros y tenemos un foro donde poner en común nuestras propuestas. Somos un país bien desarrollado, uno de los más avanzados en el ámbito de la salud, de los mejores dotados de Europa. Y todas la voces deben ser escuchadas para aportar soluciones a un sistema sanitario que debe ser sostenible en el tiempo manteniendo los niveles de calidad y excelencia conseguidos.
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