Viernes, 17 de octubre de 2014 | Número 63 |
TIC, imprescindibles hoy, vivimos en la era del conocimiento |
La democratización de la información, gracias a la revolución tecnológica que ha supuesto Internet y las nuevas herramientas asociadas, ha sido uno de los grandes avances de los últimos tiempos y está afectando muy especialmente al sector de la salud. Compartir conocimiento de forma enriquecedora, ilustrativa y comprensible es algo que conforma un espacio de comunicación abierto que a su vez permite intercambiar experiencias en uno de los entornos que más preocupan al ser humano: su salud. En un futuro próximo, los profesionales sanitarios recomendarán, además del uso de las medidas terapéuticas más apropiadas a cada caso, los entornos informativos online más apropiados, fiables y reputados.
Las nuevas tecnologías en el ámbito sanitario persiguen dos objetivos: por un lado, ofrecer mejoras en la calidad asistencial, y por otro, proporcionar a los profesionales del centro información en cualquier momento independientemente de la fuente de donde proceda. La incorporación de la historia clínica electrónica, la cita médica por Internet o la receta electrónica son algunos de los ejemplos de lo que la tecnología ha conseguido en el ámbito sanitario. Es en este contexto donde los profesionales hacen hincapié en la importancia de la denominada por algunos “carpeta virtual”, ya que les permite disponer de todos los datos (análisis clínicos o pruebas diagnósticas) del paciente desde cualquier dispositivo. También es importante el papel que ocupa la solicitud de la cita médica “online” en la gestión de consultas e interconsultas o la posibilidad de adquirir y hacer seguimiento de adherencia y consumo de medicamentos en la farmacia a través de la denominada receta electrónica.
Pero además de que las nuevas tecnologías en el sistema sanitario permitan un acceso más ágil y sencillo a la información a través del acceso a su historial clínico, procuran una mejora del coste-eficiencia así como la libre movilidad del paciente a lo largo de todo el sistema sanitario entre otros beneficios; eso es fundamental, ya que favorecen la equidad y la cohesión, valores irrenunciables de nuestra Sanidad.
En términos sociales es imposible poner puertas al campo y debemos aceptar el hecho de que internet constituye uno de los hitos más importantes de los últimos años, junto al descubrimiento del genoma humano y las nuevas técnicas de diagnóstico por imagen. El gran reto que afrontan las TIC en el sector de la salud está en saber acompasarse y estar a la altura de las circunstancias y los tiempos, viendo estos nuevos elementos como una herramienta que puede ayudar al profesional sanitario, al gestor y al paciente y teniendo en cuenta, en este último caso que aunque estamos inmersos en una auténtica revolución, hay muchos sectores de la población que no tienen suficiente información para apreciar el valor añadido que pueden aportarles las nuevas TICs en términos de confort, salud y bienestar.
En este contexto de desarrollo progresivo pero imparable, ya hay organizaciones sanitarias privadas que apuestan de una forma decidida por la aplicación de las TICs en toda la cadena asistencial, focalizándose en servicios que generen ahorro a través de la mejora de la calidad, los resultados y la disminución de los costes, creando así modelos de salud más sostenibles.
Las nuevas TICs en el entorno de la denominada mHealth (salud móvil) o uHealth (salud ubicua), ofrecen un entorno propicio para diseñar sistemas que facilitan el acercamiento de los servicios de salud al ciudadano a través de la accesibilidad que permiten por ejemplo la telemedicina o la telerehabilitación, ya implantadas en algunos hospitales privados de nueva generación. Dichos sistemas también permiten comparar información para poder predecir resultados, hacer seguimientos terapéuticos más exhaustivos y personalizados, además de generara ahorros en el ingente gasto sanitario a través de una mayor eficiencia, cambios en los hábitos y educación, así como nuevas formas de interacción con los propios pacientes y sus familias.
Para finalizar no podemos dejar de lado a todos los avances de la formación a distancia (e-learning) relacionada con la sanidad y, más concretamente, de los “Massive Online Open Courses” (MOOC), que han facilitado el acceso global al más alto conocimiento en diferentes ámbitos, incluido el sanitario.
En términos de innovación TIC implantada y objetivable, en los últimos años se está produciendo una evolución constante de este mercado en todos sus ámbitos y formatos, sin embargo, el presupuesto en tecnologías de la información y la comunicación tan solo supone actualmente el 1,2 por ciento del gasto público en salud, aproximadamente 700 millones de euros anuales. Los expertos abogan por una necesaria apuesta real por este ámbito en nuestro país, con una mayor inversión, pero de forma más organizada y bien dirigida. Tenemos que pasar de la fase de novedad a la fase de madurez.
En conclusión, España debería retomar la senda de la inversión innovadora para mantener su competitividad y sostenibilidad de su modelo de sanidad pública haciendo un modelo de salud más accesible, que procure obtener la máxima información clínica de un paciente, que permita personalizar más su asistencia y que provea de servicios asistenciales que faciliten la formación y autogestión de los pacientes crónicos, el apoyo a los diagnósticos y tratamientos con evidencia clínica comparable y el conocimiento de factores de riesgo adecuados para minimizar el impacto de las enfermedades. De esta forma estaremos favoreciendo el desarrollo de proyectos de salud más competitivos, innovadores, sólidos y solventes. |
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